El propósito que nos anima al crear este nuevo blog es mantener vivo en el recuerdo ese retazo de tierra taína que nos vio nacer: Banes, acercando a todos los Banenses a través de la evocación de imágenes y recuerdos. Es el sitio virtual idóneo para detenerse a conversar, como en los viejos tiempos, relatando anécdotas que nos lleven definitivamente al reencuentro con el pasado. Complementa nuestra exposición una iconografía banense, así como una galería de banenses ilustres.

jueves, 22 de julio de 2010

ÁNGEL INFANTE EN BANES FRAGMENTO DE MI LIBRO DE CRÓNICAS Y MEMORIAS BANES: LA PIEL DE LA MEMORIA.

ÁNGEL INFANTE EN BANES
                                                                    ÁNGEL INFANTE
El día 15 de abril del año 1957 México perdió a un ícono de la música popular ranchera o de mariachis, como también se le llama a ese popular género musical. Pedro Infante Cruz fue un auténtico ídolo de masas. Su popularidad atravesó todas las fronteras y fue amado y luego llorado por multitudes en toda Latinoamérica.
En Cuba el pueblo lo adoraba y las clases más humildes de la sociedad cubana se identificaban con su música y con sus brillantes actuaciones escénicas en aquellos viejos filmes mexicanos donde Pedro casi siempre interpretaba a los personajes más populares. Aquel fatídico día de abril los cubanos también lloraron a Pedro, el ídolo del pueblo como muy pronto sería identificado para siempre.
A través de la radio los banenses comenzamos a escuchar la voz de Ángel Infante quien se dio a conocer masivamente interpretando un corrido dedicado a su propio hermano Pedro. El título era “Homenaje a Pedro Infante”.
Santiaguito Hernández, que además de poseer el cine Hernández y el famoso Teatro Oriente en Santiago de Cuba tenía muy buen olfato para los negocios que envolvían al mundo de la farándula, nos dio la gran oportunidad a todos los banenses de aplaudir personalmente al hermano del gran ídolo y de ese modo Ángel Infante nos visitó ese mismo año 1957.
Desde muy pequeño me sentí atraído por la música y el arte mexicanos. Creo que mi simpatía por la cultura mexicana se debió a la influencia que recibí de mi sobrino Pepe que siempre adoró todo lo mexicano, particularmente la música ranchera y el maravilloso cine de aquellos días que hoy consideramos clásico.
Todavía no se borra de mi memoria aquella noche de un día cualquiera de ese lejano año 1957 cuando pude disfrutar de aquel memorable espectáculo. Era la primera vez que podía escuchar “en vivo” a un mariachi y aquella sonoridad, sobre todo la música que desprendían los violines y las trompetas se grabarían para siempre en mi recuerdo.
Guardo en mi memoria una anécdota simpática de aquella velada. La presentación comenzaba como a las ocho de la noche, pero desde muy temprano la gente comenzaba a acudir al cine Hernández para garantizarse el mejor lugar en el lunetario. Yo tendría unos doce años, tal vez no cumplidos.
Me fui al cine con unos amigos de mi edad y como todos los muchachos curiosos quisimos ver la entrada de los músicos al viejo inmueble y luego comprar los tiquetes para entrar a ver el espectáculo. Frente al cine había un bar que no puedo recordar ahora mismo su nombre, pero no olvido que en una de sus esquinas interiores se ponía a vender sándwiches un señor alto y medio calvo que se apellidaba Pita.
Este hombre vendía unos emparedados de pierna de cerdo y queso exquisitos y muy baratos. Cada vez que yo iba a la matiné de los domingos no dejaba de comprarle esos ricos emparedados y de acompañarlos con un refresco.
Pues aquella noche vimos a unos mariachis que antes de ponerse a ensayar en el viejo cine se llegaron al puestecito de Pita y le pidieron algo de comer. Se sentaron a degustar aquellos emparedados cubanos y uno de ellos dijo:
“Oye tú estas madres están muy buenas pero como que les falta algo”. Y el otro repuso:”pos, sí, les falta chile”. Entonces Pita les acercó un pomito con ají güagüao encurtido. Los músicos sonrieron y luego exclamaron: “pos esto sí que enchila, son chiles habaneros!
Un rato después entramos al cine y dio comienzo el espectáculo. Fue todo muy emotivo. Ángel no se le parecía físicamente mucho a su hermano Pedro, pues era un poco más delgado que él y quizá más alto. Su voz era muy agradable y emocionó mucho al público cuando se dejó oír aquel segmento del corrido: “Mariachi que acompañaste a mi hermano Pedro Infante / une tu voz a la mía / pa ’que yo también le cante”.
Cuando ya todos nos disponíamos a dejar la sala escuché a una señora que dijo:
“¡Cómo le han salido ahora hermanos a Pedro Infante. Hasta en Banes!


 ESTA VIEJA FOTO DEL PARQUE CÁRDENAS EN CONSTRUCCIÓN MUESTRA AL FONDO EL TEATRO HERNÁNDEZ, ÚNICO ESCENARIO DONDE SE PRESENATRON LAS MÁS IMPORTANTES FIGURAS DEL ESPECTÁCULO NACIONAL Y FORÁNEO, COMO DOÑA LIBERTAD LAMARQUE,  ÁNGEL INFANTE Y EL INDIO ARAUCANO, SÓLO POR CITAR A ALGUNAS DE ESTAS FIGURAS.

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