El propósito que nos anima al crear este nuevo blog es mantener vivo en el recuerdo ese retazo de tierra taína que nos vio nacer: Banes, acercando a todos los Banenses a través de la evocación de imágenes y recuerdos. Es el sitio virtual idóneo para detenerse a conversar, como en los viejos tiempos, relatando anécdotas que nos lleven definitivamente al reencuentro con el pasado. Complementa nuestra exposición una iconografía banense, así como una galería de banenses ilustres.

sábado, 17 de mayo de 2014

Homenaje a un poeta casi olvidado.
Escrito por María Teresa Villaverde Trujillo Martes, 13 de Mayo de 2014.

Varios grupos de intelectuales y escritores del exilio organizaron en distintas regiones de España un merecido homenaje a este poeta cubano con motivo del centenario de su nacimiento.
En numerosas ciudades del exilio cubano en Norteamérica también se rindió tributo de admiración en la fecha de su fallecimiento. Igual un grupo de exiliados cubanos de New York y New Jersey ofreció su homenaje al poeta en el parque en West New York,
En New Jersey, frente a la estatua de Jose Martí.
…y tuvo que abandonar su tierra natal
Gastón Baquero, uno de nuestros poetas cubanos más destacados, nació el 4 de mayo de 1914 en Banes, pueblo perteneciente entonces a la provincia de Oriente ya que hoy esta zona es parte de la provincia de Holguín. Graduado de Ingeniero Agrónomo, nunca ejerció esa profesión sino que su nombre va unido a la actividad literaria: poeta, escritor y periodista del siglo XX.
En 1959 al instalarse la revolución socialista del gobierno que afloró en la isla bajo el poder de Fidel Castro, Baquero muestra y mantiene una aversión –un repudio, un rechazo - al nuevo gobierno dando a conocer al pueblo cubano lo que él consideraba una burda manipulación del gobierno cubano tomando la figura y pensamiento de José Martí. Así escribió Gastón Baquero en 1959:
"No hay comparación posible entre Martí y la realidad cubana actual. Es algo de pena que alguna persona se atreva a equiparar la personalidad de Martí o a poner a Martí como un precursor de todo esto: de las colas, del hambre, de la dictadura…"
Nuestro poeta y escritor se ve obligado a irse del país en marzo de 1959, increíblemente escoltado y protegido por tres embajadores extranjeros para salir de la isla a la que nunca regresó. Marcha hacia la Madre Patria; y a La Habana le deja dedicada:
"yo te amo, ciudad, /
porque te veo lejos de la muerte, /
Porque la muerte pasa y tu la miras /
En Madrid -acogido con cierto beneplácito- logra trabajar en el Instituto de Cultura Hispánica, en Radio Exterior de España, en la Escuela de Periodismo; …y escribe ensayos literarios para varias publicaciones.
En tanto esa actividad –poco a poco- lo da a conocer ampliamente en la península ibérica, en Cuba, su tierra natal, por orden de la dictadura socialista su nombre era borrado de la lista de autores nacionales y se prohibió por largos años la publicación o simple mención de sus obras. Silencio total desde 1959 hasta el año 1994, cuando ¡no sabemos como!, en la Universidad de La Habana se ofrece una conferencia sobre su obra poética. Pero sin publicación.
En La Habana -en los años 40s- Gastón Baquero mantuvo una estrecha relación con el grupo intelectual “Orígenes” dirigido por José Lezama Lima, su también fundador. Al mismo grupo pertenecieron entre otros Virgilio Piñera, Cintio Vitier y Elíseo Diego, Lorenzo Garcia Vega, y otros.
Además colaboró en la creación de las revistas literarias Verbum, Espuela de Plata, y Clavileño. Es este un tiempo en que la publicación de sus “poemas” lo sitúa, destacándose en la literatura cubana. E igual se sitúa dentro del periodismo llegando a ser jefe de redacción del Diario de la Marina, desde 1945 hasta 1958 manteniendo a su vez dos secciones "panorama" y "aguja de marear''. Fue su último empleo en Cuba. Sus reseñas políticas y culturales de aquel entonces lo destacaron enormemente, dentro y fuera del país.
Fue miembro correspondiente de la Academia Nacional de Artes y Letras.
Obtuvo varios premios periodísticos entre ellos en1944 el Justo de Lara;
y en 1948 se le otorgó el Primer Premio Juan Gualberto Gómez.

"Soneto para no Morirme"
Escribiré un soneto que le oponga a mi muerte
un muro construido de tan recia manera,
que pasará lo débil y pasará lo fuerte
y quedará mi nombre igual que si viviera.
Como un niño que rueda de una alta escalera
descenderá mi cuerpo al seno de la muerte.
Mi cuerpo, no mi nombre; mi esencia verdadera
se incrustará en el muro de mi soneto fuerte...
De súbito comprendo que ni ahora ni luego
arrancaré mi nombre al merecido olvido.
Yo no podré librarle de las garras del fuego,
no podré levantarle del polvo en que ha caído.
No he de ser otra cosa que un sofocado ruego,
un soneto inservible y un muro destruido.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Gastón Baquero perenne y frágil en el azogue

En el centenario del poeta y periodista Gastón Baquero
“La fotografía es el advenimiento de yo mismo como otro”: R. Barthes
I
Miren la mirada del poeta: miren sus ojos en la cavilación. Un sofá descosido y sucio resguarda su espalda. ¿Qué designio el de este hombre con esos párpados desbordados de nostalgia, y la pesadumbre en el rictus de los labios? José Gastón Eduardo Baquero y Díaz (Banes, Cuba, 4 de mayo, 1914 – Madrid, España, 15 de mayo, 1997): Gastón Baquero, o mejor: Gastón, así de simple, como él quería que los jóvenes poetas cubanos, de paso por Madrid, lo llamaran.
II
Centenario de uno de los grandes poetas cubanos de todos los tiempos. 4 de mayo, domingo en un celaje incierto todavía. “Y porque sabe Dios es también el horror y el vacío del mundo”: el acoso perenne, la infamia. “Y porque Dios está erguido en el cuerpo luminoso de la verdad / como en el cuerpo sombrío de la mentira”. Caminamos por el mundo los cubanos con nuestros poetas desnudos en jardines de geranios taciturnos. Transitamos la siesta de la tarde con la memoria intacta con una “camisa / vieja y destartalada / como el ataúd de un ajusticiado”. Siempre que veo al poeta de Banes mirándome con esa sed que brota de su gesto errabundo, me detengo un rato para conjurar mi soledad con la suya.
III
Hay una lámpara inclinada en el soto de cuadernos. Unos cordeles eléctricos configuran enlaces en la brecha. Selva de palabras amontonadas en los quicios. El poeta se sabe escoltado por cadencia caligráfica de argumentos. Quien se fije bien podrá ver un tomo de José Martí colocado en la cima del collado de libros: ¿los Diarios, los Versos Sencillos, Nuestra América, Flores del destierro…? Gavetas, cajas, pergaminos. Un ventilador roto no farfulla rachas. Polvo y consonancia. Cartapacios de abrumados legajos. Traje oscuro. Sobre las piernas las manos. El nudo de la corbata remata el torso. Miren la mano derecha: un delta equilibrado y calmoso conforma una arquitectura de sigilosa y afligida pronunciación. Silencio. La luz de la cámara susurra el jadeo. El poeta traza el punctun (al decir de Barthes) de estos retratos: no tanto la mímica general, sino la actitud en el instante: es cansado quevediano: aquí estoy en las ruinas de mi yo: “Y si soy sueño, soy un sueño que ya no puede ser borrado”.
IV
“A veces tu recuerdo me hace daño / como un alfiler clavado en la palma de la mano. / Pero me das tiempo intemporal, lo eterno, / el olvido del mundo y de esas horas /que nos van empujando lentamente al vacío”: le moduló el poeta a Berenice en una apacible canción triste y humilde para invocar nombres.
V
Las emociones: mis inquietes son propósitos que intentan definir el simulacro del poeta en su estudio, espacio de incertidumbre: espectáculo doble: yo miro, pero él también mira: aspiración y desafío: curiosidad y reto: Spectrumdual, diría Roland Barthes. El poeta en complicidad con el fotógrafo ha conformado un hecho, un hacer, una delineación empírica, presunción de las potenciales miradas. Todo referente es ficción: el poeta expatriado lo sabe: lo pone de manifiesto frente a nosotros. Se expone, se desnuda. Impele sus arcanos sobre la ingenuidad de nuestros alarmes. Echen un vistazo a la insinuación (¿metonimia?) de toda la puesta en escena (máscara: sentido: pureza): ofrenda: glosa: performance: enunciado: soy al margen de lo que ustedes piensan que soy, parece exclamar —en la elipsis de sus muecas (“La vida no es sino una sombra errante”)—, el autor de Poemas Invisibles (1991). “Yo no sé escribir y soy un inocente. / Nunca he sabido para qué sirve la escritura y soy un inocente. / No sé escribir, mi alma no sabe otra cosa que estar viva”: aquí el empeño a la luz: aquí lo expongo al tiempo de la conciliación.
VI
Manos de albañil y alfarero: resplandor alucinante de la sombra frente al azogue. La remembranza: prosodia que martillea la presencia: es: emanación. Las manos del poeta se prorrogan más allá de su cuerpo: “Sintiendo mi fantasma venidero / bajo el disfraz corpóreo en que resido, / nunca acierto a saber si vivo o muero / y si sombra soy o cuerpo he sido”. Albañil que levanta una perpetua y serena música; alfarero en “la noche interminable de los ciegos”. En la orfandad del exilio, el poeta sueña el sueño de la soledad en un vergel habitado por infantes ansiosos que mastican gladiolos en contornos nebulosos: sahumerios manchados de vidriosas sutilezas.
VII
Contingencia fraterna. Modelo (poeta) y fotógrafo en complicidad signada en un espacio en el que la semántica se taja y se corrompe a favor de concurrencias: entronques: retumbos: ecos en la tramoya del deseo. La fotografía: relato espurio: subversión mitológica. Las fulguraciones aquí, se apropian de las manos: extensiones que reverberan en la dicotomía: Mirada del espectador (lector)/Mirada del poeta mirado por el artista de la lente. “Parece que estoy solo, / diríase que soy una isla, un sordomudo, un estéril. / Parece que estoy solo, viudo de amor, errante”. Pero, no: el tiempo fotográfico eterniza “los dolorosos bosques de la memoria”.
VII
Los cubanos cargamos con nuestros poetas en este éxodo de 55 años: desvaríos, incendio de luz, crepúsculo descalzo, girasoles mudos... Testamento del pez “como un río de abejas silenciosas, / como un rostro inocente de manzana, / como un niño que dice acepto y pone su mejilla” como el desdeño de todos estos años. La poesía de Gastón Baquero nos advierte que “habrá testigos, y si no es el hombre será / el cielo quien recuerde siempre / que ha pasado un rumoroso cortejo, lleno de vestimentas” y tulipanes marchitos. Miren sus ojos de adagio assai rabiosamente lamiendo el ángelus que nos quitaron.
TOMADO DE:  http://www.cubaencuentro.com/cultura/articulos/gaston-baquero-perenne-y-fragil-en-el-azogue-317826

lunes, 7 de abril de 2014

 HEIDY
 
Este lunes 7 de abril, Aida Marta Lora Martínez, nuestra adorada y recordada "Heidy", estaría cumpliendo 64 años de vida. Como un humilde tributo a su memoria quiero compartir con todos ustedes un fragmento de mi libro de memorias, donde relato mi encuentro con ese ser maravilloso . Mi agradecimiento eterno a su adorada prima, mi querida Leticia Martínez Acosta y a mi querida Carmen Duconger, que al igual que yo, no queremos dejar pasar inadvertida esa fecha que nos hace evocar con desgarramiento la brevedad de su vida.

HEIDY
Confieso que cada vez que he intentado describir mi
encuentro con
este bello ser
que nos dejó tan
temprano, una
vez que lograba
escribir las primeras
líneas ya
no podía continuar.
Un vacío
enorme en mi
interior y una
angustia inenarrable
me lo impedía.
No obstante,
siempre
consideré que
debía relatar ese
particular y singular
encuentro,
pues ella fue
muy importante
en mi vida. Por
lo que omitirla de estas páginas de mi Banes en la memoria sería
algo que no me perdonaría jamás.
Una tarde de verano en Banes, en 1966, me encontraba
cuidándole la dirección de la Biblioteca Pública “Carlos
Fernández” a una gran amiga bibliotecaria, Freda Abreu. Afuera
el sol reverberaba --así son las tardes en el trópico. Yo estaba a
cargo de atender a los lectores y mantener cierto control dentro
del recinto.
Como una visión seráfica apareció una muchacha vestida
totalmente de negro, vaqueros de mezclilla negros, una camisa
negra, lentes de sol oscuros, con una bicicleta, y regalándome la
más abierta de las sonrisas, me preguntó si podía entrar su
bicicleta. Le respondí que no estaba permitido pero, que la dejara
en el vestíbulo, y yo le echaría un vistazo de vez en cuando.
No sé por qué se me ocurrió preguntarle si no tenía calor
y me respondió positivamente, entonces cometí una estupidez
preguntándole por qué si tenía calor se vestía así, toda de negro y
sobre todo con vaqueros de mezclilla, y su respuesta me dejó un
poco confundido: “Me visto siempre de negro porque soy
existencialista”. Entonces creí que había llegado a la biblioteca
en busca de algún autor existencialista y le dije: “Si buscas algo
de existencialismo te advierto que no vas a encontrar nada. Lo
poco que teníamos de Heidegger y Jaspers, lo recogieron. Si
encuentras algo de Sartre vas a tener mucha suerte porque lo
único que tenemos es El Ser y la Nada y anda de mano en mano”.
Su respuesta me ruborizó y por supuesto nunca me lo creí:
“Muñeco, yo no vine buscando ningún libro, pasé por aquí y te
vi y me gustaste y por eso entré”. “¿Quieres ser mi amigo?”.
Por supuesto, le respondí, balbuciando. Yo era un chico
provinciano y Heidy aunque había nacido en Banes sus padres se
fueron a vivir a La Habana y toda su infancia y adolescencia la
pasó allá. Comprendí que sólo se quería divertir un poco y le
seguí el juego. Al rato llegó Freda y le entregué el local y nos
marchamos a la casa de sus abuelos para conocerlos, pero antes,
me dijo que fuéramos al Parque Cárdenas a sentarnos a platicar
un rato. Me comentó que se iba del país junto a toda su familia,
menos su abuela. El abuelo murió unos meses después de
conocerla. Se iría con su mamá, su hermana y su tía Bertha, que
en paz descanse, y una amiga de Bertha y su pequeño hijo. En fin
se irían todos. Me sentí muy contento y a la vez triste pues aunque
luzca irreal me enamoré perdidamente. Fue un amor a primera
vista. Se lo confesé y sólo se reía. Me dijo, “Mira, muñeco, si
nos casamos me fastidias la salida. Si esperas pacientemente
nos podemos casar por poder y te reclamo y nos reunimos en
Estados Unidos, ¿qué te parece?”. Por supuesto que acepté, pero
me costaba trabajo pensar que hablaba seriamente. Unos días
más tarde cumplió dieciséis años. Se lo celebramos como
pudimos. Ya las cosas en Cuba se hacían difíciles de conseguir,
pero tuvo su fiesta. Comencé a frecuentar su casa, la de sus
abuelos, pues su madre y demás familiares vivían en Marianao.
Nuestros encuentros fueron esporádicos, pero intensos;
en el año 1968 fue a Banes y no me encontró pues había ido a
estudiar la Carrera Magisterial en el Instituto Pedagógico “Manuel
Ascunce Domenech”, en Topes de Collantes, en el centro del
país. A través de mi hermano supo la dirección y cómo llegar, y a
su regreso a La Habana me fue a visitar a Topes. Fue una despedida
muy triste. El próximo año fue a Banes y yo estaba de vacaciones.
Iba a despedirse de sus familiares en Banes y de mí. Venía
acompañada de una amiga, Amelia Destrampes. Amelia nos tomó
unas fotos que desgraciadamente perdí en México.
Luego, más tarde dejamos de comunicarnos. Me resultaba
muy doloroso todo. En abril de 1975 recibí de labios de su abuela
Mariana la infelíz noticia de que Heidy había muerto en un
accidente de coche, ya viviendo en Estados Unidos.
Aunque tengo la certeza de que no la hemos perdido y
que sólo se cambió de casa, la angustia y la nostalgia a veces me
invaden el alma al pensar en Heidy, quien tal vez presintiendo su
muerte tan repentina, me decía siempre: “No me llames Heidy,
llámame algo para recordar”.
©René Dayre Abella

Extraído de Banes en la memoria, publicado por linden Lane Press Colección / Memorias 2013. A la venta en:http://www.amazon.com/s/ref=nb_sb_noss?url=search-alias%3Daps&field-keywords=banes+en+la+memoria+rene+dayre+abella

domingo, 5 de enero de 2014

Una carta de Gastón Baquero a Lydia Cabrera

  • pd
    Editor Jefe
  • ene 05, 201407:08h
  • 5 comentarios
lidia
Querida, querida Lidia:
La gente que habla swahili, gente de toda cortesía, abre su saludo diciendo: ¿jambo? ¿abari gani? que es la versión elegante de nuestro decir montuno y criollo ¿quíubo, qué pasa en el timbeque? Jambo, y quíubo, y holaquetál, te digo. Y como siempre, te escribo Lidia con i, porque en español eso es pelea, lucha, batalla. La y no le pega nada a una criolla rellolla. Con la i de Martí hay bautizo suficiente.
Florencio me dice que va a dedicarte un número de su admirable periódico de arte y patria, dos cosas que siempre están vivas y con ímpetu de carga al machete, de mambisería, en Florencio. Y como a él es inútil decirle no, porque hace mucho rebanó del diccionario esa palabra, como quien se saca la nigua del dedo gordo con una agujita de hacer canebá, yo acepto con gozo el participar de alguna manera en este “asaltico” que en el día de tu santo Florencio y muchos más quieren darte. Me arrebato y entro en la trulla guajira de tu alabanza, con sombrero de guano, con zapatos de baqueta, con filipina cruda, ¡y con bandurria! para cantarte el punto guajiro como una diana por el veinte de mayo, y por tu veinte de mayo.
No me gusta la palabra “homenaje” porque casi siempre rima con paliza y con uno de esos discursos que llaman algunos cubiches “arranque tribunicio”. ¡Solavaya! Decir “vamos a darle un homenaje a Fulanito”, o algo peor, vamos a darle un “homenajito” (en mi pueblo había una maestra linda y achocolatada como un cucurucho de Baracoa, que decía homenajecito y resoponcito), es como amenazar a un niño con leerle un artículo de E. R. de L. [se refiere a Emilio Roig de Leuchsenring] en Carteles, tortura prohibida expresamente en las partidas de Alfonsito el Sabichoso.
¡Los homenajes con discurso! ¿Te acuerdas de aquel amigo, bajito, melenudo, que parecía un león con cólico nefrítico nada más trepar a la tribuna, y perdía la noción del tiempo (no sin advertir modestamente al comenzar “voy a ser breve, muy breve”), y se arrojaba en la borrachera de las palabras, y traca, traca, traca, y fuácata, fuácata, fuácata, dejaba a los comensales hechos una cutarita, despeluzados como malatobos espoloneados por gallitos-giro de Manila rociados con sangre de cotunta?
No quiero imitar esto, ni aun por escrito que puede dejarse cuando uno quiera, porque sumarse a un homenaje por letra impresa no puede ser tampoco una ocasión para sacar el pavo real que llevamos dentro a pavonearse bajo el sol. Lo que quiero decirte, Lidia con i, es que me parece muy bien que gracias esta vez a Florencio podamos dejar regrabado en letras el sentimiento de gratitud hacia ti, que junto con el de cariño, tenemos muchos de los criollos que para ser completamente tales vivimos hoy como vivieron los mejores cubanos del siglo pasado, sin patria, pero sin amo.
Por muchas que sean las repeticiones escritas de estos sentimientos guajiros, criollos de raíz, ganados por Lidia en las almas de los cubanos-cubanos, siempre serán pocas en comparación con lo que te debemos. Lo escrito queda, y puede ser perenne, hasta donde cabe aspirar a perennidad para las acciones humanas. Lo que escribamos de ti, lo escribimos e imprimimos de la cubanía perfecta. (Iba a decir, no de ti, sino sobre ti, pero me avisé a tiempo de que escribir o imprimir sobre ti sería como anunciarte que vamos a hacerte un tatuaje, ¡y a no ser que se tratase de una palma real pintada por Botticelli, no veo cuál otro tatuaje sería propio de ti!). Por mucho que digamos en alabanza de quien como tú dedicó y dedica su vida a enseñarnos a identificar y a amar las raíces, no devolvemos ni la milésima parte de lo que nos tienes dado.
Lidia: hiciste muy bien en nacer un 20 de mayo. Eres lista prenatal. Naciste en el día del nacimiento de la República, y tú y yo sabemos a cuánta maravilla sabe la palabra República, la República. Lo que eso quiere decir para los cubanos con un poquitico de raíces criollas intactas, es difícil contarlo a los extraños. Ahora andan sueltos por ahí y por aquí, y por todas partes, algunos cubanitos comemierdas que dicen no sentir la patria, ni importarles nada su destrucción y su pena. Yo creo que adoptan esa pose, no por la cursilería de hacerse los europeos o los norteamericanos, sino porque les falta el valor de amar a Cuba, de querer a la patria, y estar lejos de ella. Para no sufrir, fingen no amar, no sentir nostalgia, ni echar de menos las raíces. Han hecho de la expatriación una despatriación, para que no les duela la diáspora, porque su egoísmo, su frivolidad y su hedonismo de quincallería les exige quitarse del corazón todo lo que pueda llevarlos al santo insomnio de Cuba.
Ahora que nos acercamos a la hora del bilan, del pasar balance, tú tienes que sentirte muy serena y contenta de tu fidelidad a la cubanía, a lo criollo rellollo. Habrá nacido contigo, dirás, para quitarle importancia a tu actitud y a tus aptitudes. Pero venga de donde venga, de volición o de destino, esa encarnación que hay en ti de lo criollo profundo, es cosa que fue, es y será una bendición para Cuba y para los cubanos.
El veinte de mayo nació una nueva manera —diseñada por Martí sobre la materia prima que venía borboteando entre las venas de la isla a lo largo de tres siglos— de ser entendida y cumplida la convivencia ideal de los cubanos. Las dificultades, las desobediencia a lo dictado por los Fundadores resumidos en el Fundador de la República, los incumplimientos y deslealtades con la patria, no dañan para nada al ser auténtico de la patria. Una de las características del bien es la resignación y la paciencia con que se espera que pasen los días del mal. La República, la Idea de la República del 20 de mayo, no ha muerto, ni puede morir.
Quienes, ciegos ante la historia y ante la verdad de esa República, han creído posible borrar las fechas, anular la manera martiana y pura de la convivencia, destruir todo el edificio de la República (dicen ellos que por tener grietas aquí y allá, goteras y defectos en la cumbrera exterior del tejado), no han podido hacer otra cosa que encadenar y retrotraer a Cuba a otra manera de colonia, cien veces más atroz que la anterior. No celebran el 20 de mayo, ni el 10 de octubre, ni el 24 de febrero, ni el 7 de diciembre, porque se han quedado sin raíces y sin libertad —¡el bien de los bienes, hasta para las bestias!— y pretenden que su patria está en Moscú, y que su Céspedes es Lenin, su Martí Fidel, y su Maceo el Ché. Decían “patria o muerte”, y la gente aplaudía; aplaudía hasta que descubrió que lo que querían decir estos cabritos era “patria muerta”. Decían traer la libertad, la paz y el bienestar para todos, y lo que trajeron fue la M del marxismo-leninismo, que en el vientre trae únicamente, y siembra en cuanto se apodera de un país, las cuatro emes terribles: muerte, miseria, maltratos y mierda. Y si al horror del marxismo-leninismo le agregas a Castrico y su morralla, ¡quiquiribú mandinga!
Frente a los que intentan borrar de la conciencia de los cubanos, hállense dentro o fuera de Cuba, y sea cual sea la edad de cada uno, la noción verdadera de patria, de la cubanía, de la criolledad (noción excluyente de la esclavitud y de la crueldad, los dos pilares del comunismo), frente a esos desdichados, ¿no tenemos que sentir multiplicada por mil la gratitud ante los que como tú aman a Cuba, y traen cada día un recuerdo, una lucecita más para que no se esfume la imagen, para que no se haga en nosotros la oscuridad de oscuridades que es no amar a una patria, no sentir una raíces, no recordar la enorme dicha de haber nacido en Cuba, la gloria de ser cubano.
Lidia, te dejo. No quiero darte la lata en vez de tocar la diana del 20 de mayo, el tararí de la alegría porque te tenemos, la diana por tu nacimiento, que era todo lo que quería decirte. Nosotros los tauros estamos orgullosos de que pertenezcas a la Casa Zodiacal que fue la cuna de Shakespeare, de Mahoma, de Ortega y Gasset, del Papa Woitila, y donde se nos coló Carlos Marx, que era el menos malo de los marxistas, y que se espantaría de ver lo que han hecho con él, como se espantarían Cristo y Martí, de lo que han hecho con el cristianismo y el martianismo muchos de sus presuntos seguidores.
He dicho más de una vez que las dos máximas desgracias históricas de la humanidad son las manos en que acabó por caer el cristianismo, y las manos en que cayó el socialismo. Los latinos teatralizaron y deformaron el cristianismo, por estatizarlo como los españoles, o por politizarlo y comercializarlo como los italianos; y los eslavos secuestraron el socialismo y lo monstruizaron en el molde tradicionalmente tiránico y esclavizador de aquella gente. Ni el latino concibe la humildad, ni el eslavo concibe la libertad, salvo rarísimas excepciones: San Francisco de Asís de un lado, Fedor Dostoievski de otro, y pocos, muy pocos más en ambas filas. ¡Un desastre que abarca veinte siglos de historia!
Perdóname por citarme a mí mismo, señal de que mi mala educación empeora por días. Estoy llegando, si no he llegado ya, a esa insoportable edad en que el hombre sólo habla de sí mismo, la edad del yo-yo-yo, que es también la de la vuelta al yoyo, pues por algo dijo Chateaubriand que un viejo es dos veces niño, y por algo dice un cuasi-poeta amigo tuyo llamado Gastonet que el viejo es un orinal donde mean los elefantes de los ángeles.
Te dejo al fin, que esto va pareciéndose a un discurso del caudaloso doctor Zayas. Yo aprendí a reconocerte el tesoro de la cubanía a raíz de lo que de ti pensaba y decía Lezama. Íbamos a verte a San José, a ti y a esa Dama Cubana pura que es Titina Rojas, como quien iba a una ceremonia de rebautizo bajo una ceiba. Cierto es que ni a él ni a mí nos faltó nunca el cordón umbilical bien ceñido a la tierra nuestra, pero de tiempo en tiempo sentíamos la necesidad de empaparnos más de lo cubano, como bajo un aguacero tremendo, de los que traen enterrado en los goterones de lluvia los frutos y la vida. Y fue Lezama quien nos confirmó la fiesta innumerable que es nacer donde nacimos.
Sé, Lidia, que no hace mucho bailaron un danzón Eugenio Florit y tú. Esa estampa criolla no me la perdí, porque yo vivo en el recuerdo, respiro por la memoria. Vi y reviví esa danza de ustedes, y me sentí muy feliz. Ya vendrán otros tiempos. Quizás no estaremos corpóreamente en ellos, ni tú, ni yo, ni ninguno de cuantos hoy estamos al lado tuyo duplicando el amor al 20 de mayo. Pero de algún modo sí estaremos allí, estaremos en los tiempos del otro renacimiento de Cuba, porque nunca hemos dejado de sentirnos extranjeros dondequiera hayamos vivido y vivamos fuera de Cuba. Albert Camus lo expresó a la perfección: Étranger, qui peut savoir ce que ce mot veut dire. Y el sol nuestro de cada día, el Martí de exilios infinitos, dijo: “Ya tarde a casa vuelvo [sic]: ¿Casa dije? no hay casa en tierra extraña!” [sic]. Somos extranjeros, a mucha honra, pero a mí en particular me duele que criollas como tú no puedan celebrar en Cuba el veinte de mayo de cada año y de todos los años, sea sobre o debajo de la tierra cubana, que es lo mismo.
Iba a despedirme con saludo africano-cubano, tomado, naturalmente, de un libro tuyo, pero recordé aquello que le dijo Nicolás Guillén a Stalin: “Capitán, a quien Changó proteja y a quien resguarde Ochún”, y luego de reírme abundantemente de esta comemierdería de Guillén, dí marcha atrás, por si acaso. Me despido sin más a la criolla, de ti, guajira profunda, capaz de hablar lo mismo con Rudyard Kipling que con Tata Cuñengue: ¡hasta pronto, hasta lueguito, hasta siempre, Lidia!
Un abrazo mío para Titina. Un recuerdo grande, de gratiud, para la buena gente que te quiere y te ayuda a seguir con la luz del alma encendida para iluminación de Cuba y de los cubanos. Pienso en Josefina Inclán, en Rosario Hiriart, en tantos nombres que, a la l no puedo poner aquí ahora. Tú eres algo tan especial, que has conseguido que hasta algunos mequetrefes del sub grupo Orígenes, que no respetan nada ni a nadie, se quiten ante ti el mugriento sombrero. Te pasa un poco lo que a Martí, que hasta los comunistas tienen que pretender apropiárselo. Tú eres demasiado buena. No te dejes entrevistar ni dar la lata por ninguna cagarruta con espejuelos, como esa que te entrevistó hace poco. Cuídate como un gallo fino, por dentro y por fuera. Huye de la gente con focú, de la que hay abundancia en Miami, capital del bembeteo, donde hay tantos que no pudiendo matar a Fidel de un bombazo quieren matarlo de un bembazo.
Te quiere, y pide bendiciones para ti a la luna, a la albahaca, a las nubes, a los montes, al mar, tu amigo, guajiro de Bijarú, de Remanganangua y de los Remates, de Bayatiquirí y de Baní, de Camagüey y de Camajuaní, del Cobre y de Jatibonico, tu amigo,
Gastón
PS: Para no iniciados, enumero algunas citas del original, no demasido precisas en un hombre de la edad del que escribió la carta. En primer lugar, la alusión al poema de Eliseo Diego, “El sitio en que tan bien se está”,
Tendrá que ver
cómo mi padre lo decía:
la República.
dibuja el escenario de la amistad/enemistad entre Gastón y Eliseo que tiene varios episodios abundantemente comentados.
La cita martiana, de los Versos libres (“No música tenaz, me hables del cielo…”), reza en el original:
Si del día penoso a casa vuelvo…
¿Casa dije? no hay casa en tierra ajena!…
¡Roto vuelvo en pedazos encendidos!
Me recojo del suelo: alzo y amaso
Los restos de mí mismo; ávido y triste,
Como un estatuador un Cristo roto:
La cita de Nicolás Guillén (Stalin, Capitán,/ a quien Changó proteja y a quien resguarde Ochún”) procede de su poema “Una canción a Stalin”.
[Esta carta se publica por cortesía de Cuban Heritage Collection, University of Miami Libraries. El mecanuscrito digitalizado puede consultarse aquí.]http://www.penultimosdias.com/2014/01/05/una-carta-de-gaston-baquero-a-lydia-cabrera/
TOMADO DE:

miércoles, 20 de noviembre de 2013

A LOS AMIGOS QUE ME HAN COMUNICADO SU INTERÉS EN ADQUIRIR MI LIBRO DE RELATOS TESTIMONIALES BANES EN LA MEMORIA, A CONTINUACIÓN LES DOY EL LINK DONDE PUEDEN ORDENARLO:
http://www.amazon.com/s/ref=nb_sb_noss?url=search-alias%3Daps&field-keywords=renedayre+abella+banes+en+la+memoria

sábado, 2 de noviembre de 2013

‘Banes en la memoria’, la recreación del alma de un lugar

 

Especial/El Nuevo Herald

Con la reciente compra de The Washington Post por parte de Jeff Bezos, fundador y presidente de Amazon, se han escrito algunos artículos preguntándose si este personaje, llegado ahora al periódico capitalino, traerá también la revolución de la industria impresa. Algo solo comparable a la revolución que significó siglos atrás la invención de la imprenta por Gutenberg.
Para nadie es un secreto que los lectores no parecen crecer al ritmo acelerado de la población, todo lo contrario, y que los periódicos impresos están sufriendo en especial la llegada de la era digital. Como quiera que se mire, estamos ante una revolución, para bien y para mal, que afectará la forma en que leemos y lo que leemos. Quizás podría decirse que hemos regresado a la edad de piedra, pues nada más parecido a la antigua forma de escritura que una tableta electrónica.
En medio de estas interrogantes me gustaría destacar algo positivo, único, que está generando la revolución tecnológica. Se trata del autor convertido en empresario, en editor, al autopublicarse y promocionar él mismo su obra. Y esto se debe sin duda a Amazon, que a través de su plataforma Create Space, le da a los creadores todos –escritores, músicos y cineastas– la posibilidad de competir en el mercado internacional.
Un articulista de The Washington Post señalaba que Amazon no podía aspirar a que una Hillary Clinton publicase sus memorias con ellos, teniendo tantas ofertas de contrato de las grandes editoriales. Esta observación iba sobre todo contra los autores que se autopublican y usan Amazon para sus fines. Un modo de descalificar a los que entran al negocio de lo que antes se conocía, también despectivamente, como vanity press, olvidando ese gran ejemplo de independencia que representó Hogarth Press, creada especialmente por Leonard y Virginia Woolf para publicar la obra de esta y de sus amigos. ¿Se atrevería alguien a calificar a Virginia Woolf de creadora mediocre, de segunda categoría, por ser una visionaria y la pionera de la nueva modalidad de autor-editor-promotor de su propia obra?
Tampoco estoy segura de quién publicó El Quijote, pues en su tiempo no existían esas editoriales que hoy día crean best sellers, y tampoco Cervantes recibió millones por una obra que ha impactado al mundo.
Sí, hemos arribado a una nueva era y el camino está abierto a muchas posibilidades, especialmente para los escritores que impacientes por dar a conocer sus obras y hartos de recibir rechazos por parte de las editoriales comerciales, toman en sus manos la tarea, casi artesanal, de aprender un nuevo oficio y presentarse al potencial lector usando los recursos que le ofrece Amazon –de impresión material y digital–, y especialmente los de distribución a nivel mundial.
La enorme ventaja que ofrece para un autor este tipo de gestión podría medirse por la diversidad de libros que vemos hoy día en Amazon, libros que a falta de intereses extraliterarios –pues no generan muchas ventas–, salen a la luz y cumplen la misión de informarnos y también de ser lectura provechosa para el espíritu.
Esto ha de suceder con un libro muy especial que acaba de ver la luz en Linden Lane Press. Se trata de Banes en la memoria, del escritor cubano René Dayre Abella, poeta nacido en 1946 y que cuenta con dos libros de poesía ya publicados: Poeta en la luna de Cuba y Golpes en la pared.
Abella, que por haber nacido en Banes y ser un memorioso de todo lo acontecido en la ciudad más conocida por dos personajes que la compartieron en algún momento de sus vidas –el dictador Fulgencio Batista y el tirano Fidel Castro–, ha llevado al papel su propia vida y, de paso, la de algunos de sus coterráneos. No falta el folclor del pueblo, ni sus tragedias. Ni los artistas famosos que actuaron allí en la década de 1950. El que nunca ha visitado esta ciudad de la costa norte de Cuba termina conociéndola tras la lectura de Banes en la memoria.
Se sorprenderán los lectores con algunas anécdotas de primera mano en torno a Batista y a Fidel Castro, y de la lucidez con que Abella nos relata detalles que han hecho de Banes un punto especial en la historia de Cuba.
Puede que Banes en la memoria no sea un libro de interés para las editoriales comerciales, que en su afán de hacer negocio con la publicación de un texto terminan por contribuir al creciente desinterés de los lectores por todo lo que no sea pura banalidad. Estas páginas, por lo contrario, se leen con la emoción, casi extinguida, de recrear el alma de un sitio. En este caso, un sitio tan significativo y especial, cuna de “generales y doctores”, pero también de grandes poetas como Gastón Baquero.

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TOMADO DE: http://www.elnuevoherald.com/2013/11/02/1604789/banes-en-la-memoria-la-recreacion.html

domingo, 20 de octubre de 2013

EL ESPIRITISMO EN BANES

Fragmento de mi libro derelatos testimoniales y de memorias BANES EN LA MEMORIA,recientemente publicado por Linden Lane Press y distribuido por Amazon.

©René Dayre Abella

A lo largo de la historia escrita, la humanidad ha sido testigo de los fenómenos propios del mediumnismo, y así lo han señalado los estudiosos de la paranormalidad, al igual que los sociólogos y demás especialistas en estos ámbitos. Desde ese ángulo podemos observar las prácticas del chamanismo en las diferentes culturas y los fenómenos de levitación y de otros prodigios dentro del contexto místico religioso, particularmente dentro del catolicismo. Ahí tenemos los casos de San José de Copertino y de Santa Teresa de Ávila, por ser los más divulgados y conocidos por clérigos y fieles de esa iglesia.
Siempre debemos tener en mente que una cosa es el mediumnismo y otra muy diferente es el Espritismo. Mediumnismo es fenómeno, tal y como señala con rigor Jon Aizpúrua, uno de los expositores más brillantes y esclarecidos de la Doctrina Espírita, y el Espiritismo es doctrina.
Con estos argumentos en mente deberemos distinguir siempre al mediumnismo de la Doctrina Espírita que nace con Allan Kardec, quien la codifica dentro del marco o paradigma positivista compteano, como un sistema de pensamiento racionalista, librepensador y laico.
De modo que la Doctrina Espírita, su sistematización, postulados y principios filosóficos nacen en el siglo XIX. Es relativamente joven, comparada con toda la casuísitica de la paranormalidad donde florece el mediumnismo, junto a los fenómenos propios del animismo y del chamanismo, que como vemos, han existido desde la más remota antigüedad. Confundir mediumnismo con Espiritismo es un craso error.
Otro detalle importante que hay que señalar es que estos brotes de mediumnismo se dan con mayor propensión dentro de un ambiente telúrico. Como no soy un especialista en el tema no puedo dar razones a este particular acontecimiento. Invito al lector amable a reflexionar un poco en los Misterios de Delfos y en otros lugares de peregrinación, sobre todo en los del catolicismo, como las grutas y parajes agrestes, donde según la mitología católica han tenido lugar las apariciones marianas. Todo gira en torno a las fuerzas telúricas. Ese fenómeno nos es muy familiar a los cubanos, pues casi siempre atestiguamos fenómenos, incluso muy auténticos, de fenomenismo mediúmnico en sierras y parajes inhóspitos como se dio en el caso de un dotado paragnosta nombrado Listoriel Moro Pérez, a quien se le atribuye ciertas curaciones y que vivía en unas montañas en la región de Baracoa, en los años sesenta del pasado siglo.
Banes, una pequeña localidad, enclavada en la región oriental del país, abrazada por un cíngulo de sierras y lomeríos, fue siempre fértil en médiums, no así en espíritas.
El primer caso documentado de Espiritismo en Banes surge a través de la figura de Isolina Feria Ricardo, quien además de poseer una desarrollada mediumnidad de efectos intelectuales era una auténtica Espírita Kardeciana. Como he contado en otra ocasión Isolina desarrolló sus dotes mediúmnicas en el Centro Espírita que presidía Nine Sierra en la localidad de Aura, cerca de la vecina Gibara.
Este personaje, Nine Sierra, del cual, lamentablemente no poseo datos, salvo que había sido un bambí y al finalizar la contienda con la independencia de la isla, se retiró a vivir muy humildemente con su prole a las localidades de Uñas y de Aura, cerca de Gibara, y allí fundó su Centro Espírita.
Según el testimonio de mis padres, que eran espíritas, Nine había desarrollado espontáneamente sus facultades durante la propia guerra de Independencia. Aseguraban mis padres, según le contaba el propio Nine, que sus superiores le confiaban ciertas misiones militares después de que el propio médium consultaba a las inteligencias espirituales y salían siempre vencedores en esas batallas.
La influencia de Nine Sierra se dejó sentir muy fuertemente en aquel Banes de comienzos del siglo XX. Muchos banenses acudían a Gibara a visitar el Centro de Nine para recibir asistencia espiritual, así como bienestar físico; tal fue el caso de la propia Isolina Feria, quien se recuperó totalmente de todas sus dolencias físicas. Una curación realmente extraordinaria.
Alrededor de Isolina Feria, quien junto a sus padres y hermanas vivía en una modesta vivienda de la calle Canales en Banes, comenzó a reunirse un grupo de personas de ambos sexos y casi la mayoría de extracción o formación católica.
En mi humilde opinión, este fenómeno dio margen para que después de su desencarnación muchos de sus seguidores opinasen que el espíritu Guía de la médium era el propio Jesús de Nazareth. Algo que en vida de Isolina el propio Guía refutara en más de una ocasión.
Al igual que en muchos de nuestros países de Latinoamérica, en Cuba, y Banes no fue ajeno a este fenómeno, era muy típico que familias e individuos católicos practicantes acudiesen al Centro Espírita, en particular a celebrar los llamados aniversarios de la desencarnación de sus deudos, algo similar a las famosas misas católicas de réquiem.
Entre los que formaban el cuerpo de mediumnidades del Centro de Isolina, recuerdo con mucho cariño a Margarita Marrero --quien además de espírita era teósofa y presidía la Logia Unidad de la Sección Cubana de la Sociedad Teosófica--, a Angélica Alonso, José Manuel Pérez Diéguez, Celia Puig, y a mis propios tíos, Walfrido Hernández y su esposa Blanca Del Río Legrá, al igual que a mi madre, Manuela Hernández.
Por supuesto que hago importantes omisiones por faltarme la memoria de todo lo acontecido, pues cuando Isolina Feria desencarnó yo apenas iba a cumplir nueve años, por lo que no puedo recordar mucho de los protagonistas de estos singulares acontecimientos.
Otra médium notable fue Esglórida Díaz, a quien cariñosamente nombraban Lalín. Lamentablemente tampoco poseo datos que me permitan dar aunque sea una breve semblanza de su vida y obra, salvo unas fotos que muy gentilmente me ofreció un querido amigo, Ariel Miranda, donde se observa una materialización ectoplásmica de una entidad femenina en un vaso de agua. Las tres fotos muestran las fases de la materialización hasta aparecer completamente lograda y muy nítida. Esas fotos pertenecieron a su abuelo, Don Santiago Miranda, quien era asiduo a las sesiones que desarrollaba Lalín y las de la propia Isolina Feria. Al contrario de Isolina, que era médium de efectos intelectuales —según la semántica kardeciana—, Lalín era médium de efectos físicos.
El Espiritismo local recibió un gran empuje en el plano cultural gracias a dos notables figuras del medio intelectual banense. La primera de ellas fue el afamado periodista santiaguero, pero avecindado en Banes, Eduardo Abril Amores, quien transitó al mismo tiempo entre la Teosofía y el Espiritismo, algo muy común en aquella época. Y la otra figura de relieve fue la de Amado Proenza, fotógrafo decano de Banes, quien se interesó por la investigación psíquica, logrando con una primitiva cámara montada sobre un trípode y a la luz del magnesio, las magníficas fotos a la que aludo más arriba.
Tanto Eduardo Abril Amores como el propio Amado Proenza se mantuvieron muy activos en el movimiento teosófico y gracias a la iniciativa de ellos surgió primero la Logia Unidad de la S.T. y luego El Pequeño Ciudadano y la Mesa Redonda Infantil, proyectos nacidos al calor del altruismo teosófico que no dista para nada del altruismo espírita.
Como vemos, el Espiritismo local banense también recibió el apoyo y la solidaridad del Movimiento Teosófico, así como de la Masonería. Al igual que recibió apoyo por parte de la prensa local. El periódico El Pueblo, el decano de la prensa banense, era muy receptivo con las actividades que se desenvolvían en el medio espírita. No hay que olvidar que allí laboraba como notable periodista nuestra querida Cristina Aguilera, a quien cariñosamente llamábamos Tina, lamentablemente ya fallecida y quien era una seguidora de la Doctrina Espírita Kardecista. También Rolando Gómez de Cárdenas se hacía eco de las notas sobre los aniversarios luctuosos de la desencarnación de Isolina Feria cada 14 de abril, en su leída revista literaria ¨Portada¨. Todo este material periodístico se puede consultar en la hemeroteca de la Biblioteca Pública “Carlos Fernández” de la ciudad de Banes.

El Movimiento Espírita Banense, liderado por Isolina Feria Ricardo, también se extendió a regiones vecinas como la ciudad de Antilla y los poblados de Deleite y Tacajó, donde existía una importante fábrica de azúcar o ingenio, como se les denomina en Cuba a estas industrias.
Tuve el privilegio de que mi padre, Juan Abella Bielsa, junto a su primera esposa, de quien enviudó luego, presidieran una Sociedad o Centro Espírita en el poblado de Tacajó, donde además de las labores mediúmnicas y de orientación a entidades recién desencarnadas que no reconocen su nuevo estado, se desarrollaban actividades de carácter cultural y de divulgación de la Doctrina Espírita.
Como mi padre, además de espírita, también era masón y teósofo, recibió la solidaridad de sus hermanos masones, quienes tradicionalmente se encuentran muy identificados con el Espiritismo. Sabemos que León Denis era masón, así como otras personalidades espíritas.
A través de la Masonería capitulada, mi padre --que ostentaba el grado 33-- conoció a Don Manuel Morales, director del ''Diario Masónico Hoy'', y como he contado en otra oportunidad, el propio Don Manuel a través de una experiencia tan dramática como lo es la muerte trágica de un hijo, encontró sosiego contactando su espíritu a través de una auténtica médium y decidió poner su periódico al servicio de la causa espírita. Desde entonces el ''Diario Masónico Hoy'' se convirtió en un periódico masónico-espiritista. Mi padre fue el corresponsal de ese periódico, hasta su desaparición de los medios de prensa espírita en los años treinta.
Cuando mi padre y su primera esposa, Doña Josefa Rodríguez Zarzabal, se mudaron a la vecina Antilla, continuaron sus labores espíritas celebrando sesiones en su propia vivienda y realizando otras periódicas actividades culturales. Un sobrino de mi padre, quien devino periodista y dirigía un periódico en Antilla, “El Sol de Antilla”, Enrique Causarás Abella, se vinculó al grupo de estudios espíritas y al igual que Don Manuel Morales, puso su periódico al servicio de la causa espiritista. También visitaban muy regularmente el Centro Espírita de Isolina en Banes.
Deleite es un poblado muy cercano a Banes y muy pintoresco. Allí residía una notable médium y auténtica espiritista kardecista, Juana Bautista Serrano, a quien cariñosamente la llamábamos Tita.
Tita ejercía magistralmente la mediumnidad parlante y también su guía le había dictado a una amanuense un folleto con el título “Inspiración”, siguiendo la misma orientación ofrecida por la entidad que desenvolvía la mediumnidad de Isolina Feria, o sea su Guía.
La labor básica en el Centro que presidía Tita era la orientación a espíritus que desconocían su nuevo estado espiritual, la desobsesión siguiendo las técnicas proporcionadas por Allan Kardec, la práctica de pases magnéticos como terapia en determinados casos, así como la caridad y el amor al prójimo.
Una vez que Isolina Feria desencarnó el 14 de abril de 1954, la tarea de continuar la obra espiritual recayó en una médium nombrada Ventura Martínez. Ventura era habanera y sus familiares más allegados la habían llevado a Banes para ser atendida por Isolina ya que estaba perturbada mentalmente y había sufrido hospitalización en dos ocasiones en el Hospital Psiquiátrico de La Habana, más conocido como Mazorra, sin mostrar mejoría alguna en su condición.
El Guía espiritual de Isolina pudo librar a la joven mujer de aquella terrible obsesión. Según me contaba mi madre, que fue testigo de fenómenos en la casa de Isolina, en una ocasión Ventura fue levitada hasta el techo del Centro y desde allí comenzó a lanzar blasfemias y a vociferar. La recuperación se obró en su totalidad. La joven Ventura no sólo abandonó su perturbación mental sino que se propuso estudiar las obras kardecianas y de autores como León Denis, Amalia Domingo Soler y otros.
Como no tenía obligaciones familiares y era una joven soltera, decidió quedarse en la Casa de Isolina y formar parte del cuerpo de médiums, pues desarrolló más de una facultad.
Tengo una particular anécdota de Ventura. Como he dicho antes, al desencarnar Isolina yo era muy pequeño. Puedo recordar los detalles de su sepelio, pero eso es todo. Sin embargo, de Ventura puedo contar cosas muy curiosas. Recuerdo que cuando me veía me decía: “ahí viene el curita de ayer”, y confieso que no me agradaba esa observación y un día le dije un poco molesto: “¿por qué me dice usted el curita de ayer?”. Y su respuesta me sorprendió: “porque tu última, o más bien previa encarnación, transcurrió entre los hábitos. Sí, Renecito tú fuiste un curita”. Mucho tiempo después. tres personas en lugares muy alejados uno del otro y sin conocer apenas detalles de mi propia existencia, confirmaron lo señalado por Ventura.
En este breve resumen del Espiritismo en Banes me he detenido a examinar la génesis del Movimiento Espírita de orientación kardeciana centrándome en las figuras de Isolina Feria Ricardo, Esglórida Díaz, Juana Bautista Serrano y por último Ventura Martínez. Pero, para ser honestos, hubo también otras figuras que aunque, lamentablemente, mezclaron creencias católicas o sincréticas, no dejaron de ser auténticos médiums y de alguna forma divulgaron, aunque un poco distorcionadamente, hay que reconocerlo, la Obra Espírita. Entre esas personalidades recuerdo a Juanita Nápoles, Juana Quiñones, quien vivía en un paraje conocido como El Donque, donde presencié sesiones y comprobé fenómenos muy auténticos, aunque todo enmarcado en un ambiente místico-religioso. Y por último, Flora Mederos, y Juana Petit.

Durante los años veinte y treinta de la pasada centuria, el Espiritismo a nivel nacional había alcanzado una gran divulgación y prestigio en los ámbitos intelectuales y culturales de la nación cubana gracias a la labor desarrollada por la Sociedad Espiritista de Cuba, inspirada en el proyecto kardeciano de la Sociedad Espiritista de París. Esta Sociedad nació de la iniciativa de Julio Gálvez Otero, espírita borincano, quien, además, era un excelente periodista y divulgaba temas de carácter espírita en la famosa Revista Carteles, así como de destacadas figuras de la intelectualidad habanera, destacándose por su dimensión Don Fernando Ortíz, el gran etnólogo e intelectual cubano.
La Sociedad Espiritista de Cuba tenía como órgano difusor la Revista Psiquis y había organizado centros y sociedades en las provincias occidentales del país, no así en el interior de las provincias orientales. Desde Santiago de Cuba la doctora Fidela Cobo Sabas había desarrollado un movimiento al que llamó Reivindicación que proponía la integración de los centros y sociedades espíritas orientales. Editaba una revista con el mismo nombre de su Movimiento; “Reivindicación”, la cual se mantuvo en circulación hasta comienzos de los años setenta. Recuerdo que en 1973 la visité en su casa de la calle Trocha en Santiago de Cuba y me dijo que estaba confrontando problemas con la impresión de la revista en la Editorial Cáscara porque, a pesar de que la organización estaba registrada en el llamado Registro de Asociaciones de la JUCEI provincial, la editorial había recibido órdenes de no continuar imprimiendo la revista. Ya se veía la sombra del oficialismo del gobierno marxista cubano interviniendo en el movimiento espírita al que combatían como una forma de religión.
La Sociedad Espiritista de Cuba tuvo una existencia un poco efímera para dar paso a la creación de una poderosa y muy bien organizada Confederación Nacional Espiritista de Cuba, formada por las seis Federaciones Provinciales y éstas, a su vez, estaban constituidas en organismos locales con el nombre de Federaciones Municipales.
El Centro que presidía Isolina estaba integrado a la Federación Espiritista de Oriente. Recuerdo que sus directivos fueron, entre otros, Armando Payás Villalón y José Cruz Ferrera. El Delegado del Centro ante la Federación era Don Rafael Ramallo.
Después de la desencarnación de Isolina Feria en el año 1954, aparentemente el vínculo con la Federación Provincial se rompió, e ignoro las causas. Justo en el año 1963 y de modo “accidental”, según refiero en uno los relatos que conforman mi libro Banes en la memoria, pude adquirir de manos de José Manuel Pérez Diéguez un ejemplar de la revista ¨Reivindicación¨, donde aparecía un directorio de centros y sociedades, con los cuales comencé a desarrollar un intercambio de correspondencias que me resultó muy provechoso.
A través de ese directorio conocí de centros y sociedades en la región y también me puse en contacto con Isidoro Díaz Anido, un espírita notable que residía en la ciudad de Santa Clara y con Víctor Casalín, de la ciudad de Matanzas, quien me comunicó que acababan de disolver en un congreso extraordinario la Confederación Nacional Espiritista mediante la más irresponsable de las decisiones. Se perdió el edificio social, ya que los directivos de la Confederación, Nicolás Medina Escaño y Rodolfo Rigal Rusias, habían entregado a la Dirección de la Reforma Urbana el inmueble. Se perdieron además de los archivos, una gruesa biblioteca. Fue una lamentable pérdida.
Gracias al intercambio epistolar con amigos y compañeros en el Ideal Espírita pude reunir algunos volúmenes de obras de contenido doctrinario, las que agregué a la que pequeña biblioteca que poseía mi padre y cuya lectura me produjo gran provecho espiritual, ayudándome a crear una óptica y una cosmovisión completamente nuevas para mí, superando esa fase de nihilismo materialista arraigada en mis años de adolescencia.
A raíz de mi encuentro con la doctora Fidela Cobo pude convencer a Ventura, la médium que presidía el Centro Espírita, a adherirnos al Movimiento Reivindicación, incluso me aceptó la propuesta de nombrar al Centro como “Memorias a Isolina” y así entró a formar parte de la familia de Reivindicación, hasta que el movimiento, así como la revista, desaparecieron en el año siguiente, o sea, en 1974.
Unos años antes de contactar a la doctora Fidela Cobo Sabas, en 1967 recibí una invitación de Marcos Álvarez y de Rubén Pérez Viciedo, de la ciudad de Sancti Spiritus, para integrarme a una organización que acababan de crear con algunos de los antiguos miembros y dirigentes de las Federaciones Provinciales. Así nació la Fraternidad Espiritista de Cuba.
Pude participar de un encuentro espírita en la Sociedad Amalia Domingo Soler, de Melones, una localidad cerca de Gibara, en el oriente cubano. Nos reunimos en aquella oportunidad unas sesenta personas de distintas provincias. Recuerdo que conocí a una médium que me dio notables pruebas de identidad de una persona recién fallecida muy cercana a mí de la cual, por supuesto, no tenía ni la menor idea, ya que éramos desconocidos uno a otro. Recuerdo a otra médium notable, Esperanza, pero he olvidado su apellido. Residía en Cienfuegos y en una ocasión la visité en su casa. Muy amable y fraterna.
En 1968, me fui a Topes de Collantes a estudiar la carrera magisterial en el antiguo Instituto Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, y perdí el contacto con el centro ¨Memorias a Isolina¨. Sin embargo, a través de mis padres y demás familiares supe que el Centro continuó con sus actividades regularmente hasta la desencarnación de Ventura Martínez en los años noventa.
Según tengo entendido, hay otra médium al frente de la Obra Espírita, por lo que la labor que desarrolló Isolina Feria Ricardo fructificó de modo abundante. No hay un solo banense, espírita o no espírita que no conozca la Casa de Isolina, como familiarmente llaman al centro espírita.

Estas tres fotos recogen el proceso de materialización
ectoplásmica en un recipiente con agua, lograda a través de la
médium de efectos físicos Esglórida Díaz, Lalin, de quien hablo
en el relato. Las fotos son inéditas e históricas, porque es la primera
vez que se logra una materialización en un vaso o recipiente con
agua. Desde los tiempos de Eusapia Paladino y otras famosas
médiums de efectos físicos las materializaciones siempre se daban
en un gabinete a oscuras y luego salían del gabinete y recorrían la
estancia dejándose fotografiar por los investigadores, a veces esas
materializaciones eran parciales por lo que resultaban un poco
impresionantes o repugnantes por ejemplo parte del busto con un
solo ojo formado en el rostro o una figura sin extremidades. Sólo
un médium brasileño famoso logró materializar espíritus a la luz
plena del dia, se llamaba Carlos Mirabelli. Todavía se estudia su
caso porque vivió en el siglo
pasado y sus investigadores
contaban cor recursos
tecnológicos más avanzados
que en el siglo XIX.
Lo que hace singular
estas fotos y a este caso de
materialización en un
recipiente con agua es que es
único. No se registra ningún
caso semejante en toda la
casuística del fenómeno de las
materializaciones ectoplásmicas
documentadas. Las fotos
son de Ariel Miranda, quien las
heredó de su abuelo Don
Santiago Miranda que escribía
para la prensa local de Banes.
El fotógrafo fue Amado
Proenza, de quien hablo en el
relato. Tengo autorización de
Ariel Miranda para reproducir las fotos.