‘Banes en la memoria’, la recreación del alma de un lugar
Belkis Cuza Malé
Especial/El Nuevo Herald
Con la reciente compra de The Washington Post
por parte de Jeff Bezos, fundador y presidente de Amazon, se han
escrito algunos artículos preguntándose si este personaje, llegado ahora
al periódico capitalino, traerá también la revolución de la industria
impresa. Algo solo comparable a la revolución que significó siglos atrás
la invención de la imprenta por Gutenberg.
Para nadie es un
secreto que los lectores no parecen crecer al ritmo acelerado de la
población, todo lo contrario, y que los periódicos impresos están
sufriendo en especial la llegada de la era digital. Como quiera que se
mire, estamos ante una revolución, para bien y para mal, que afectará la
forma en que leemos y lo que leemos. Quizás podría decirse que hemos
regresado a la edad de piedra, pues nada más parecido a la antigua forma
de escritura que una tableta electrónica.
En medio de estas
interrogantes me gustaría destacar algo positivo, único, que está
generando la revolución tecnológica. Se trata del autor convertido en
empresario, en editor, al autopublicarse y promocionar él mismo su obra.
Y esto se debe sin duda a Amazon, que a través de su plataforma Create
Space, le da a los creadores todos –escritores, músicos y cineastas– la
posibilidad de competir en el mercado internacional.
Un articulista de The Washington Post
señalaba que Amazon no podía aspirar a que una Hillary Clinton
publicase sus memorias con ellos, teniendo tantas ofertas de contrato de
las grandes editoriales. Esta observación iba sobre todo contra los
autores que se autopublican y usan Amazon para sus fines. Un modo de
descalificar a los que entran al negocio de lo que antes se conocía,
también despectivamente, como vanity press,
olvidando ese gran ejemplo de independencia que representó Hogarth
Press, creada especialmente por Leonard y Virginia Woolf para publicar
la obra de esta y de sus amigos. ¿Se atrevería alguien a calificar a
Virginia Woolf de creadora mediocre, de segunda categoría, por ser una
visionaria y la pionera de la nueva modalidad de autor-editor-promotor
de su propia obra?
Tampoco estoy segura de quién publicó El Quijote, pues en su tiempo no existían esas editoriales que hoy día crean best sellers, y tampoco Cervantes recibió millones por una obra que ha impactado al mundo.
Sí,
hemos arribado a una nueva era y el camino está abierto a muchas
posibilidades, especialmente para los escritores que impacientes por dar
a conocer sus obras y hartos de recibir rechazos por parte de las
editoriales comerciales, toman en sus manos la tarea, casi artesanal, de
aprender un nuevo oficio y presentarse al potencial lector usando los
recursos que le ofrece Amazon –de impresión material y digital–, y
especialmente los de distribución a nivel mundial.
La enorme
ventaja que ofrece para un autor este tipo de gestión podría medirse por
la diversidad de libros que vemos hoy día en Amazon, libros que a falta
de intereses extraliterarios –pues no generan muchas ventas–, salen a
la luz y cumplen la misión de informarnos y también de ser lectura
provechosa para el espíritu.
Esto ha de suceder con un libro muy especial que acaba de ver la luz en Linden Lane Press. Se trata de Banes en la memoria, del escritor cubano René Dayre Abella, poeta nacido en 1946 y que cuenta con dos libros de poesía ya publicados: Poeta en la luna de Cuba y Golpes en la pared.
Abella, que por haber nacido en Banes y ser un memorioso de todo lo
acontecido en la ciudad más conocida por dos personajes que la
compartieron en algún momento de sus vidas –el dictador Fulgencio
Batista y el tirano Fidel Castro–, ha llevado al papel su propia vida y,
de paso, la de algunos de sus coterráneos. No falta el folclor del
pueblo, ni sus tragedias. Ni los artistas famosos que actuaron allí en
la década de 1950. El que nunca ha visitado esta ciudad de la costa
norte de Cuba termina conociéndola tras la lectura de Banes en la memoria.
Se
sorprenderán los lectores con algunas anécdotas de primera mano en
torno a Batista y a Fidel Castro, y de la lucidez con que Abella nos
relata detalles que han hecho de Banes un punto especial en la historia
de Cuba.
Puede que Banes en la memoria
no sea un libro de interés para las editoriales comerciales, que en su
afán de hacer negocio con la publicación de un texto terminan por
contribuir al creciente desinterés de los lectores por todo lo que no
sea pura banalidad. Estas páginas, por lo contrario, se leen con la
emoción, casi extinguida, de recrear el alma de un sitio. En este caso,
un sitio tan significativo y especial, cuna de “generales y doctores”,
pero también de grandes poetas como Gastón Baquero.
TOMADO DE: http://www.elnuevoherald.com/2013/11/02/1604789/banes-en-la-memoria-la-recreacion.html