El propósito que nos anima al crear este nuevo blog es mantener vivo en el recuerdo ese retazo de tierra taína que nos vio nacer: Banes, acercando a todos los Banenses a través de la evocación de imágenes y recuerdos. Es el sitio virtual idóneo para detenerse a conversar, como en los viejos tiempos, relatando anécdotas que nos lleven definitivamente al reencuentro con el pasado. Complementa nuestra exposición una iconografía banense, así como una galería de banenses ilustres.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

A LOS AMIGOS QUE ME HAN COMUNICADO SU INTERÉS EN ADQUIRIR MI LIBRO DE RELATOS TESTIMONIALES BANES EN LA MEMORIA, A CONTINUACIÓN LES DOY EL LINK DONDE PUEDEN ORDENARLO:
http://www.amazon.com/s/ref=nb_sb_noss?url=search-alias%3Daps&field-keywords=renedayre+abella+banes+en+la+memoria

sábado, 2 de noviembre de 2013

‘Banes en la memoria’, la recreación del alma de un lugar

 

Especial/El Nuevo Herald

Con la reciente compra de The Washington Post por parte de Jeff Bezos, fundador y presidente de Amazon, se han escrito algunos artículos preguntándose si este personaje, llegado ahora al periódico capitalino, traerá también la revolución de la industria impresa. Algo solo comparable a la revolución que significó siglos atrás la invención de la imprenta por Gutenberg.
Para nadie es un secreto que los lectores no parecen crecer al ritmo acelerado de la población, todo lo contrario, y que los periódicos impresos están sufriendo en especial la llegada de la era digital. Como quiera que se mire, estamos ante una revolución, para bien y para mal, que afectará la forma en que leemos y lo que leemos. Quizás podría decirse que hemos regresado a la edad de piedra, pues nada más parecido a la antigua forma de escritura que una tableta electrónica.
En medio de estas interrogantes me gustaría destacar algo positivo, único, que está generando la revolución tecnológica. Se trata del autor convertido en empresario, en editor, al autopublicarse y promocionar él mismo su obra. Y esto se debe sin duda a Amazon, que a través de su plataforma Create Space, le da a los creadores todos –escritores, músicos y cineastas– la posibilidad de competir en el mercado internacional.
Un articulista de The Washington Post señalaba que Amazon no podía aspirar a que una Hillary Clinton publicase sus memorias con ellos, teniendo tantas ofertas de contrato de las grandes editoriales. Esta observación iba sobre todo contra los autores que se autopublican y usan Amazon para sus fines. Un modo de descalificar a los que entran al negocio de lo que antes se conocía, también despectivamente, como vanity press, olvidando ese gran ejemplo de independencia que representó Hogarth Press, creada especialmente por Leonard y Virginia Woolf para publicar la obra de esta y de sus amigos. ¿Se atrevería alguien a calificar a Virginia Woolf de creadora mediocre, de segunda categoría, por ser una visionaria y la pionera de la nueva modalidad de autor-editor-promotor de su propia obra?
Tampoco estoy segura de quién publicó El Quijote, pues en su tiempo no existían esas editoriales que hoy día crean best sellers, y tampoco Cervantes recibió millones por una obra que ha impactado al mundo.
Sí, hemos arribado a una nueva era y el camino está abierto a muchas posibilidades, especialmente para los escritores que impacientes por dar a conocer sus obras y hartos de recibir rechazos por parte de las editoriales comerciales, toman en sus manos la tarea, casi artesanal, de aprender un nuevo oficio y presentarse al potencial lector usando los recursos que le ofrece Amazon –de impresión material y digital–, y especialmente los de distribución a nivel mundial.
La enorme ventaja que ofrece para un autor este tipo de gestión podría medirse por la diversidad de libros que vemos hoy día en Amazon, libros que a falta de intereses extraliterarios –pues no generan muchas ventas–, salen a la luz y cumplen la misión de informarnos y también de ser lectura provechosa para el espíritu.
Esto ha de suceder con un libro muy especial que acaba de ver la luz en Linden Lane Press. Se trata de Banes en la memoria, del escritor cubano René Dayre Abella, poeta nacido en 1946 y que cuenta con dos libros de poesía ya publicados: Poeta en la luna de Cuba y Golpes en la pared.
Abella, que por haber nacido en Banes y ser un memorioso de todo lo acontecido en la ciudad más conocida por dos personajes que la compartieron en algún momento de sus vidas –el dictador Fulgencio Batista y el tirano Fidel Castro–, ha llevado al papel su propia vida y, de paso, la de algunos de sus coterráneos. No falta el folclor del pueblo, ni sus tragedias. Ni los artistas famosos que actuaron allí en la década de 1950. El que nunca ha visitado esta ciudad de la costa norte de Cuba termina conociéndola tras la lectura de Banes en la memoria.
Se sorprenderán los lectores con algunas anécdotas de primera mano en torno a Batista y a Fidel Castro, y de la lucidez con que Abella nos relata detalles que han hecho de Banes un punto especial en la historia de Cuba.
Puede que Banes en la memoria no sea un libro de interés para las editoriales comerciales, que en su afán de hacer negocio con la publicación de un texto terminan por contribuir al creciente desinterés de los lectores por todo lo que no sea pura banalidad. Estas páginas, por lo contrario, se leen con la emoción, casi extinguida, de recrear el alma de un sitio. En este caso, un sitio tan significativo y especial, cuna de “generales y doctores”, pero también de grandes poetas como Gastón Baquero.

Más de Artes y Letras

TOMADO DE: http://www.elnuevoherald.com/2013/11/02/1604789/banes-en-la-memoria-la-recreacion.html

domingo, 20 de octubre de 2013

EL ESPIRITISMO EN BANES

Fragmento de mi libro derelatos testimoniales y de memorias BANES EN LA MEMORIA,recientemente publicado por Linden Lane Press y distribuido por Amazon.

©René Dayre Abella

A lo largo de la historia escrita, la humanidad ha sido testigo de los fenómenos propios del mediumnismo, y así lo han señalado los estudiosos de la paranormalidad, al igual que los sociólogos y demás especialistas en estos ámbitos. Desde ese ángulo podemos observar las prácticas del chamanismo en las diferentes culturas y los fenómenos de levitación y de otros prodigios dentro del contexto místico religioso, particularmente dentro del catolicismo. Ahí tenemos los casos de San José de Copertino y de Santa Teresa de Ávila, por ser los más divulgados y conocidos por clérigos y fieles de esa iglesia.
Siempre debemos tener en mente que una cosa es el mediumnismo y otra muy diferente es el Espritismo. Mediumnismo es fenómeno, tal y como señala con rigor Jon Aizpúrua, uno de los expositores más brillantes y esclarecidos de la Doctrina Espírita, y el Espiritismo es doctrina.
Con estos argumentos en mente deberemos distinguir siempre al mediumnismo de la Doctrina Espírita que nace con Allan Kardec, quien la codifica dentro del marco o paradigma positivista compteano, como un sistema de pensamiento racionalista, librepensador y laico.
De modo que la Doctrina Espírita, su sistematización, postulados y principios filosóficos nacen en el siglo XIX. Es relativamente joven, comparada con toda la casuísitica de la paranormalidad donde florece el mediumnismo, junto a los fenómenos propios del animismo y del chamanismo, que como vemos, han existido desde la más remota antigüedad. Confundir mediumnismo con Espiritismo es un craso error.
Otro detalle importante que hay que señalar es que estos brotes de mediumnismo se dan con mayor propensión dentro de un ambiente telúrico. Como no soy un especialista en el tema no puedo dar razones a este particular acontecimiento. Invito al lector amable a reflexionar un poco en los Misterios de Delfos y en otros lugares de peregrinación, sobre todo en los del catolicismo, como las grutas y parajes agrestes, donde según la mitología católica han tenido lugar las apariciones marianas. Todo gira en torno a las fuerzas telúricas. Ese fenómeno nos es muy familiar a los cubanos, pues casi siempre atestiguamos fenómenos, incluso muy auténticos, de fenomenismo mediúmnico en sierras y parajes inhóspitos como se dio en el caso de un dotado paragnosta nombrado Listoriel Moro Pérez, a quien se le atribuye ciertas curaciones y que vivía en unas montañas en la región de Baracoa, en los años sesenta del pasado siglo.
Banes, una pequeña localidad, enclavada en la región oriental del país, abrazada por un cíngulo de sierras y lomeríos, fue siempre fértil en médiums, no así en espíritas.
El primer caso documentado de Espiritismo en Banes surge a través de la figura de Isolina Feria Ricardo, quien además de poseer una desarrollada mediumnidad de efectos intelectuales era una auténtica Espírita Kardeciana. Como he contado en otra ocasión Isolina desarrolló sus dotes mediúmnicas en el Centro Espírita que presidía Nine Sierra en la localidad de Aura, cerca de la vecina Gibara.
Este personaje, Nine Sierra, del cual, lamentablemente no poseo datos, salvo que había sido un bambí y al finalizar la contienda con la independencia de la isla, se retiró a vivir muy humildemente con su prole a las localidades de Uñas y de Aura, cerca de Gibara, y allí fundó su Centro Espírita.
Según el testimonio de mis padres, que eran espíritas, Nine había desarrollado espontáneamente sus facultades durante la propia guerra de Independencia. Aseguraban mis padres, según le contaba el propio Nine, que sus superiores le confiaban ciertas misiones militares después de que el propio médium consultaba a las inteligencias espirituales y salían siempre vencedores en esas batallas.
La influencia de Nine Sierra se dejó sentir muy fuertemente en aquel Banes de comienzos del siglo XX. Muchos banenses acudían a Gibara a visitar el Centro de Nine para recibir asistencia espiritual, así como bienestar físico; tal fue el caso de la propia Isolina Feria, quien se recuperó totalmente de todas sus dolencias físicas. Una curación realmente extraordinaria.
Alrededor de Isolina Feria, quien junto a sus padres y hermanas vivía en una modesta vivienda de la calle Canales en Banes, comenzó a reunirse un grupo de personas de ambos sexos y casi la mayoría de extracción o formación católica.
En mi humilde opinión, este fenómeno dio margen para que después de su desencarnación muchos de sus seguidores opinasen que el espíritu Guía de la médium era el propio Jesús de Nazareth. Algo que en vida de Isolina el propio Guía refutara en más de una ocasión.
Al igual que en muchos de nuestros países de Latinoamérica, en Cuba, y Banes no fue ajeno a este fenómeno, era muy típico que familias e individuos católicos practicantes acudiesen al Centro Espírita, en particular a celebrar los llamados aniversarios de la desencarnación de sus deudos, algo similar a las famosas misas católicas de réquiem.
Entre los que formaban el cuerpo de mediumnidades del Centro de Isolina, recuerdo con mucho cariño a Margarita Marrero --quien además de espírita era teósofa y presidía la Logia Unidad de la Sección Cubana de la Sociedad Teosófica--, a Angélica Alonso, José Manuel Pérez Diéguez, Celia Puig, y a mis propios tíos, Walfrido Hernández y su esposa Blanca Del Río Legrá, al igual que a mi madre, Manuela Hernández.
Por supuesto que hago importantes omisiones por faltarme la memoria de todo lo acontecido, pues cuando Isolina Feria desencarnó yo apenas iba a cumplir nueve años, por lo que no puedo recordar mucho de los protagonistas de estos singulares acontecimientos.
Otra médium notable fue Esglórida Díaz, a quien cariñosamente nombraban Lalín. Lamentablemente tampoco poseo datos que me permitan dar aunque sea una breve semblanza de su vida y obra, salvo unas fotos que muy gentilmente me ofreció un querido amigo, Ariel Miranda, donde se observa una materialización ectoplásmica de una entidad femenina en un vaso de agua. Las tres fotos muestran las fases de la materialización hasta aparecer completamente lograda y muy nítida. Esas fotos pertenecieron a su abuelo, Don Santiago Miranda, quien era asiduo a las sesiones que desarrollaba Lalín y las de la propia Isolina Feria. Al contrario de Isolina, que era médium de efectos intelectuales —según la semántica kardeciana—, Lalín era médium de efectos físicos.
El Espiritismo local recibió un gran empuje en el plano cultural gracias a dos notables figuras del medio intelectual banense. La primera de ellas fue el afamado periodista santiaguero, pero avecindado en Banes, Eduardo Abril Amores, quien transitó al mismo tiempo entre la Teosofía y el Espiritismo, algo muy común en aquella época. Y la otra figura de relieve fue la de Amado Proenza, fotógrafo decano de Banes, quien se interesó por la investigación psíquica, logrando con una primitiva cámara montada sobre un trípode y a la luz del magnesio, las magníficas fotos a la que aludo más arriba.
Tanto Eduardo Abril Amores como el propio Amado Proenza se mantuvieron muy activos en el movimiento teosófico y gracias a la iniciativa de ellos surgió primero la Logia Unidad de la S.T. y luego El Pequeño Ciudadano y la Mesa Redonda Infantil, proyectos nacidos al calor del altruismo teosófico que no dista para nada del altruismo espírita.
Como vemos, el Espiritismo local banense también recibió el apoyo y la solidaridad del Movimiento Teosófico, así como de la Masonería. Al igual que recibió apoyo por parte de la prensa local. El periódico El Pueblo, el decano de la prensa banense, era muy receptivo con las actividades que se desenvolvían en el medio espírita. No hay que olvidar que allí laboraba como notable periodista nuestra querida Cristina Aguilera, a quien cariñosamente llamábamos Tina, lamentablemente ya fallecida y quien era una seguidora de la Doctrina Espírita Kardecista. También Rolando Gómez de Cárdenas se hacía eco de las notas sobre los aniversarios luctuosos de la desencarnación de Isolina Feria cada 14 de abril, en su leída revista literaria ¨Portada¨. Todo este material periodístico se puede consultar en la hemeroteca de la Biblioteca Pública “Carlos Fernández” de la ciudad de Banes.

El Movimiento Espírita Banense, liderado por Isolina Feria Ricardo, también se extendió a regiones vecinas como la ciudad de Antilla y los poblados de Deleite y Tacajó, donde existía una importante fábrica de azúcar o ingenio, como se les denomina en Cuba a estas industrias.
Tuve el privilegio de que mi padre, Juan Abella Bielsa, junto a su primera esposa, de quien enviudó luego, presidieran una Sociedad o Centro Espírita en el poblado de Tacajó, donde además de las labores mediúmnicas y de orientación a entidades recién desencarnadas que no reconocen su nuevo estado, se desarrollaban actividades de carácter cultural y de divulgación de la Doctrina Espírita.
Como mi padre, además de espírita, también era masón y teósofo, recibió la solidaridad de sus hermanos masones, quienes tradicionalmente se encuentran muy identificados con el Espiritismo. Sabemos que León Denis era masón, así como otras personalidades espíritas.
A través de la Masonería capitulada, mi padre --que ostentaba el grado 33-- conoció a Don Manuel Morales, director del ''Diario Masónico Hoy'', y como he contado en otra oportunidad, el propio Don Manuel a través de una experiencia tan dramática como lo es la muerte trágica de un hijo, encontró sosiego contactando su espíritu a través de una auténtica médium y decidió poner su periódico al servicio de la causa espírita. Desde entonces el ''Diario Masónico Hoy'' se convirtió en un periódico masónico-espiritista. Mi padre fue el corresponsal de ese periódico, hasta su desaparición de los medios de prensa espírita en los años treinta.
Cuando mi padre y su primera esposa, Doña Josefa Rodríguez Zarzabal, se mudaron a la vecina Antilla, continuaron sus labores espíritas celebrando sesiones en su propia vivienda y realizando otras periódicas actividades culturales. Un sobrino de mi padre, quien devino periodista y dirigía un periódico en Antilla, “El Sol de Antilla”, Enrique Causarás Abella, se vinculó al grupo de estudios espíritas y al igual que Don Manuel Morales, puso su periódico al servicio de la causa espiritista. También visitaban muy regularmente el Centro Espírita de Isolina en Banes.
Deleite es un poblado muy cercano a Banes y muy pintoresco. Allí residía una notable médium y auténtica espiritista kardecista, Juana Bautista Serrano, a quien cariñosamente la llamábamos Tita.
Tita ejercía magistralmente la mediumnidad parlante y también su guía le había dictado a una amanuense un folleto con el título “Inspiración”, siguiendo la misma orientación ofrecida por la entidad que desenvolvía la mediumnidad de Isolina Feria, o sea su Guía.
La labor básica en el Centro que presidía Tita era la orientación a espíritus que desconocían su nuevo estado espiritual, la desobsesión siguiendo las técnicas proporcionadas por Allan Kardec, la práctica de pases magnéticos como terapia en determinados casos, así como la caridad y el amor al prójimo.
Una vez que Isolina Feria desencarnó el 14 de abril de 1954, la tarea de continuar la obra espiritual recayó en una médium nombrada Ventura Martínez. Ventura era habanera y sus familiares más allegados la habían llevado a Banes para ser atendida por Isolina ya que estaba perturbada mentalmente y había sufrido hospitalización en dos ocasiones en el Hospital Psiquiátrico de La Habana, más conocido como Mazorra, sin mostrar mejoría alguna en su condición.
El Guía espiritual de Isolina pudo librar a la joven mujer de aquella terrible obsesión. Según me contaba mi madre, que fue testigo de fenómenos en la casa de Isolina, en una ocasión Ventura fue levitada hasta el techo del Centro y desde allí comenzó a lanzar blasfemias y a vociferar. La recuperación se obró en su totalidad. La joven Ventura no sólo abandonó su perturbación mental sino que se propuso estudiar las obras kardecianas y de autores como León Denis, Amalia Domingo Soler y otros.
Como no tenía obligaciones familiares y era una joven soltera, decidió quedarse en la Casa de Isolina y formar parte del cuerpo de médiums, pues desarrolló más de una facultad.
Tengo una particular anécdota de Ventura. Como he dicho antes, al desencarnar Isolina yo era muy pequeño. Puedo recordar los detalles de su sepelio, pero eso es todo. Sin embargo, de Ventura puedo contar cosas muy curiosas. Recuerdo que cuando me veía me decía: “ahí viene el curita de ayer”, y confieso que no me agradaba esa observación y un día le dije un poco molesto: “¿por qué me dice usted el curita de ayer?”. Y su respuesta me sorprendió: “porque tu última, o más bien previa encarnación, transcurrió entre los hábitos. Sí, Renecito tú fuiste un curita”. Mucho tiempo después. tres personas en lugares muy alejados uno del otro y sin conocer apenas detalles de mi propia existencia, confirmaron lo señalado por Ventura.
En este breve resumen del Espiritismo en Banes me he detenido a examinar la génesis del Movimiento Espírita de orientación kardeciana centrándome en las figuras de Isolina Feria Ricardo, Esglórida Díaz, Juana Bautista Serrano y por último Ventura Martínez. Pero, para ser honestos, hubo también otras figuras que aunque, lamentablemente, mezclaron creencias católicas o sincréticas, no dejaron de ser auténticos médiums y de alguna forma divulgaron, aunque un poco distorcionadamente, hay que reconocerlo, la Obra Espírita. Entre esas personalidades recuerdo a Juanita Nápoles, Juana Quiñones, quien vivía en un paraje conocido como El Donque, donde presencié sesiones y comprobé fenómenos muy auténticos, aunque todo enmarcado en un ambiente místico-religioso. Y por último, Flora Mederos, y Juana Petit.

Durante los años veinte y treinta de la pasada centuria, el Espiritismo a nivel nacional había alcanzado una gran divulgación y prestigio en los ámbitos intelectuales y culturales de la nación cubana gracias a la labor desarrollada por la Sociedad Espiritista de Cuba, inspirada en el proyecto kardeciano de la Sociedad Espiritista de París. Esta Sociedad nació de la iniciativa de Julio Gálvez Otero, espírita borincano, quien, además, era un excelente periodista y divulgaba temas de carácter espírita en la famosa Revista Carteles, así como de destacadas figuras de la intelectualidad habanera, destacándose por su dimensión Don Fernando Ortíz, el gran etnólogo e intelectual cubano.
La Sociedad Espiritista de Cuba tenía como órgano difusor la Revista Psiquis y había organizado centros y sociedades en las provincias occidentales del país, no así en el interior de las provincias orientales. Desde Santiago de Cuba la doctora Fidela Cobo Sabas había desarrollado un movimiento al que llamó Reivindicación que proponía la integración de los centros y sociedades espíritas orientales. Editaba una revista con el mismo nombre de su Movimiento; “Reivindicación”, la cual se mantuvo en circulación hasta comienzos de los años setenta. Recuerdo que en 1973 la visité en su casa de la calle Trocha en Santiago de Cuba y me dijo que estaba confrontando problemas con la impresión de la revista en la Editorial Cáscara porque, a pesar de que la organización estaba registrada en el llamado Registro de Asociaciones de la JUCEI provincial, la editorial había recibido órdenes de no continuar imprimiendo la revista. Ya se veía la sombra del oficialismo del gobierno marxista cubano interviniendo en el movimiento espírita al que combatían como una forma de religión.
La Sociedad Espiritista de Cuba tuvo una existencia un poco efímera para dar paso a la creación de una poderosa y muy bien organizada Confederación Nacional Espiritista de Cuba, formada por las seis Federaciones Provinciales y éstas, a su vez, estaban constituidas en organismos locales con el nombre de Federaciones Municipales.
El Centro que presidía Isolina estaba integrado a la Federación Espiritista de Oriente. Recuerdo que sus directivos fueron, entre otros, Armando Payás Villalón y José Cruz Ferrera. El Delegado del Centro ante la Federación era Don Rafael Ramallo.
Después de la desencarnación de Isolina Feria en el año 1954, aparentemente el vínculo con la Federación Provincial se rompió, e ignoro las causas. Justo en el año 1963 y de modo “accidental”, según refiero en uno los relatos que conforman mi libro Banes en la memoria, pude adquirir de manos de José Manuel Pérez Diéguez un ejemplar de la revista ¨Reivindicación¨, donde aparecía un directorio de centros y sociedades, con los cuales comencé a desarrollar un intercambio de correspondencias que me resultó muy provechoso.
A través de ese directorio conocí de centros y sociedades en la región y también me puse en contacto con Isidoro Díaz Anido, un espírita notable que residía en la ciudad de Santa Clara y con Víctor Casalín, de la ciudad de Matanzas, quien me comunicó que acababan de disolver en un congreso extraordinario la Confederación Nacional Espiritista mediante la más irresponsable de las decisiones. Se perdió el edificio social, ya que los directivos de la Confederación, Nicolás Medina Escaño y Rodolfo Rigal Rusias, habían entregado a la Dirección de la Reforma Urbana el inmueble. Se perdieron además de los archivos, una gruesa biblioteca. Fue una lamentable pérdida.
Gracias al intercambio epistolar con amigos y compañeros en el Ideal Espírita pude reunir algunos volúmenes de obras de contenido doctrinario, las que agregué a la que pequeña biblioteca que poseía mi padre y cuya lectura me produjo gran provecho espiritual, ayudándome a crear una óptica y una cosmovisión completamente nuevas para mí, superando esa fase de nihilismo materialista arraigada en mis años de adolescencia.
A raíz de mi encuentro con la doctora Fidela Cobo pude convencer a Ventura, la médium que presidía el Centro Espírita, a adherirnos al Movimiento Reivindicación, incluso me aceptó la propuesta de nombrar al Centro como “Memorias a Isolina” y así entró a formar parte de la familia de Reivindicación, hasta que el movimiento, así como la revista, desaparecieron en el año siguiente, o sea, en 1974.
Unos años antes de contactar a la doctora Fidela Cobo Sabas, en 1967 recibí una invitación de Marcos Álvarez y de Rubén Pérez Viciedo, de la ciudad de Sancti Spiritus, para integrarme a una organización que acababan de crear con algunos de los antiguos miembros y dirigentes de las Federaciones Provinciales. Así nació la Fraternidad Espiritista de Cuba.
Pude participar de un encuentro espírita en la Sociedad Amalia Domingo Soler, de Melones, una localidad cerca de Gibara, en el oriente cubano. Nos reunimos en aquella oportunidad unas sesenta personas de distintas provincias. Recuerdo que conocí a una médium que me dio notables pruebas de identidad de una persona recién fallecida muy cercana a mí de la cual, por supuesto, no tenía ni la menor idea, ya que éramos desconocidos uno a otro. Recuerdo a otra médium notable, Esperanza, pero he olvidado su apellido. Residía en Cienfuegos y en una ocasión la visité en su casa. Muy amable y fraterna.
En 1968, me fui a Topes de Collantes a estudiar la carrera magisterial en el antiguo Instituto Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, y perdí el contacto con el centro ¨Memorias a Isolina¨. Sin embargo, a través de mis padres y demás familiares supe que el Centro continuó con sus actividades regularmente hasta la desencarnación de Ventura Martínez en los años noventa.
Según tengo entendido, hay otra médium al frente de la Obra Espírita, por lo que la labor que desarrolló Isolina Feria Ricardo fructificó de modo abundante. No hay un solo banense, espírita o no espírita que no conozca la Casa de Isolina, como familiarmente llaman al centro espírita.

Estas tres fotos recogen el proceso de materialización
ectoplásmica en un recipiente con agua, lograda a través de la
médium de efectos físicos Esglórida Díaz, Lalin, de quien hablo
en el relato. Las fotos son inéditas e históricas, porque es la primera
vez que se logra una materialización en un vaso o recipiente con
agua. Desde los tiempos de Eusapia Paladino y otras famosas
médiums de efectos físicos las materializaciones siempre se daban
en un gabinete a oscuras y luego salían del gabinete y recorrían la
estancia dejándose fotografiar por los investigadores, a veces esas
materializaciones eran parciales por lo que resultaban un poco
impresionantes o repugnantes por ejemplo parte del busto con un
solo ojo formado en el rostro o una figura sin extremidades. Sólo
un médium brasileño famoso logró materializar espíritus a la luz
plena del dia, se llamaba Carlos Mirabelli. Todavía se estudia su
caso porque vivió en el siglo
pasado y sus investigadores
contaban cor recursos
tecnológicos más avanzados
que en el siglo XIX.
Lo que hace singular
estas fotos y a este caso de
materialización en un
recipiente con agua es que es
único. No se registra ningún
caso semejante en toda la
casuística del fenómeno de las
materializaciones ectoplásmicas
documentadas. Las fotos
son de Ariel Miranda, quien las
heredó de su abuelo Don
Santiago Miranda que escribía
para la prensa local de Banes.
El fotógrafo fue Amado
Proenza, de quien hablo en el
relato. Tengo autorización de
Ariel Miranda para reproducir las fotos.

martes, 30 de abril de 2013

El periódico el PUEBLO (1915-1958)- Ciudad de Banes

por Municipio Banes (Notas) el viernes, 27 de mayo de 2011 a la(s) 8:48
 EL Periódico el Pueblo (1915- 1958), uno de los diarios locales más antiguos de Cuba: Alternativas para su rescate y revitalización
TEXTO EXTRAÍDO DE: https://www.facebook.com/notes/municipio-banes/el-peri%C3%B3dico-el-pueblo-1915-1958-ciudad-de-banes/218814524815107

Periodico El Pueblo (1915-1958)
 Por: Lic Ana Gloria González Ochoa.
“La cultura es la huella del hombre sobre la tierra”.

En el proceso interactivo hombre – sociedad y raíces se sustenta el quehacer humano y precisamente el periódico el Pueblo (1915- 1958), es un baluarte dentro de la cultura en el municipio de Banes; asimismo forma parte del patrimonio bibliográfico de la Biblioteca Pública “Carlos Fernández”,donde reposa en 76 volúmenes indizados cronológicamente desde el 1915 y hasta 1958.

Ampuloso en su corte descriptivo con aristas sensacionalistas y promociónales de la vida de los banenses en la primera mitad del siglo XX trasciende este diario, también por sus proyecciones territoriales, nacionales e internacionales, al reflejar el acontecer noticioso de aquella época y mantener informados a los lectores, sin dejar de mostrar elementos identitarios de la nación cubana, fusionados a la tradición histórica y cultural.
 
Banes se funda como municipio el 17 de enero de 1910, de forma vertiginosa fue asumiendo su propia autonomía. La existencia de la United Fruit Company, así como la asimilación en nuestra economía de fuerza obrera asalariada, y las condiciones de explotación máxima del puerto de Banes, generó un desarrollo cultural y proporcionó la mezcla de las diferentes culturas.

Nótese que desde 1894 teníamos nuestra primera publicación periódica “La Carta”. Es a partir de 1907 cuando que se suceden una serie de publicaciones que al consultar el texto inédito de la hija ilustre de la ciudad Asunción Cuesta “La Historia del periodismo en Banes”, advertimos más de 53 publicaciones hasta 1959.

En su mayoría estas publicaciones tenían una vida efímera; pasaban de propietario a propietario las imprentas y no cambiaban de nombre los periódicos, es decir, El Demócrata se publicó en 1907, en el 23 y en el 33. El desarrollo de las imprentas y las publicaciones periódicas propició en los banenses una especie de inmediatez gráfica de la realidad a partir de intereses privados y respondiendo a la filiación partidista de los editores, sean miembros del partido liberal, conservador o socialista.

Se editaron diversos periódicos, de corte social: La voz de Banes, El Eco de mi escuela, humorísticos: Ají Guaguo y políticos: Patria y El grito del Pueblo, entre otros. Especialmente dedicado a la vida literaria está el periódico*  Portada (1950), y El pueblo (1915-1958) dirigido por Fernando Roja**s. Este diario pasó la prueba del tiempo y se impuso ante las adversidades, contó con varias secciones: La Literaria, Promociones, Corresponsales, el telégrafo y el mundo, vida social, estado del tiempo, etc.
Se funda el 4 de mayo de1915,” Mantener un diario en una localidad pequeña tierra adentro, hecha en una imprenta con pocos recursos a base de letra suelta ,es una obra realmente admirable y ardua, una empresa excepcional y poco común en cualquier parte del mundo,” así manifestó en la inauguración su director. En estas palabras no sólo se evidencia el carácter colectivo e individual del compromiso creativo; sino también el desafío del hombre por perpetuar su paso por la vida, junto al compromiso social que implica.

Como se ha expresado antes, el periódico el Pueblo (1915- 1958), es un material de consulta obligada para el estudio de la cultura local y nacional de esta época, sin embargo él mismo está en estado de deterioro por falta de conservación y climatización.

Un grupo de investigadores del municipio y la dirección de la institución investiga la búsqueda de alternativas para rescatar y revitalizar este periódico que se ha convertido en uno de los diarios locales más antiguos de Cuba ,que reseñó –aunque tímidamente y sin compromiso moral .- hechos como: la presencia del banense y personalidades históricas en las guerras del 1895 y 1898 la presencia de Mella en Banes, las nupcias de Fidel Castro Ruz, el “apoyo” del dictador Batista en los carnavales del1956, con su trasfondo de explotación y miseria al pueblo. Asimismo sobresale un diseño dúctil y unido a la promoción literaria y cultural.

La conservación del el periódico el Pueblo (1915- 1958), propiciará el rescate y revitalización del patrimonio bibliográfico de la Biblioteca Pública “Carlos Fernández” como parte de la identidad cultural local y nacional a propósito del estudio de las culturas locales, la utilización de técnicas alternativas permitirá la difusión y promoción de este diario en la contemporaneidad, siendo un elemento esencial en la información.

Ana Gloria González Ochoa
NOTA: este articulo es el original, tal y como la Lic. Ana Gloria lo escribio, no obstante noten que hay dos correcciones
* Portada fue una revista, no fue un periódico
** El nombre completo es Fernando Rodriguez Rojas

Lic. Ana Gloria Gonzalez Ochoa

Periodico El Pueblo (1915-1958)

domingo, 14 de abril de 2013

En esta fecha se conmemora un aniversario más de la desencarnación de nuestra recordada Isolina. A modo de un sencillo, pero, sentido homenje a su vida y obra, reproducimos este antiguo post de nuestro blog:


EN LA CASA DE ISOLINA UN FRAGMENTO DE MI LIBRO DE RELATOS TESTIMONIALES BANES: LA PIEL DE LA MEMORIA.

En la foto, Isolina Feria Ricardo, en los jardines del Centro Benéfico de Guantánamo, en la antigua provincia de Oriente.

                                                                                              Foto © Víctor García


EN LA CASA DE ISOLINA

En ocasiones acompañaba a mi madre a la Casa de Isolina. Era muy pequeño y ella me conducía de la mano. Nos llevaba siempre Don Antonio Díaz, en su coche de alquiler. Un viejo Mercury del año l948. Recuerdo aún la calle Canales sin asfaltar y los dos frondosos ficus enfrente de la modesta vivienda. Las paredes interiores resumían ese toque de pulcritud que deja la cal sobre la madera rústica. Al franquear la puerta principal nos esperaba la sala de estar, donde obligatoriamente debíamos esperar unos minutos hasta ser llamados al salón donde Isolina, junto a sus médiums, desenvolvía la reunión espiritista.

Isolina era una mujer de rostro muy dulce y afable. A mi tierna edad se me antojaba una especie de abuelita. Llevaba el pelo siempre recogido, luciendo canas y vestía siempre de blanco. Se sentaba a la cabecera de una enorme mesa rodeada de sillas, donde sentaba a sus médiums formando una "cadena fluídica”, sin tocarse las manos.

Mis curiosos ojos infantiles no dejaban de escrutar cada rincón. Me llamaba la atención la galería de fotos enmarcadas en la pared. El retrato más conocido del Maestro Allan Kardec presidía esta galería. Luego seguirían fotos de León Denis y en un rincón sobre un estante de libros, la más divulgada de las fotos de Doña Amalia Domingo Soler, la notable figura del Movimiento Espiritista Hispano o la Cantora del Espiritismo, como cariñosamente la han llamado los espíritas de varias generaciones.

Asombraba un poco a las personas poco familiarizadas con estos ambientes y que confunden al Espiritismo con una especie de secta sincrética, donde se mezclan las prácticas del mediumnismo con las creencias católicas, el hecho de no encontrar en estas paredes, ni en ningún otro sitio de la humilde vivienda, imágenes religiosas.

Esta atmósfera de lecturas, fotos de ancianos de luengas barbas en las paredes, estantes desbordados de libros y revistas me llevaban a la percepción de que la Casa de Isolina era más bien una escuela, donde mi mamá y las demás mujeres que se sentaban en torno a la mesa simplemente seguían unas clases de estudio académico, impartidas en este caso, por la maestra Isolina.

Mi mamá me dejaba casi siempre en la habitación de Alejandrina o Aleja, como cariñosamente le llamaban sus parientes a una de las hermanas de Isolina o con la mamá de ellas, Doña Juana. El recuerdo que conservo de estas dulces viejecitas es el de que ambas me ofrecían frutas, particularmente naranjas y mangos y me hablaban muy quedo para no interrumpir las "clases" que tomaba mamá junto a sus amigas.

De vez en cuando alcanzaba a oír a Isolina que decía: "Dale curso", a alguna de las médiums y no alcanzaba a entender lo que ello significaba.

Otra de la cosas que atrajeron mi curiosidad era el desfile de botellas de vidrio transparente llenas de agua que esperaban sobre la mesa para que Isolina las "magnetizara" y quizá lo más curioso es que las personas que acudían a estas reuniones acostumbraban a llamar a estas aguas "medicina espiritual". Según el testimonio de algunas personas muy dignas de crédito que se dedicaban a estudiar estos fenómenos de carácter paranormal o estudiosos de lo psíquico, como se les llamaba entonces, esa "medicina espiritual" era agua fluidificada por las entidades espirituales y tenía la virtud de curar diversas dolencias y enfermedades.

Isolina, según el testimonio de mi madre y el de otras personas que la conocieron desde muy joven, había mostrado el desarrollo de una serie de facultades mediúmnicas desde muy pequeña. Hija de una familia muy humilde, los Feria Ricardo, Isolina comenzó a sufrir desde la temprana infancia asma y ciertos ataques de epilepsia, además de otros trastornos mentales, como la pérdida de la conciencia y de la memoria, invasión o incorporación de otras "personalidades" en su yo psíquico.
Los pocos médicos que le vieron la creyeron loca y los religiosos fanáticos "poseída".

Así las cosas, sus padres la llevaron como un último recurso a un sanador espiritual o "curandero" en la localidad de Aura, cerca de Gibara en los años inaugurales del pasado siglo. Este hombre se consideraba un humilde misionero espírita. Había peleado durante la Guerra de Independencia, como un soldado mambí y una vez terminada la contienda se retiró a vivir muy humildemente con su familia a Uñas y luego a Aura, unas localidades cerca de la vecina Gibara.

Allí poseía un Centro Espiritista, siguiendo el ideario filosófico kardeciano, que enmarcaba las enseñanzas provenientes de los Espíritus Superiores dentro del sublime mensaje evangélico. A este humilde siervo del Señor, como le gustaba auto nombrarse, se le conocía como Nine Sierra.

Las personas que lo conocieron, incluyendo a mi madre y a mis tíos, fueron testigos de una serie de fenómenos de efectos físicos, tales como aportes y desaportes de objetos y materializaciones ectoplásmicas a través de su mediumnidad.

Los padres de Isolina no daban crédito a la maravillosa recuperación operada en su hija adolescente. Isolina en gratitud por los favores divinos recibidos quiso entregarse devotamente a divulgar la Obra, extendiendo desinteresadamente esas dádivas divinas de la curación a los enfermos, a través de sus propias facultades mediumnímicas, plenamente desarrolladas en esta ocasión, gracias al encuentro con este poderoso médium y sanador paragnosta.

En los tempranos años sesenta quise investigar un poco sobre esta fascinante figura del Espiritismo local y contacté entre otras personas a Cecilia "Nena" Aguilera, quien me confesó casos y anécdotas realmente increíbles y sorprendentes sobre las curaciones y demás fenómenos que se dieron en torno a la mediumnidad de Isolina Feria Ricardo.

Lo que más me sorprendió fue conocer la génesis de un pequeño libro que con el título de "Luz en el Sendero" circuló en muchos de los hogares banenses en la década de los cuarenta. Cecilia me contaba cómo Isolina incorporaba en trance sonambúlico a una entidad espírita conocida como El Guía y este le dictaba a ella, que era la amanuense los capítulos íntegros del libro de marras.

Pasaban a veces algunos meses y por alguna razón la entidad El Guía no se incorporaba, pues Isolina canalizaba a varias entidades y una vez se lograba restablecer el contacto, esta entidad le continuaba dictando el resto de los capítulos en una perfecta ilación. También sorprendía que el léxico empleado por esta entidad y aún por otras que se comunicaban a través suyo era muy superior al que poseía la propia médium en el estado normal de la vigilia, considerando que la joven Isolina había tenido que interrumpir sus estudios académicos apenas alcanzando vencer el cuarto grado de la enseñanza primaria, debido primeramente a su condición de salud, tan quebradiza y además por lo precario de la situación económica doméstica que obligó a la joven a trabajar, empleándose en trabajos de corte y costura en su propio hogar ayudando a su madre y hermanas en la confección de una especie de mosquiteros que llamaban en aquellos lejanos días, pabellones.

La familia vino a establecerse en Banes a comienzos de los años veinte de la pasada centuria y desde entonces la joven Isolina se entregó a la práctica del bien dentro de aquella comunidad que la veía como una santa y virtuosa mujer.

Isolina se caracterizaba, además, por el tratamiento a personas perturbadas mentalmente siguiendo las técnicas de desobsesión recomendadas por el Maestro Allan Kardec, contando únicamente como recurso la imposición de manos a modo de transferir energía positiva a los enfermos, así como la persuasión a los espíritus o entidades obsesoras a que levantaran su acción fluídica perturbadora sobre los afectados, en el nombre de Jesús.

En una ocasión esta noble mujer fue privada de su libertad por el ejercicio ilegal de la medicina y conducida al Reclusorio de Mujeres de Guanabacoa, en la provincia de La Habana. Allí se distinguió por su virtud y grandeza de espíritu, prodigando sus elevadas enseñanzas espirituales entre aquellas pobres mujeres descarriadas que la respetaban y amaban como a una madre.

Recuerdo un día del mes de abril del año 1954 cuando desencarnó Isolina. Los funerales fueron realmente apoteósicos. Nunca antes había visto tantas ofrendas florales. La casa mortuoria estaba literalmente inundada de coronas y de cojines de flores.

El sarcófago tendido sobre el suelo en señal de humildad estaba cubierto de rosas blancas. Desde el aire, Víctor García, un pariente de nuestra familia, registraba el paso del desfile mortuorio con una cámara filmadora de 16 mm en una avioneta alquilada.

Todavía recuerdo aquellos viejos filmes que nos mostraba Víctor en su hogar allá en la ciudad de Guantánamo, unos años después de aquel suceso y la anécdota que contaba del piloto que lo acompañaba en aquel vuelo. El aviador le refería que cada vez que tenía que sobrevolar el sitio de donde partiría el cortejo fúnebre sentía algo que vibraba muy fuerte, como una especie de magneto, que lo atraía inexplicablemente al lugar.

El comercio local cerraba sus puertas al paso de la caravana fúnebre en señal de duelo. La prensa local se hizo eco del acontecimiento. Muchos años después pude consultar la hemeroteca de la Biblioteca Pública de la ciudad de Banes y me leí los comentarios del notable periodista Rolando Gómez de Cárdenas en su revista literaria Portada, así como las notas que aparecieron en El Pueblo, el decano del periodismo banense, bajo la firma de nuestra querida Cristina Aguilera, notable periodista ya fallecida y en otras publicaciones locales.
Desde la prensa espírita nacional aparecieron esquelas y obituarios. Unas de estas notas la escribió la doctora Fidela Cobo Sabas desde las páginas de Reivindicación y el periodista villaclareño Isidoro Díaz Anido registraba el suceso para la revista Vida, que dirigía el recordado hermano Manuel García Consuegra, en Santa Clara.

Cierro los ojos para evocar una vez más aquellos memorables días e inevitablemente pienso en mi madre y me dejo llevar de su mano por la calle saludando a los vecinos que se acercaban para saludarla y conocer al pequeño vástago.

Doña Mariana Serrano nos esperaba casi siempre a la salida de la Casa de Isolina, pues vivía justo enfrente, luego visitábamos a mis padrinos, Josefa Mir y Rafael Domínguez y el paseo terminaba entonces en la casa de mi abuela. Luego vendría Don Rafael Tamayo en su viejo fotingo y nos conduciría de regreso al hogar en Veguitas.


© René Dayre Abella Fragmento del libro de relatos testimoniales Banes en la memoria.

martes, 12 de febrero de 2013

POEMAS


                                       JULIO CÉSAR GUERRERO MARTÍNEZ

Otra vez navego
en domingo de aparentes soledades
sobre los inciertos mares de tu ausencia.
El viento, con violenta rebeldía arrastra las hojas,
y levanta la arena en densos remolinos
que deforman la naturaleza de los gestos.
Aunque no se atreve con la fuerza de mis búsquedas.
Queda intacta mi sed de tu orilla,
y arraigado el deseo
del encuentro de mis manos con tu piel.
He besado tres veces
el blanco y terso cuello de la chica
que fugazmente me acaricia
haciendo desaparecer sus dedos entre mis cabellos.
Pero regreso a la noche donde habitas.
Espero.
Mis ojos se prolongan en la puerta.
Son la puerta por la que podrías entrar,
arrollador,
como estos vientos.
Si no ocurre,
yo seguiré a la deriva
en este domingo de aplazadas ternuras
sobre los mares, más ciertos ahora,
de tu estar en mí que parece irrevocable.

SONETO
Apareces en el cielo de mi vida
espantando aquellas nubes del pasado:
terca sombra y tiempo castigado
que enmascaran el instante de la huida.
Esperaba solamente la salida
de un amor ilusorio que ha emigrado.
Pero llegas como río eternizado
fundando pasiones que la noche cuida.
Los nocturnos cigarrillos y la palabra,
tiempo inmóvil en la puerta imaginaria.
La prudencia fluye impidiendo que se abra
un deseo y se trastoque en necesaria
la fuga del beso tibio que me labra
y me deja esta mudez involuntaria.


Julio César Guerrero Martínez (Banes, Cuba 1971). Poeta y periodista. Ha desarrollado su carrera profesional en emisoras cubanas y también ha trabajado como productor de radio en la Cadena COPE de Barcelona, ciudad donde reside desde 1999.