El propósito que nos anima al crear este nuevo blog es mantener vivo en el recuerdo ese retazo de tierra taína que nos vio nacer: Banes, acercando a todos los Banenses a través de la evocación de imágenes y recuerdos. Es el sitio virtual idóneo para detenerse a conversar, como en los viejos tiempos, relatando anécdotas que nos lleven definitivamente al reencuentro con el pasado. Complementa nuestra exposición una iconografía banense, así como una galería de banenses ilustres.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Gastón Baquero: lo que no se dice

  • feb 26, 200923:59h
  • 35 comentarios
Uno de los capítulos de la historia de Orígenes, aún por escribirse (sin menospreciar las notables contribuciones de Santí, Ponte, Rojas y Duanel Díaz, entre otros), es el que intente al mismo tiempo una historia, biográfica y política, de los desencuentros entre origenistas. Apenas se pone uno a buscar cualquier dato en hemerotecas (por ejemplo, la fecha exacta en que salió Gastón Baquero de Cuba, escoltado por los cuatro embajadores célebres) y empiezan a aparecer cosas curiosas, de las que no se habla mucho ni siquiera en nuestros más ambiciosos proyectos de historia intelectual.
Tomemos el caso de Baquero, por ejemplo. Se dice en voz baja, se comenta entre sonrisas, que el jefe de redacción del Diario de la Marina era un hombre “de derechas”. Que por eso se fue de Cuba en cuanto los barbudos entraron en La Habana. Pero esas cosas se sueltan al aire, más en las conversaciones que en los libros, y siempre sin demasiadas citas. Hay, por otra parte, una especie de pacto de silencio entre los origenistas sobrevivientes y los admiradores incondicionales de Gastón, algunos de los cuales le prepararon un (justo) desagravio habanero en 1994. Para nadie es secreto que el nombre de Gastón Baquero, de los pocos ineludibles en la historia de la poesía cubana del siglo XX (y de todos los siglos), fue expurgado cuidadosamente de la enseñanza y el canon literario oficial durante más de tres décadas. Le tocó también una página en blanco en ese museo particular de la infamia que fue el Diccionario de Literatura Cubana que el Instituto Cubano de Literatura y Lingüística editó en 1984.
Las razones, siempre calladas o dichas a media voz, con que se trató de justificar esta operación de censura fue la simpatía de Baquero por Batista, y su activo papel en el célebre diario conservador que él convirtió en su modus vivendi desde mediados de los Cincuenta hasta su salida de Cuba. Se calló todo el resto: las razones, los artículos, las conferencias, el activo trabajo de Gastón Baquero como publicista de una “derecha cubana” que todavía no se atreve a decir su nombre.
Algunos censores, en cambio, sí que sabían. Baquero tenía un enemigo jurado al que nunca renunció: Ernesto Guevara de la Serna, que en uno de los textos recogidos en La guerra de guerrillas lo menciona por su nombre de manera despreciativa y le adjudica el título de “vocero de la reacción”:
“La ley de Reforma Agraria —dice Guevara, el de las camisetas— fue una tremenda sacudida; la mayoría de los afectados vio claro ya. Antes que ellos, el vocero de la reacción, Gastón Baquero, había apuntado con línea certera lo que pasaría y se había retirado a las más tranquilas aguas de la dictadura española.”
Con ese claro precedente uno tiende a sospechar que, de no haber salido de Cuba, a Baquero le hubiera tocado una visita nocturna al paredón de La Cabaña. Pero se fue, exiliado a la España de Franco, lo cual era una elección coherente con lo que había pensado y escrito desde hacía 10 años.
Algunas de esas opiniones separaron a Baquero de Lezama, bastante antes del triunfo de la Revolución. Otras, engordaron el rencor del destierro (¿cómo habrá leído el poeta aquella famosa elegía de Fina García Marruz dedicada precisamente a su inquisidor?). Baquero, ya viejo y cansado, calló, rumió su largo exilio madrileño, y casi todo se fue olvidando. Ese silencio fue lo que hizo posible que años después intelectuales cubanos de inequívoco cuño fidelista, como Pablo Armando Fernández o Miguel Barnet, le prepararan una reivindicación a la medida de la mediocridad insular. Él poeta calló, sonrió, asintió. Estaba orgulloso de que los jóvenes volvieran a leer su poesía, pero nunca se le ocurrió volver a pisar la isla.
No creo que a la hora de hacer una verdadera historia intelectual de Orígenes y de la cultura pre-revolucionaria cubana haya que recaer en ese pacto de silencio que ha servido para reivindicaciones a deshora. Baquero escribió, y mucho, contra los fundamentos de la Revolución cubana. Y no sólo con el castrismo en el poder. Ya en 1947, en pleno gobierno de Grau, se negó a que le hicieran un homenaje que pretendía dejar a un lado o esconder como pecado intelectual su abierta simpatía por el franquismo. En el 53 defendió, incluso, que el Diario de la Marina perdiera 10 mil suscripciones “por defender a España” (es decir, a Franco). El Caudillo lo recibió personalmente varias veces, y no cuesta demasiado trabajo probar lo bien que encajó la vocación españolista del poeta cubano (junto con Cela o el último Vasconcelos) dentro de la idea de hispanidad que distinguió la política cultural franquista.
Y por supuesto, en cuanto salió de Cuba, Baquero empezó a recibir premios y a publicar en la prensa española opiniones vitriólicas sobre el proceso cubano que, por alguna razón, nadie se ha encargado de antologar o por lo menos de incluir en sus antologías.
Miren esto, por ejemplo. ¿Por qué este artículo ha quedado sepultado en las bibliotecas?
La verdadera grandeza de Gastón Baquero tiene que ver con su poesía. Pero hay algo de traición en esa imagen recortada y modosa, tan a gusto de nuestros intelectuales más pacatos, que borra de un plumazo el furor anticomunista del Baquero periodista. Por una de esas curiosas paradojas, su columna en La Vanguardia, se llamaba, precisamente “Con pluma cubana”.
Ernesto Hernández Busto
Barcelona
PD: Gastón Baquero en Penúltimos Días

sábado, 22 de septiembre de 2012

SE NOS FUE LEIDA...
El pasado jueves en la noche recibí un mensaje de mi querida amiga la doctora Liliana Fernández comunicándome la terrible noticia. Se nos fue nuestra querida Leida Blanca. Todavía no nos  reponemos los que le conocimos desde nuestra juevntud y siempre nos fue tan cercana, y aprendimos a quererla..
Quisera recordarla siempre así como la muestro en esta foto, la cual tuve el privilegio de tomarle allá en su querido Santiago de Cuba, en la casona de la vieja calle Heredia. Creo que todos los que la amamos la vamos a recordar así, siempre joven. ¡En paz descanse nuestra querida Leida!

jueves, 12 de julio de 2012


EXTRAÍDO DE EL NUEVO HERALD:http://www.elnuevoherald.com/2012/07/08/1245802_olga-connor-linden-lane-magazine.html#storylink=addthis


OLGA CONNOR: ‘Linden Lane Magazine’: Compendio de la Cultura Cubana

 

Otro artículo de autor fallecido, el poeta y periodista Gastón Baquero, se dedica al premio Cervantes que se l

La revista Linden Lane del trigésimo aniversario ya pronto será historia, pues se estará imprimiendo su edición de verano ahora, me informa Belkis Cuza Malé, su directora.
Nos será imposible referirnos a todos los trabajos creativos de más de 170 autores –algunos ya fallecidos– y las ilustraciones de más de 70 artistas que forman parte del contenido de este número aniversario, pero es tan impresionante este compendio de las artes cubanas del exilio que exhortamos al lector a adquirirlo en Amazon o en https://www.createspace.com/3859233 (Lo puede encargar también a “Linden Lane Magazine”, c/o Belkis Cuza Malé, Parkview, 17712 NW 59 Ave # 104, Hialeah, Fl. 33015).
El primer tema es un artículo de Heberto Padilla que avala la figura de la filósofa malagueña María Zambrano –en ocasión de su muerte, el 6 de febrero de 1991–, discípula de José Ortega y Gasset, que se exilió en Cuba por un tiempo, dando conferencias auspiciadas por la Sociedad Cubana de Filosofía –a las que acudí– y que contribuyó con Orígenes la revista de José Lezama Lima. El segundo tema es el de Reinaldo Arenas sobre El caso y el ocaso Padilla, que ilustra una foto de Arenas y Padilla en Nueva York con Pedro Yanes, el gran librero y amigo de todos los del exilio que en su librería Las Américas nos encontrábamos para reenergizarnos.
Publicado en Necesidad de libertad (Kosmos-Editorial, México, 1986), el ensayo de Arenas reveló que la retractación de Padilla frente a sus torturadores, que luego él confesó fue para evitar que le cortaran las manos con las que escribía, fue una burla velada, a pesar de su increíble sufrimiento. “Entre lágrimas y golpes de pecho dijo: ‘que en las numerosas sesiones que había mantenido por espacio de más de un mes con los oficiales del Ministerio del Interior, había aprendido finalmente a admirarlos y a amarlos’ ”, contó Arenas quien fue testigo de la humillación, y sabía lo que significaban esas “sesiones”. Fue la prisión de Cuza Malé y Padilla la que nos hizo fijar de nuevo intensamente los ojos en la isla desde Filadelfia, no solamente a los cubanos, sino a todos los intelectuales extranjeros que quedaron boquiabiertos con la ordalía de estos dos valientes.
Otro artículo de autor fallecido, el poeta y periodista Gastón Baquero, se dedica al premio Cervantes que se le concedió a Dulce María Loynaz en España (publicado en El Nuevo Día, “Revista Domingo”, Puerto Rico, el 30 de mayo de 1993). En él, Baquero reclama para la poeta cubana el lugar que le correspondía internacionalmente a contrapelo de las malas lenguas en España, que decían que desconocían su nombre, a pesar de que había sido presentada antes varias veces. “En 1987 la propone de nuevo [al premio Cervantes] la Academia Cubana de la Lengua. En ese mismo año recibió el Premio Nacional de Literatura, coronándose así, en lo oficial, la reaparición pública de una poetisa que llevaba más de 25 años en ese exilio interior, el ‘inxilio’, que el régimen reserva para quienes están allí, pero no son obsecuentes”.
De este modo sigue la lista de colaboraciones, de autores tan importantes como Octavio Paz, Leví Marrero, Severo Sarduy, Eugenio Florit, Guillermo Cabrera Infante, Lydia Cabrera, y tantos otros que han formado la nómina de la literatura cubana del exilio. La recomiendo por su excelencia como una revista histórica que debe ser coleccionada por todo cubano y por todos los admiradores de las joyas de su literatura. • 
olconnor@bellsouth.net

Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2012/07/08/1245802_olga-connor-linden-lane-magazine.html#storylink=addthis#storylink=cpy

jueves, 5 de julio de 2012

¡INCREÍBLE! CUBA, LA PERLA DEL CARIBE.
Acabo de recibir mediante un correo electrónico este interesante artículo sobre nuestra preciosa isla, de parte de una notable banense, nuestro entrañable Liduvino Quiñones Ruíz. cariñopsamente Duby. ¡Qué lo disfruten!
 
Amigos mios , todos!
La vida nos brinda nuevas y sorprendentes enseñanzas cada dia. Por mucho que nos parezca lo que hemos logrado saber, es mucho, mucho más, lo que ignoramos.Sócrates tenía muchísima razón, cuando expresó: Sólo se que no se nada. Disfruten con el sorprendente curriculum vitae de nuestra pequeña,pero inmensa isla, caribeña y mundial.Impresionante de verdad. Es uno de los materiales más enjundiosos que he recibido por esta via.Me lo ha enviado un primo  de mi esposa,muchacho jóven el, desde Canadá, lo cual le agradezco infinitamente, porque soy fan de la historia de mi país y de mi pueblo, y he querido compartirlo con ustedes de inmediato, pues se de su inmenso amor por nuestro país... y por Banes .
                                                                             Duby
                                                             

EN LA FOTO LA TIENDA HABANERA "EL ENCANTO"



¿QUÉ FUE LO QUE PASÓ?

La PRIMERA NACIÓN DE IBEROAMÉRICA, incluyendo España y Portugal que tuvo el PRIMER CEMENTERIO aislado de iglesias fue CUBA en 1806

La PRIMERA NACIÓN DE LA AMÉRICA HISPANA, ESPAÑA Y PORTUGAL que usó MAQUINAS Y BARCOS DE VAPOR fue CUBA en 1829.

La PRIMERA NACIÓN DE IBEROAMÉRICA y la TERCERA EN EL MUNDO (tras Inglaterra y E.U.) que tuvo FERROCARRIL fue CUBA en 1837.

Fue un CUBA no el PRIMERO QUE  APLICO ANESTESIA con éter en Iberoamérica en1847.

En 1871 Stevan Bellan se convierte en el primer iberoamericano en jugar
beisbol profesional en USA

La PRIMERA DEMOSTRACIÓN MUNDIAL de una industria movida por ELECTRICIDAD fue en la HABANA en 1877.

En 1881, fue un MEDICO CUBANO, Carlos J. Finlay quien descubrió el agente
transmisor de la FIEBRE AMARILLA que diezmaba a pueblos e indicó su
prevención y tratamiento.

El primer SISTEMA DE ALUMBRADO ELÉCTRICO PUBLICO de toda Iberoamérica (incluyendo España) se instaló en CUBA en 1889.

Entre 1825 y 1897  España recibía de CUBA entre el 60 y el 75% de todos los
ingresos brutos del exterior.

Fue CUBA la que ABOLIÓ LAS CORRIDAS DE TOROS antes de terminar el siglo XVIII, por ser "impopulares, abusivas y sanguinarias con los animales"

La extraordinaria VOZ de la soprano CUBANA Rosalía (Chalía) Herrera, famosa en la ópera fue la segunda en ser grabada en cilindros y placas de discos.

El PRIMER TRANVÍA que se conoció en Latinoamérica circuló en la HABANA en el año 1900.

También en 1900, antes que a ningún otro país de Latinoamérica llegó a la
HABANA EL PRIMER AUTOMÓVIL.

Fue la escritora CUBANA Renée Méndez Capote la primera MUJER IBEROAMERICANA QUE MANEJO UN AUTO.

El PRIMER CAMPEÓN OLÍMPICO LATINOAMERICANO fue un CUBANO. En 1900, el ESGRIMISTA  Ramón Fonts.

La PRIMERA CIUDAD DEL MUNDO en tener  TELEFONÍA CON DISCADO DIRECTO (sin necesidad de operadora) fue LA HABANA en 1906.

En 1907 se estrenó en La HABANA el PRIMER DEPARTAMENTO DE RAYOS X de Iberoamérica.

El 19 de Mayo de 1913 se realizó EL PRIMER VUELO AÉREO LATINOAMERICANO por los CUBANOS Agustín Parlá y Domingo Rosillo, el cual duró 2 horas y 40 minutos entre CUBA y Cayo Hueso.

En 1915 se acuña el PRIMER PESO CUBANO con un valor desde el primer día
idéntico al del dólar, en muchas ocasiones hasta 1959, sobrepasando un
centavo al valor del dólar norteamericano.

El PRIMER PAÍS DE LATINOAMÉRICA en conceder el DIVORCIO a parejas en conflicto fue CUBA en 1918, al promulgar esa ley.

El primer iberoamericano en ganar un CAMPEONATO MUNDIAL DE AJEDREZ fue el CUBANO José Raúl Capablanca, a su vez el primer campeón mundial de ajedrez nacido en una nación sub-desarrollada. Fue GANADOR DE TODOS LOS CAMPEONATOS MUNDIALES entre 1921 y 1927.

En 1922 CUBA fue LA SEGUNDA NACIÓN DEL MUNDO en inaugurar una EMISORA DE RADIO, ( La PWX) y la PRIMERA NACIÓN DEL MUNDO en radiar un CONCIERTO DE MÚSICA y en presentar un NOTICIERO RADIAL.

La primera LOCUTORA del mundo fue la CUBANA: Esther Perea de la Torre.

En 1928 CUBA tenía ya 61 EMISORAS DE RADIO, 43 de ellas en la HABANA, ocupando el CUARTO LUGAR DEL MUNDO, superada solamente por E.U., Canadá y la Unión Soviética.  Fue CUBA , la PRIMERA EN EL MUNDO en número de emisoras por número de habitantes y extensión territorial.

La belleza de la mujer CUBANA hace que en el año 1933, el hijo de Alfonso
XIII, el PRÍNCIPE DE ASTURIAS , Alfonso de Borbón y Battenberg, renuncie a sus derechos como sucesor del trono español para casarse con la CUBANA
Edelmira Sampedro Robato.

En 1935 CUBA se convierte en la mayor exportadora para Iberoamérica de
LIBRETOS Y GRABACIONES radiales.  Se crea por el CUBANO Félix B. Caignet el concepto de NOVELAS y series radiales.

En 1937 CUBA decreta por primera vez en Iberoamérica la LEY DE JORNADA
LABORAL DE 8 HORAS,  el SALARIO MÍNIMO y la AUTONOMÍA UNIVERSITARIA.

En 1940, CUBA se convierte en el primer país de Iberoamérica en tener un
PRESIDENTE DE LA RAZA NEGRA, electo por sufragio universal y por mayoría absoluta cuando la gran mayoría de su población era de la raza blanca.  En esto se adelantó 68 años a los E.U.

En 1940, CUBA aprobó LA MAS AVANZADA DE TODAS LAS CONSTITUCIONES DEL MUNDO de aquella época.  Fue la PRIMERA EN IBEROAMÉRICA en reconocer el VOTO A LAS MUJERES, la igualdad de derechos entre sexos y razas,  y el derecho de la mujer al trabajo. El primer movimiento feminista de Iberoamérica apareció a fines de los treinta en CUBA. Se adelantó 36 años a España la cual no le reconoció a la mujer española el derecho del voto, la potestad de sus hijos, ni derecho a pasaporte o abrir una cuenta de banco si no era autorizada por su marido, hasta 1976.

En 1942, un CUBANO se convierte en el primer Iberoamericano DIRECTOR MUSICAL de una productora cinematográfica mundial y el PRIMER IBEROAMERICANO QUE RECIBIÓ NOMINACIONES AL PREMIO OSCAR. Su nombre: Ernesto Lecuona.

La PRIMERA MUJER IBEROAMERICANA QUE CANTO EN LA SCALA DE MILÁN (1946) fue la CUBANA  Zoila Gálvez.  La segunda fue Marta Pérez en 1950.

El SEGUNDO PAÍS DEL MUNDO que emitió formalmente TELEVISIÓN fue CUBA desde 1950.  Las mayores estrellas de toda la América, que no gozaban en sus países de tal adelanto, fueron a la HABANA a actuar ante las cámaras CUBANAS. En 1950 un músico CUBANO marcó UN RECORD MUNDIAL, no igualado ni por Elvis Presley ni los Beatles.  Fue Dámaso Pérez Prado con su pieza "Patricia" (mambo) que estuvo 15 semanas consecutivas en el Hit Parade de E.U.

En 1951 un CUBANO se convierte en EL PRODUCTOR MAS IMPORTANTE DE LA TELEVISIÓN NORTEAMERICANA: Desi Arnaz, también el primero en el mundo en el uso de una tercera cámara en programas televisivos

EL PRIMER HOTEL DEL MUNDO CON AIRE ACONDICIONADO CENTRAL se construyó en la HABANA: El Hotel Riviera, en 1951

EL PRIMER EDIFICIO DE APARTAMENTOS del mundo CONSTRUIDO CON HORMIGÓN se hizo en la HABANA: (El FOCSA) en 1952.

En el 1953 se construyeron en este edificio los más modernos ESTUDIOS DE TV del mundo de aquellos tiempos: (C.M.Q. Televisión).

En 1954, CUBA posee una vaca por cada habitante.  Ocupa el TERCER PUESTO en Iberoamérica (tras Argentina y Uruguay) en el CONSUMO DE CARNE per cápita

En 1955, CUBA es el SEGUNDO PAÍS de Iberoamérica con menor mortalidad
infantil. (33.4 por cada mil nacidos)



En 1956 la ONU reconoce a CUBA como el SEGUNDO PAÍS DE IBEROAMÉRICA con los más bajos índices de ANALFABETISMO (sólo el 23.6%). Haití tenía el 90%, España, el Salvador , Bolivia , Venezuela , Brasil, Perú , Guatemala y República Dominicana el 50%



En 1957 la ONU reconoce a CUBA como el MEJOR PAÍS DE IBEROAMÉRICA en número de médicos per cápita  (1 por cada 957 habitantes), con el mayor porcentaje de VIVIENDAS ELECTRIFICADAS DE IBEROAMÉRICA (tras Uruguay ) en el CONSUMO CALÓRICO per cápita diario: (2870).

En 1957 la HABANA se convierte en la SEGUNDA CIUDAD DEL MUNDO en tener cine en 3D y multipantallas (El Cine Radiocentro)



En 1958 CUBA es el SEGUNDO PAÍS DEL MUNDO en ifundir  TELEVISIÓN A COLOR y posee el tercer canal de TV a color de todo el mundo.

En 1958, CUBA es el país de Iberoamérica CON MAS AUTOMÓVILES  (160 mil, uno por cada 38 habitantes).  El que más electrodomésticos tenía.  El país con más kilómetros de líneas férreas por Km2. y el SEGUNDO en el número total de receptores de radio.

Durante todos los años cincuenta, CUBA tenía EL SEGUNDO Y TERCER LUGAR EN ENTRADAS PER CÁPITA de Iberoamérica, superando a Italia y más del doble de las de España. A pesar de su pequeño tamaño y que sólo tenía 6.5 millones de habitantes ocupaba en 1958 la posición 29 entre las economías mayores del mundo.



En 1959, la HABANA era la ciudad del mundo con el MAYOR NÚMERO DE SALAS DE CINE: (358)  superando a Nueva York y París, que ocupaban el segundo y tercer lugar respectivamente.

domingo, 1 de julio de 2012




Capítulo 1:

INTRODUCCIÓN
El gran texto informativo de la sexta década del siglo XIX, el Diccionario de don Jacobo de la Pezuela, poco informa sobre la zona de Banes, por entonces una desolada región en las proximidades de la bahía de Nipe, a pesar de los intentos colonizadores de terratenientes y cultivadores locales o del Gobierno colonial. Al caracterizar la bahía, única importancia del lugar para Pezuela, éste explica que era una ensenada capaz hasta para fragatas; "pero sus inmediaciones están desiertas a pesar de las franquicias con que en 1827 quiso el gobierno atraer colonos". Indistintamente se conocía entonces la zona como La Ensenada o Banes, prevaleciendo este último apelativo porque respondía a la denominación de la hacienda ganadera que desde mediados del siglo XVIII floreciera en el lugar.

Pero antes de la llegada de los genocidas conquistadores y su obra colonizadora, la situación poblacional era otra distinta. Banes era para 1492, una de las zonas aborígenes más densamente pobladas de Cuba, un baluarte de la cultura aruaca agroalfarera. Al grupo humano allí asentado desde el siglo VIII de nuestra era, desde Irving Rouse (1942), los especialistas lo denominaron por largo tiempo, subtainos. En la actualidad los términos Taínos y Subtainos, se refieren a determinadas variantes culturales dentro de la comunidad neolítica Arauca.
Nuestro curso se propone un recorrido histórico-cultural por el proceso desplegado en los marcos del actual municipio de Banes, en la provincia Holguín, sin obviar el hecho de que entre los finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX, las demarcaciones no coincidieron con las contemporáneas y por ello, los hatos y corrales, entidades fundamentales de aquellos tiempos se localizaban en una u otra. El término Banes se aplica a una determinada zona geográfica existente en torno a la bahía de igual nombre, heredero de la denominación "Bani" dada al área de poblamiento aborigen, denominación finalmente asumida por un Corral, fundado a la vera de la ensenada, raíz colonial más cercana del posterior fomento poblacional en el lugar.
BANES PRECOLOMBINO
En los planos culturales el amplio conjunto humano neolítico asentado en la zona banense, se caracterizó por hablar una sola lengua, en la modalidad ahora definida como Arauco insular, desarrollando además similares acciones socio culturales en cada comunidad, aunque no es factible estimar existiera una unidad política entre los diferentes asentamientos, elemento negativo que bien pudo ser utilizado inteligentemente por los conquistadores para su sometimiento.

Esa concentración aborigen propició que Diego Velázquez, durante su primer periplo conquistador visitara la zona de Baní en octubre de 1513, legando para la historia no sólo el hecho de la noticia sobre la comunidad indígena existente sino sobre todo, sin saberlo, arrojando leña al interminable debate histórico sobre la fecha más antigua de la fundación del Banes colonial porque algunos han asumido este primer contacto hispánico - aborigen y al dato aportado por Velázquez a la historia escrita, cual constancia del nacimiento de la localidad a la modernidad.

Los agricultores aruacos eran grupos sedentarios de perfil neolítico, organizados tribalmente, estructurados en un sistema de linaje sustentado en las relaciones de parentesco gentilicio y el reconocimiento de una jefatura. Ellos lograron una importantísima obra cultural, destruida por el genocidio conquistador, representada hoy pálidamente por los objetos y artefactos desenterrados por los arqueólogos.

La comunidad aruaca neolítica se asentó aprovechando las potencialidades geográficas del terreno banense, explotando sistemáticamente la agricultura de la yuca, acompañada de la pesca, la recolección y la caza. Entre el conjunto de comunidades debió existir una rica vida social sobre las leyes de la sociedad gentilicia, y no es de dudar su estructuración clánica, dentro de los patrones estructurales de la tribu matrilinial.

Si el conjunto de comunidades presentes en la zona de Banes se establecieron sobre tales bases, como un cacicazgo, según adelantara el Dr. José Agustín García Castañeda, es un tema al cual la arqueología aún no ha dado una respuesta definitiva. Las investigaciones arqueológicas informan en la actualidad la existencia de 76 sitios de diferente categoría aborigen, vinculados en menor medida al mesolítico y abrumadoramente neolíticos. Incluso en las proximidades de Nipe existen huellas del hombre del protoarcaico, tal vez cruzando por allí siglos antes que Colón, en una marcha que lo llevaría finalmente a la Isla de Santo Domingo.

Capítulo 2:


PROCESO DE CONQUISTA HISPANA EN BANES
Cuando el Gran Almirante Cristóbal Colón llegó el 12 de octubre de 1492 a la isla de Guanahaní, encontró allí indígenas que le sirvieron de guías hacía Cuba. Estos, por la ruta que siguieron, al parecer estaban interesados en conducirlo al segmento costero entre Gibara y Bariay; ellos, nada parcos en el intento de comunicarse, le indicaron por señas sobre las comunidades, asentadas en toda la zona. En la descripción que Colón crée entender sobre lo expuesto por los mencionados aborígenes, anota acerca de la existencia en el área de "diez ríos grandes, y que con sus canoas no la pueden cercar en veinte días". El Almirante pudo exagerar o entender finalmente mal; pero nos parece claro el conocimiento por sus guías de la costa y los grupos humanos existentes.

Sobre la ruta indicada por los aborígenes hacía Cuba, llama la atención la clara dirección indicada hacía Gibara y no hacía el segmento entre Bariay y Banes ¿O tal vez fue que conociendo bien las corrientes y los peligrosos arrecifes coralinos de Punta Lucrecia extendidos entre las actuales bahías de Samá y Banes, los improvisados "prácticos", no quisieron arriesgar la flotilla del Almirante a una posible catástrofe? Es una cuestión para la libre especulación.

Existe una estimación nueva sobre el viaje colombino y la zona de Banes. El 2 de noviembre de 1492, encontrándose fondeado en la bahía de Gibara, el Almirante decidió enviar a los marineros Rodrigo de Jerez y Luís de Torres para explorar el interior de la tierra descubierta. Ellos regresaron en la noche del día 5 e informaron haber visitado una aldea de unas 50 casas y unos mil habitantes. Tradicionalmente entre los lugares posibles de ese encuentro se pensó en El Yayal, comunidad próxima a la actual localización de la ciudad de Holguín. En la actualidad el ya fallecido Dr. José Manuel Guarch, estimó que ese lugar debió ser la comunidad aborigen ubicada en el cerro de Yagüajay, desestimando El Yayal porque fue sitio de posterior concentración aborigen.

En el año 1500 el piloto Juan de la Cosa, participante en el segundo viaje colombino realizó el primer mapa de Cuba en que se le definió como una isla y en este marcó correctamente al accidente geográfico denominado Cabo de Cuba (Cabo Lucrecia). Para realizar este mapa, primero donde se señala un punto de la zona geográfica banense, el piloto debió conocer algún croquis del Almirante sobre la costa nororiental cubana confeccionado por este en su primer viaje, porque el nuevo viaje colombino entre 1493 - 94, se centró en la costa sur cubana y no en la norte.

La zona de Banes no fue tocada a profundidad por los españoles hasta el proceso de la conquista, a pesar de su previa y posible revisión costera realizada por los bojeos a Cuba, primero el de Vicente Yánez Pinzón entre 1505 y 1507 y particularmente el realizado por Sebastián de Ocampo, por ordenes del gobernador Nicolás de Ovando; empresa partida de La Española con dos carabelas, entre abril y junio de 1509, con una duración de unos ocho o nueve meses, regresando a informar sus resultados entre enero y marzo de 1510.

La tarea encomendada a Ocampo según precisara el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo fue clara: "a tentar si por vía de paz se podría poblar de cristianos la Isla de Cuba". La expedición de Ocampo, una clara labor de inteligencia, se movió a partir de todas las informaciones acumuladas hasta el momento por los conquistadores sobre las zonas de ubicación de las comunidades aborígenes cubanas, comprobándolas y consolidándolas y fue en verdad el prólogo de la conquista.

A la llegada de Ocampo a La Española se encontró que el nuevo gobernante de La Española era el virrey Diego Colón, el que perfectamente enterado de las indicaciones reales sobre averiguar si en Cuba había oro y en espera de los resultados del bojeo exploratorio, determinó el inicio de la plena conquista de la Isla. Originalmente pensó el virrey en nominar para la jefatura del tema cubano a su tío Bartolomé Colón; pero la partida de este a España lo inclinó a nombrar al antiguo lugarteniente de Ovando, Diego Velázquez de Cuellar, poderoso encomendero local y hombre de probada experiencia militar, a mas de contar con el respaldo fundamental de Ginés de Pasamonte, tesorero real y hombre de confianza del monarca Fernando de Aragón.

La oficialización de la designación de Velázquez se realizó mediante la firma de un asiento o contrato, donde se le definió como Adelantado y teniente del virrey para la empresa. Los costos de la expedición Velázquez debía resolverlos a partir de su fortuna, con la promesa que luego la corona los redimiría. El dinero necesario fue completado por el tesorero de Jamaica Pedro Mazuelos y posiblemente por los genoveses Juan Francisco de Grimaldo y Gaspar Centurión, representantes en Sevilla de la banca ligur.

Capítulo 3:


Iniciada la conquista de Cuba por Diego Velázquez en la primavera de 1510, al frente de unos 300 hombres, la acción española se centró primeramente en aplastar la heroica resistencia de Hatuey levantada en la parte más oriental de la isla, hasta que el líder indígena fue capturado y finalmente quemado vivo en la actual Yara. La derrota de los combatientes aborígenes permitió la fundación, a finales de 1510 o principios de 1511, de la Villa de Baracoa, en una región taina entonces densamente poblada y la confección de nuevos planes expansivos. Mientras se definían estos propósitos, para calmar a los ambiciosos conquistadores, experimentar con los aborígenes y apurar el proceso de creación de recursos alimenticios para sus futuros objetivos, a la convocatoria del Adelantado grupos de indios de las provincias cercanas del sur y del norte, trabajaron en Baracoa y sus estancias. Esa convivencia debió ser fundamental para las despensas conquistadoras como para la labor de espionaje desplegada sobre los indios.
En un momento no definido de 1512, a la orden de Velázquez, dos grupos de la hueste conquistadora se dirigieron hacia puntos considerados claves en el oriente de la isla con el objetivo de ocuparlos y pacificarlos para, sobre esas bases, ampliar el área de dominio colonial. Francisco de Morales se dirigió hacía Maniabón y Pánfilo de Narváez hacia Bayamo.

Para los autores del clásico "United Fruit Company: un caso de penetración imperialista en Cuba", sustentados en una interpretación del texto de Ricardo Varona Pupo "Banes. Crónicas", la expedición de Morales: "marchó a conquistar la región Banes - Nipe, conocida como Cacicazgo de Maniabón". Pero ese criterio nos parece incorrecto.
Según la propuesta de mapa elaborada en 1841 por José María de la Torre, el supuesto cacicazgo de Maniabón lindaba por la costa aproximadamente entre las bahías de Puerto Padre y Naranjo, mientras el definido Bani, lo hacía desde Naranjo a la península de El Ramón. Es decir, dos territorios diferentes. Incluso el propio Ricardo Varona que debió conocer esa información refiere que en el norte de Oriente estaban los cacicazgos de Maniabón y Bani. Por tanto es de suponer que la expedición de Morales se dirigió, como representa un mapa confeccionado por el Historiador Fernando Portuondo, hacia las zonas occidentales de la actual provincia de Holguín, es decir las comunidades comprendidas en general desde el actual El Yayal a las ubicadas en torno a la bahía de Gibara, incluyendo la zona oriental de la actual provincia de Las Tunas, municipios de Chaparra y Puerto Padre.
La incógnita es por qué no fue Morales a la poblada zona de Banes. Tal vez la respuesta se encuentre entre otras, en la relativamente dispersa información acumulada por los españoles hasta entonces, o a un resultado de la leyenda confeccionada años antes por el propio Colón al estimar, según dedujera de los aborígenes, que a cuatro jornadas de un cabo y un río (la bahía de Puerto Padre), existía una gran población. O para cerrar la especulación, también fuera una acción estratégica para cortarles a las comunidades de Baní una retaguardia.

Es sabido que Morales, hombre de confianza de Diego Colón, extralimitó sus funciones represivas, pretexto utilizado por el Adelantado para de inmediato deponerlo y enviarlo preso a La Española; más que dar justicia a los indios Velázquez se quitó por esa vía de un competidor peligroso. Estos acontecimientos debieron ocurrir cuando más a mediados de 1512, porque hubo tiempo de notificar al rey y que este, en una Real Cédula de 10 de diciembre de ese propio año, declarase haber sido informado de "que Francisco Morales (...) ha fecho muchos excesos en el viaje que hizo, faciendo fuerzas e robos a las personas de las que consigo llevaba, (sic)".
El 4 de octubre de 1513, Velázquez arrancó desde Baracoa con la conquista definitiva del resto del país, luego de los resultados expansivos acumulados, de recibir el título oficial de Gobernador de Cuba y de repartidor de indios. Por mar marchó desde la Villa de la Asunción (Baracoa) hasta Banes, y por tierra desde esta zona hasta Bayamo.
¿Cuándo y por dónde llego a Banes? ¿Qué tiempo estuvo allí? ¿Qué relaciones estableció con los aborígenes? Son preguntas que después de casi 500 años, prácticamente siguen sin una respuesta precisa por la falta de documentación nueva localizada.

Capítulo 4:

En su carta al Rey Fernando de Aragón explicándole su obra conquistadora, Diego Velázquez contó cómo llegó primero a las provincias indias de Baní y Barajagua "donde estuvo quatro (sic) o cinco días", y aclara que a su convocatoria, a un lugar geográfico ahora no precisado, "vinieron allí los caciques e indios de las dichas provincias".
De ese punto partió luego para las provincias indias de Mayyé y Bayamo. Hipotéticamente se ha considerado que el punto geográfico donde se realizó esta fundamental " asamblea, " estuvo en un espacio ubicado máximamente entre las zonas de la bahía de Banes y la península de El Ramón, marchando desde el lugar de la reunión, por una ruta terrestre ahora desconocida, al sur oeste, hacia el distante Golfo de Guacanayabo. El Dr. Fernando Portuondo marcó en un mapa el desembarco de Velázquez en un punto al norte de la bahía de Banes, mientras Leví Marrero, lo señaló en la Península El Ramón. Nosotros estimamos que ese punto pudo haber estado exactamente en la zona de la actual playa de Puerto Rico por las características de la navegación en el lugar. Años más tarde, describiendo en 1757 la bahía de Banes, el obispo Morell de Santa Cruz refirió testimonialmente: "advirtiendo que solo se puede entrar yendo la marea para dentro (...) y es tanta la corriente que entra, y sale, que a mi ha sucedido estando dado fondo (...) con las anclas, e ir a la playa".
Creo importante apuntar además que la convocatoria a los caciques de Bani y Barajagua, probaba además la existencia por los españoles de un claro conocimiento de cuáles eran las principales comunidades aborígenes en la región y quiénes eran sus líderes.
Un velo de intensa penumbra oculta el crucial proceso del establecimiento de las Encomiendas en las tierras del actual Holguín entre 1513 y su extinción legal en 1542. Es indudable que en el área de Bani a partir de 1514 se instauraron varias encomiendas; pero aún sabemos muy poco de sus propietarios. Sólo conocemos de acuerdo al juicio de Residencia al ex gobernador Gonzalo de Guzmán que en 1527, Diego de Avila era allí dueño de una naboría y que otra, primeramente de Alonso de Mendoza y Juan Mosquera, para esa fecha era poseída en un 50% por Manuel de Rojas, desconociéndose el otro propietario. Por cierto Gonzalo de Guzmán era tan cercano a Velázquez que en mayo de 1524, el testigo Andrés de Duero le declaró al Juez de Residencia Juan Altamirano que el Velázquez, a la hora del repartimiento de indios, no guardó orden ni igualdad, beneficiando primero a sus parciales, en primer lugar a Gonzalo de Guzmán. Esa declaración, envidiosa en el fondo, arroja luz sobre el hecho de que había lugares indígenas más apetitosos que otros y eso nos lleva de inmediato a la importancia social y económica de Banes para los conquistadores.
Mientras la documentación histórica no facilite otros detalles, la arqueología mantendrá la primacía informativa. Las excavaciones realizadas desde la década de 1930 y sobre todo en el período revolucionario, ya han acumulado importantes datos muy útiles, para la interpretación sobre estos primeros tiempos coloniales en Banes.
Según valoraciones del MSc. Roberto Valcárcel, lugares destacados en la transculturación se encuentran principalmente en Chorro de Maita, Potrero de El Mango, Loma de Baní, Cuadro de los Indios, Varela III y El Porvenir. Chorro de Maita en particular tiene fechados de supervivencia hasta bien entrado el siglo XVI. ¿Cuál fue la convivencia entre conquistadores y aborígenes en Banes? Lo desconocemos; pero la gran insurrección anticolonial aborigen, vivida por oleadas entre 1520 y 1540 debió tener en el territorio, por su masa de población aborigen y su cultura, una sede importante, auxiliada por los espesos montes y las alturas montañosas que la circundaban. El fecundo historiador Jorge Ibarra Cuesta ha planteado la hipótesis de la existencia en Bani de una base territorial de resistencia a los conquistadores.
Al llegar en 1526 Gonzalo de Guzmán al cargo de Gobernador se le hizo conocer oficialmente lo que ya conocía por su propias vivencias: "(...) en cada una de las provincias de las dichas villas andan e están muchos indios alzados e rebelados haciendo muchos males e muertes de españoles (...). Por tales razones el Rey Carlos V ordenó la realización de una represión feroz, autorizando "que cualesquiera persona los pueda matar y prender y hazer (sic) todo el daño que quisieran". En la vecina Encomienda de Alcalá, en 1538, los indios fingían trabajar por el día, pero por la noche combatían a los colonialistas.

Pudiéramos especular mucho sobre todo lo ocurrido en las tierras del cacicazgo de Bani entre 1520 y 1540; pero lo que sí es cierto es que hasta mediados del siglo XVIII no tendremos más informaciones documentales sobre Banes.

miércoles, 25 de enero de 2012

GASTÓN BAQUERO: LA INVENCIÓN DE UNA IDENTIDAD Efraín Rodríguez Santana TOMADO DE: http://www.revistazunai.com/ensaios/gaston_baquero_efrain_rodriguez_santana.htme:

ZUNÁI - Revista de poesia & debates


GASTÓN BAQUERO, DE JOVEN.

GASTÓN BAQUERO: LA INVENCIÓN DE UNA IDENTIDAD

 
Efraín Rodríguez Santana

 

 

Entre Cuba y España

El poeta cubano Gastón Baquero (1914-1997) constituye una de las figuras más relevantes de la poesía cubana de la segunda mitad del siglo XX, perteneciente al grupo Orígenes que presidió José Lezama Lima y que estuvo compuesto por figuras de gran relieve como Virgilio Piñera, Eliseo Diego, Cintio Vitier, Fina García Marruz y Lorenzo García Vega, su trayectoria poética estará vinculada una y otra vez al devenir irregular y a veces trágico de su vida.
En tal sentido, Orígenes pasa a ofrecer un interés adicional por las existencias profundamente convulsas que vivieron algunos de sus protagonistas más destacados. Entre una Cuba sometida a formas de exclusión y repudio y una Cuba Secreta abierta a la reconstrucción de la historia por medio de la poesía, nombres como los de José Lezama Lima, Virgilio Piñera, Eliseo Diego, Lorenzo García Vega y Gastón Baquero reformulan un ideario poético que los salva en última instancia del olvido.[1] 
Todas estas relaciones de sobrevivencia se vinculan al símbolo Isla. La Isla como paraíso, como reducto opresivo, carcelario, y como incorporación y reelaboración de islas de creación, islas que incorporan islas.
El término Cuba Secreta[2] sigue teniendo vigencia hoy en día, en tanto apropiación de un ámbito creativo y como formas de resistencia, crítica y hasta evasión frente a las imposiciones sociales ideológicas y políticas. Podríamos hablar de un irrecusable principio por el cual poesía y política son pares opuestos que no se podrían complementar nunca. Esa relativa autonomía de la poesía es la válvula de salvación de estos poetas origenistas y de tantos otros a lo largo de la historia cubana, desde su formación letrada hasta la fecha, un modo diferenciado de entender la otra fisonomía interior de la Isla.
Baquero pertenece por entero a este mundo de fuertes fluctuaciones que va de "lo real concreto a lo real poetizado". El dibujo de su mapa poético al menos se edifica en dos ocasiones: una en Cuba y otra en el exilio en tierras españolas a partir del año 1959. Esta discontinuidad que se expresa también en una superación dialéctica de su propia obra, lo convierte en un escritor sugestivo, sometido a la evidencia corrosiva de las relaciones políticas en las décadas del 40 y el 50 en Cuba y a la censura y aislamiento en las décadas sucesivas, sobre todo en la España franquista de los 60, que contaba además con una intelectualidad progresista que acogía a la Revolución cubana y que daba la espalda a un exiliado político como él. En tal situación hay que partir de cero, volver a la soledad para reelaborar el nuevo discurso imaginativo. 
Este dato biográfico crucial se une otros no menos importantes que nos ayudan a comprender la multiplicidad de intereses políticos, literarios, periodísticos, culturales que nuestro autor tuvo en una etapa, y la reconcentración y dedicación casi en exclusividad a la poesía que disfrutó en otra. Un complejo recorrido que en principio podríamos resumir de la forma siguiente: Baquero era negro, pobre, homosexual, poeta, para después pasar a ser poderoso y finalmente exiliarse, volver a la pobreza más radical y a la poesía.
Nace el 4 de mayo de 1914 en Banes, un pueblo de la región oriental de Cuba, situado en la actual provincial Holguín, de extracción muy humilde la poesía de Gastón parece deberle mucho a sus años de infancia en su pueblo natal, que poseía como él mismo señalara condiciones económicas particulares que superaban el ámbito rural y lo proyectaban hacia nuevas "calidades de vida", sobre todo en lo que se refiere a la educación, la proliferación de muy buenos maestros y el surgimiento de un ambiente proclive a la lectura. Sin embargo, esa extrema pobreza en que vive en sus primeros años de infancia le impide asistir con regularidad a la escuela. El ambiente familiar, no obstante, lo conduce al gusto por la poesía. Él rememora y reflexiona sobre aquellos momentos
Me veo de muy niño, sin haber aprendido del todo a leer, con una libreta de éstas en las manos, leyéndole en voz alta poemas a la tía Mina, para que fuese pasando a la libreta suya. Poemas de Darío, de Nervo, de Díaz Mirón, de Heredia, de Zenea, de Martí, de Manuel Acuña, de Silva, de Julio Florez... Esto, se afirma, deja huella. Cuando me reprocho el énfasis, lo oratorio, lo demasiado elocuente a veces que hay en los poemas que escribo, me consuelo pensando que no sólo he nacido en el Trópico, en el retumbante mundo antillano, sino que además entré en el mundo de la poesía arrastrado por unas melodías que eran más bien sonsonetes y trompeterías, énfasis y sentimentalismo sin límites.[3]
Aproximadamente a los trece años viaja con el padre a La Habana e inicia estudios acelerados de nivel medio y bachillerato con profesores particulares hasta matricular en la Universidad y graduarse finalmente de ingeniero agrónomo. Acerca de la elección de esta carrera ha dicho: "Me hice ingeniero agrónomo para complacer a mi padre (...) Seguramente, mi padre, burócrata, soñaba con lo que los burócratas creen que es una liberación: el título universitario, y si es de agricultura, de campo abierto, de aire libre, mejor".[4]
Paralelamente despliega una gran curiosidad por la literatura y comienza ya en la década del 30 una intensa y evolutiva actividad intelectual que se extenderá en Cuba hasta finales de los años 50 en que abandona el país. Traduce a T.E. Eliot, George Santayana, Paul Eluard, Hilda Aldington y muchos otros autores de lengua inglesa y francesa. En 1942 publica los cuadernos Poemas y Saúl sobre su espada. A partir de 1945 se desempeña como redactor jefe del Diario de la Marina, decano de la prensa durante la colonia y la Primera República. Este momento constituye un punto de giro en la vida de Baquero, logra llegar a un estatus social muy jerarquizado, entra inevitablemente en la política, despliega una intensa actividad como hombre de la alta cultura y como representante de ésta fuera de Cuba. Baquero comienza a tener un alto nivel de vida, que siempre supo compartir con otros escritores y artistas plásticos a los cuales abrió las páginas del Diario. En este período lo que sobresale más es su persistente labor como articulista. Escribía al mes más de quince ensayos periodísticos y muchos editoriales que lo ubican entre los más destacados periodistas de la prensa cubana. Tiempo de primacía política y disolución poética. El poeta se enmascara, aparentemente renuncia a su obsesión primera. La poetisa Fina García Marruz, tan vinculada a Orígenes y al primer Gastón de "Palabras escritas en la arena por un inocente", recuerda estos momentos del modo siguiente:
Cuando decidió alejarse para no volver nunca más a vernos, recuerdo haber oído las palabras melancólicas de Lezama, al que llamaba "el Maestro", estas que le hubieran sorprendido: "De nosotros, era el que tenía más dones". Pues no lo creía, y hubiera dado todo por escribir algo semejante a sus "jardines invisibles". Aquellos efebos tras sus flautas, que parecían un Boticelli.
Hacía tiempo que no nos visitaba. Había quedado esperando, colgado del árbol navideño, el regalo que le habíamos comprado, reuniendo entre todos los dineros, las últimas Pascuas. Visiblemente nos evitaba. Se reunía ahora sólo con las nuevas amistades del periódico, dedicado a su nueva vida social. Cuando Cintio le preguntó por qué, ahora que ya no tenía problemas económicos, no publicaba su Comedia de San Jorge, le respondió, tajante: "Un hombre que hace la vida que yo llevo no debe ya publicar poesía".[5]
En efecto, Baquero se aleja del grupo Orígenes y de su núcleo más ortodoxo. Debemos recordar que sólo publicó un poema justamente en el primer número de la famosa revista: "Canta la alondra en las puertas del cielo" (Orígenes, no. 1, primavera, La Habana, 1944). No obstante, su relación con "el Maestro" Lezama fue siempre de gran admiración. Años después en España recordaba al poeta de Trocadero como un hombre inflexible y muy selectivo, decía con cierta ironía y asombro que con los años Lezama había cambiado mucho. A veces, también, ponía en tela de juicio la validez de aquel grupo en cuanto generación literaria: "Usted no puede hallar nada más heterogéneo, más dispar, menos unificado, que el desfile de la obra de cada uno de los presuntos miembros de la generación"[6]
Sin embargo, al final de su vida es justamente Baquero quien viene a emparentarse poéticamente con Lezama. Con estas observaciones suyas se establecen ángulos complementarios desde donde estos poetas conciben el acto creador: 
Lezama que tenía esa manera de ser bastante exigente, me dijo una vez: "Lo malo de usted es que escribe con el oído. Yo escribo con el ojo, porque el verso ha de caer del ojo como una gota de resina". A mí esa definición me parece maravillosa. Creo que sí, que el verdadero gran verso debe ser como un diamante que cae hecho ya sobre la tierra. Pero no es mi caso, nunca le he dado tiempo a mis versos para ser gotas de resina, la sonoridad me ha arrastrado y tengo muchos poemas que son puramente musicales. Yo he escrito con el oído. No es que sea un defecto, porque cada uno tiene su manera de expresarse. Él era más bien un ojo en el universo y yo soy un poco un oído.[7]
En los primeros meses de 1959 abandona Cuba y se instala en Madrid, donde trabaja simultáneamente en el Instituto de Cultura Hispánica y en Radio Exterior de España. Retorna a la poesía y al pensamiento literario. Publica Poemas escritos en España (1960), Memorial de un testigo (1966), Magias e invenciones (1984), Poemas invisibles (1991) y Autoantología comentada (1992); además, aparece en diversas antologías y se recoge su poesía completa y sus ensayos literarios en los tomos Poesía y Ensayo, Fundación Central Hispano, a cargo de Alfonso Ortega Carmona y Alfredo Pérez Alencart. Otros libros importantes publicados en estas décadas son: Escritores hispanoamericanos de hoy (1961), La evolución del marxismo en Hispanoamérica (1966), Darío, Cernuda y otros temas poéticos (1969), Indios, blancos y negros en el caldero de América (1991), Acercamiento a Dulce María Loynaz (1993) y La fuente inagotable (1995). Colabora en la revista Mundo Hispánico y en los periódicos Ya, ABC, La Vanguardia y El País. Fue profesor de Literatura Hispanoamericana e Historia de América en la Escuela Oficial de Periodismo.
Casi toda su trayectoria española estuvo marcada por la indiferencia y la falta de reconocimiento. Sólo en sus últimos años se realizaron eventos y algunas publicaciones que venían a paliar en cierta medida la desidia hispánica; por una parte sus amigos salmantinos y por la otra un grupo de poetas y escritores españoles y cubanos trataron de ubicar en su justa dimensión la obra y la figura del poeta cubano. Gastón parecía sobrellevar aquella indiferencia con fortaleza, eludiendo cualquier referencia a aquel comportamiento mezquino. Todo parece indicar que le bastaba con su poesía. En su Homenaje a Gastón Baquero, el hispanista y ensayista cubano Roberto González Echevarría lo recuerda de este modo:
...y harán el ridículo los que quieran convertirlo en mártir de la política o del exilio. Para estar a la altura de su apuesta habrá que lidiar con la poesía. Y pese a sus recatos, su poesía es escasa pero grande, en una línea que no podemos resistir la tentación de llamar mallarmeana por su rigor, por su aspiración a hacerse música, pero que tiene ecos de la poesía más pura en lengua castellana, sobre todo en los maestros del Siglo de Oro. Entre estos, y a diferencia de Lezama, que optó por Góngora, Baquero está más próximo a Fray Luis y al Quevedo de los Poemas metafísicos. Lezama sintió el torrente poético de Don Luis como una llamarada que lo consumía, Baquero la pureza de Fray Luis como transparencia depuradora de lo bello a lo sencillo, aunque no a lo fácil.
 
Imaginario origenista
La ciudad letrada cubana se ha alimentado a lo largo de su historia de varios imaginarios poéticos y de diversas tendencias ideológicas contrapuestas[8], una de esas ciudades ha estado conducida por el pensamiento católico lezamiano y origenista, del cual Baquero también hace parte y que se verifica en el intento de conformación de una historia de Cuba por medio de la poesía, de sus símbolos constitutivos, no sólo del decir, sino de las mismas costumbres de vida que se asentaron en la Isla como representaciones fundacionales. El imperativo de las superposiciones de imágenes hacen de este procedimiento una de las claves del sistema poético de Lezama y constituye una pauta para algunos de los más relevantes integrantes del grupo.
Según Vitier ellos ambicionaban "una profunda necesidad de descolocación temporal que hiciera posible la inocente ambición de Orígenes: nacer de nuevo"[9] en tanto Lezama establecía las bases mismas de su ejecutoria creativa a través de la definición de su concepto de sobrenaturaleza: 
La penetración de la imagen en la naturaleza engendra la sobrenaturaleza. En esa dimensión no me canso de repetir la frase de Pascal que fue una revelación para mí, 'como la verdadera naturaleza se ha perdido, todo puede ser naturaleza'; la terrible fuerza afirmativa de esa frase, me decidió a colocar la imagen en el sitio de la naturaleza perdida, de esa manera frente al determinismo de la naturaleza, el hombre responde con total arbitrio de la imagen. Y frente al pesimismo de la naturaleza perdida, la invencible alegría en el hombre de la imagen construida.[10]
Estas imágenes sustitutivas comienzan a reconstruirse desde el mismo descubrimiento, a partir del Primer Diario de Navegación de Cristóbal Colón. Así pues, en el prólogo de su famosa Antología de la Poesía Cubana, Lezama asegura:
Nuestra isla comienza su historia dentro de la poesía. La imagen, la fábula y los prodigios establecen su reino desde nuestra fundamentación y el descubrimiento. Así el Almirante Cristóbal Colón consigna en su Diario, libro que debe estar en el umbral de nuestra poesía, que vio caer al acercarse a nuestras costas un gran ramo de fuego en el mar. Ya comenzaban las seducciones de nuestra luz. Insistiendo en el misterio de sus visiones, el Almirante ve un gran perro cuya boca sostiene como una columna de madera, donde cree ver letras. Ve la esbeltez de las indias que caminan para saludarlo y anota la expresión muy esclarecedora al fijarse en su pelo: seda de caballo. Es necesario subrayar el acento de esa expresión, seda de caballo, con lo cual alude no tan sólo a una presencia hermosa, sino a la carga de eticidad que entraña, como una resistencia sedosa y fina, que había de ser característica de todos los intentos nobles del cubano.[11]
En ese mismo prólogo anota sus peculiares observaciones sobre la irrupción de los primeros oficios en la villa de San Cristóbal de la Habana, que se contrasta con la presencia de lo que él llamara genitores por la imagen y por el fuego respectivamente. Esta suma comienza por la presencia del platero Darío Romano, del repostero de cámara Francisco de Soto y continúa con cuatro músicos de fines del siglo XVI: "Uno de Málaga, otro de Lisboa, un tercero de Sevilla y una negra libre de Santiago de los Caballeros". Todos estos personajes adicionan una cualidad visible, gustativa, auditiva, que establece un ritmo diferenciado dentro de la vida de la nueva villa. En esta singularidad, según Lezama, se asientan los primeros y más sólidos gérmenes poéticos de la Isla. Y a esto se añade la presencia de Hernando de Soto, el genitor por la imagen, guerrero por el equilibrio y el diálogo, de ahí su juego de ajedrez con Atahualpa, emperador de los Incas, pero también conquistador de La Florida que profana un culto indígena, que enferma y muere a causa de ese sacrilegio, que es enterrado y desenterrado, hasta que recibe sepultura en la madre de un río. Todos estos rasgos fabulosos y trágicos a la vez, hacen de este individuo un personaje de añoranza. Por oposición, Porcallo de Figueroa es ubicado como genitor telúrico, ser imponente ante la muerte y el nacimiento, deja una descendencia de más de doscientos hijos. Y para completar esta tríada literaturizada aparece la esposa de Hernando, Leonor de Bobadilla, que encarna la vigilia, el amor, la espera, la conversación con fantasmas, la locura.[12]
Junto a nuestro primer poema Espejo de paciencia (1604-1608), de Silvestre de Balboa y Troya de Quesada[13], y a la presencia secular de José Martí (1853-1895), se dibuja una especie de fundamentación de lo posible poético cubano-lezamiano. Es la entrada en la elaboración conceptual del término lo cubano en la poesía, que será motivo del emblemático libro homónimo de Cintio Vitier[14], y que en Baquero se establece bajo el rótulo magias e invenciones, que tendrá una clara exploración en el ámbito de las analogías y los símbolos universales. Lo que Lezama hace para la constitución histórica de una Cuba poética, Baquero lo emplea para entender el tiempo, el ritmo, la melodía de la historia como puesta en escena de un conjunto de personajes que se mezclan y actualizan en una suerte de representación continua. Es la fascinación de la mirada y del oído en busca de un relato humano concebido como sinfonía.
El cuerpo verbal de Gastón Baquero se hace resistente frente al decursar del tiempo. Se vale de él, lo mistifica, lo enrarece, lo disuelve y reconstruye dentro de espacios insólitos, a través de lo que él llamó "tiempo unísono" y "juego de permutas". La resistencia es lo imaginable, la realidad la zona donde lo inventivo se expande, lugar de lo bello y de una síntesis que reordena libremente los códigos culturales, sociales, religiosos, filosóficos y estéticos. Se trata de partir de un conocimiento previo para subvertir esos códigos y poder llegar a una nueva lectura de los acontecimientos. Una lectura inédita de la naturaleza humana y de los objetos que la acompañan:
Ese largo viaje hacia el ser de la poesía ha culminado en el reconocimiento de la significación metafísica del quehacer poético. Se ha recordado en más de una ocasión el término griego poiesis, y en ocasiones se ha indicado aquella palabra querida por los teólogos medievales: heurística. Pero en términos corrientes puede afirmarse que se ha redescubierto el valor de invención del mundo, de capacidad para fabricar, mediante fábulas, los contornos verdaderos de la realidad, y que, en consecuencia, se comprende que la poesía es la prolongación en el hombre de la imagen y semejanza de Dios, en cuanto creador.[15]
Se insiste no solamente en un procedimiento estético, sino en el valor ético que se desprende de él, concepto éste que está en la raíz misma del origenismo católico. Baquero, entonces, enfatiza: "Podemos ir reconociendo ya que si el hombre volvió a buscar a tientas el cuerpo secreto de la poesía fue porque intuitivamente descubrió que necesitaba sustitutos para el Dios que había perdido" Y añade: "pero en ambos lados del paréntesis que encierra un acto puro está la nada -territorio inhabitable para el hombre"[16] 
No obstante, el poeta cubano no se aferra a una simbología católica, más bien muchos de esos símbolos pasan por la matización de los ritos domésticos de la tierra oriental de la infancia, del mestizaje visto y escuchado a través de su flamante sensualidad, de la rica trabazón de ambientes y costumbres hispano-cubanas y de la copiosa cultura con la cual recrea sus textos.
En el centro de todas estas operaciones literarias está la búsqueda de una tradición  cultural fuerte que respalde las ambiciones creativas de estos escritores. Esa necesidad, según Lezama, de crear una teleología propia[17], o de procurar la adanización de las palabras, de acuerdo con Baquero, o de fijar la impronta cubana en términos poéticos, como acuñara Cintio Vitier, expresan en medida considerable el sentido de carencia de mitos fundadores de la joven Cuba. Tal desconcierto está muy presente en las búsquedas intelectuales del siglo XX. Mitos procurados tanto en la cultura como en la política. El historiador y ensayista Rafael Rojas lo cataloga como "ansiedad del mito":
En la cultura cubana de la primera mitad del siglo XX abundan los testimonios intelectuales de un malestar, provocado por una sensación de ausencia de mitos fundadores. Cuba, nacionalidad nueva, creada entre los siglos XVIII y XIX por africanos y mulatos, españoles y criollos, aparece en el discurso de sus propias élites poscoloniales como una cultura ingrávida, sin tradición firme ni legado discernible. Los grandes intelectuales de la República (1902-1959), Enrique José Varona, Fernando Ortiz, Jorge Mañach, José Lezama Lima..., al igual que sus predecesores decimonónicos (Félix Varela, Domingo del Monte, José Antonio Saco, José de la Luz y Caballero...) dudaron de la madurez espiritual de la isla para constituirse en una nación moderna occidental y equilibraron sus permanentes intervenciones cívicas con melancolía, zozobra y escepticismo. Esa duda los llevó a concebir la escritura como una restitución de mitos nacionales.[18]

Islas flotantes
El fenómeno insular cubano ha estado marcado siempre por la añoranza, algo que falta dentro y algo que se intenta añadir desde fuera. Una relación compleja entre Isla e Isla Diaspórica. Algunos de sus poetas más relevantes --José María Heredia, José Martí, por citar dos ejemplos cimeros-- no sólo han cantado a la tierra ausente, sino que han construido un verdadero itinerario de símbolos patrios, han diseñado nuevamente los contornos de la isla.
Martí logró organizar desde el destierro en Estados Unidos el Partido Revolucionario Cubano que condujo el rumbo de la última guerra de independencia contra España, regresando clandestinamente a una tierra que conocía poco físicamente. En su Diario de Campaña describe la campiña cubana con un deslumbramiento tal que es como si estuviera descubriendo algo enteramente inédito para él, algo prodigioso que se impregna de palabras precisas e intransferibles, algo enteramente poetizable. Martí es el poeta cubano que más ha idealizado a Cuba, que mejor la ha inventado[19] desde un candor patriótico único. Cuba bien pudiera ser su obra mayor. Dos días antes de morir, anotó en su Diario: "Está muy turbia el agua crecida del Contramaestre,- y me trae Valentín un jarro hervido en dulce con hojas de higo"[20]
Uno de los temas más persistentes en la historia de las tradiciones sociales, culturales, literarias, cubanas es el de las emigraciones. Las relaciones entre Isla y una especie de Isla Diaspórica (aquí incluimos los términos destierro y exilio), entre un adentro y un afuera, constituyen un asunto medular en la vida multiespacial y multicultural del cubano, situación ésta que se ha intensificado y extendido increíblemente desde 1959 hasta la fecha y que está relacionada asimismo a un drama de rupturas que no cesa.
La Isla, desde su fundación, parece estar marcada por una fuerte presencia transterrada. Todos esos personajes que Lezama destaca y que están presentes en la fundación de nuestras principales villas son parte también de un fenómeno diaspórico, en unos casos voluntarios y en otros impuesto. O sea, nuestros primeros asentamientos culturales tuvieron la impronta de ese germen foráneo, la mezcla de una naturaleza consagrada por un pensamiento medieval-renacentista con una naturaleza insólita, no catalogada hasta ese momento. Es algo intrínseco al descubrimiento y colonización de nuestras tierras.
A partir de aquí crece entonces el concepto de Isla cubana como símbolo también de carencia. El hombre de estas tierras idealiza lo que está más allá del océano, su frontera natural y forzosa, ansía caminos imposibles, puentes y fronteras continentales, insiste en desafiar el mar como una fórmula para encontrarse con lo desconocido, de ahí la tragedia y hazaña perpetua de nuestros balseros[21]. Esta es una especie de visión poética, de sentido metafórico, de relacionamiento entre el par Isla-Continente, a lo que se añade la imperiosa necesidad económica y política de escapar de la Isla, en busca de la dignidad perdida, de la reconstrucción de una existencia viable.
Al mismo tiempo se produce una relación entre "seguridad" continental y "fragilidad" insular, aunque estos conceptos en la actualidad hayan variado mucho y estemos ante continentes como el africano que padecen de un profunda desustanciación material y espiritual. Por ejemplo, hoy parte de esa África intenta escapar a las Islas Canarias.
Para la Cuba de estos momentos los conceptos Isla-Isla Diaspórica son enteramente complementarios, como cara y cruz de una misma moneda, sin los cuales no podríamos fijar en su justa medida los derroteros literarios actuales. Lo que ha sucedido es que la Diáspora, a lo largo de estas cinco décadas, ha crecido continuamente y en los últimos años se ha profesionalizado cada vez más. Intelectuales, investigadores, profesores, estudiosos, escritores y poetas han diseminado la literatura cubana por América del Norte, Europa y América del Sur. Esta Cuba del exilio constante se ha ido convirtiendo en una Isla que se repite en muy diversos lugares, claro está que modificada, transformada por nuevas circunstancias.
Se consigue entonces una suerte de complementariedad entre un exilio muy enriquecido, que aporta una diversidad de lecturas al problema insular, frente a muchos grupos interesados dentro del país, pero sometidos por una política apocalíptica, mesiánica y centralista. Es una agonía que por fortuna no es monolítica, y que está constituida por incontables fisuras a través de las cuales lo cubano de dentro y de fuera se emparientan, se retroalimentan.
El ensayo, los estudios investigativos, la poesía y la novela que se gesta en diferentes latitudes van ocupando espacios de mayor influencia en el ámbito nacional, conjurando, entre otros muchos aspectos, todo tipo de lenguaje estereotipado, y dislocando los límites del pensamiento entre "adentro" y "afuera".
Esta multiplicidad de la diáspora se verifica asimismo en la confrontación con otros espacios culturales, otras experiencias de vida y lengua, lo que provoca una evidente ruptura con los viejos conceptos nacionalista de patria y fronteras. Esa búsqueda de otros lenguajes en la "dispersión" es quizás el mayor aporte de estas nuevas escrituras. Podríamos recordar dos casos influyentes, a partir de sus respectivas modalidades postmodernas y neobarrocas, ellos son los poetas Lorenzo García Vega (1926) y José Kozer (1940). El primero de ellos ha dicho: "La poesía forma parte de la literatura. Nosotros no podemos separarnos de la literatura hispanoamericana. Somos eso. Y separar esto así, recortar y quedarnos solamente en una hipotética y arquetípica cubanidad me parece que además ha tenido funestas consecuencias. Y es ridículo, lo que es más grave todavía"[22]. En la actualidad hay ejes del exilio cubano muy influyentes en Barcelona, Madrid, París, Miami, Nueva York, México, Caracas, Santiago de Chile, etc. Con respecto a esta transterritorialidad el ensayista Iván de la Nuez ha referido:
Cuba es hoy uno de los países con mayor proporción de exiliados -entre el 15 y el 20% de la población-y, también, con mayor proporción de artistas e intelectuales en el destierro. (...) La trasterritorialidad de la cultura cubana no es nueva, pero desde la Revolución ha crecido de una forma extraordinaria. En los años 90, se da la singularidad de que los puntos de la geografía se han multiplicado casi hasta el infinito. Reinventados una y otra vez, los cubanos se asoman a la aldea global y consiguen lo que no hicieron las guerrillas de los 60, años en los cuales la revolución parecía universal. La mayor experiencia de globalización de los cubanos está, acaso, en estas formas de éxodo. Y son estos modos los que, paradójicamente, consuman (y consumen) el espíritu inicial de la Revolución. De esta manera, la idea de nación, de ciudad, de cualquier modelo de pertenencia, comienza a quebrarse y los cubanos intervienen con mayor o menor protagonismo en el derribo repetido de la frontera entre las Américas, las dos Europas, los dos sistemas sociales, las dos orillas del Pacífico o la transgresión continua del Mediterráneo. En su obra Mundo soñado, el artista Antonio Eligio (Tonel) nos entrega un gran mapamundi construido con islas de Cuba. El hecho de que este artista componga esta pieza desde La Habana (...) hace más sintomática la condición de disolución de la cultura cubana. Cuba, en este mapa, está en todas partes sin jerarquía y, por esa misma razón, no está en ninguna.[23]
Como se observa, se trata de concebir las distintas caras de una isla esparcida por el mundo, calificada de muchas maneras: Isla Perpetua, Isla Interactiva, Isla Virtual, Isla que se Repite, Isla que se Modifica, entendidas tales denominaciones en su sentido de dispersión y aislamiento, resistencia y levedad, naufragio y utopía. La otra "resistencia", dentro de la Isla, se verifica en una obra de gran calado crítico, como crónica de acontecimientos, como descripción de ruinas, desde actitudes que abarcan el llamado Insilio, el Desacato, la Ironía, el Escepticismo, la Abulia, la Burla, la Parodia, el Silencio, el Miedo, la Paranoia.
 
Una isla dentro de un poeta
Gastón Baquero murió en el exilio luego de haber vivido trentiocho año fuera de su país natal[24], en España rehabilitó su espacio creativo, Memorial de un testigo (1966) ejerció una clara influencia en poetas como Francisco Brines y Pere Gimferrer. En los 90 empezó a tener contactos frecuentes con una generación de jóvenes escritores cubanos que provenientes de Cuba descubrían su obra y entraban en contacto con él. Su poesía cumplía un itinerario aportador. Esta experiencia universalista, sin embargo, no dejaba a un lado la Cuba de sus sueños y realidades. A la pregunta "¿Ha logrado escribir fuera de su casa?", que le hiciera el ensayista y periodista cubano Carlos Espinosa, él respondía: "¡Pobre de mí si no pudiera escribir fuera de mi casa! Yo salí de mi casa en 1959, así que figúrate, no hubiera podido escribir casi nada. Yo escribo en cualquier sitio porque mi casa la llevo conmigo. Mi país yo lo llevo conmigo, en mi castillo interior (...) Yo vivo y produzco dentro de mí (...) Allí tengo mi Isla, mi familia, mi sol".[25] Esta decisión profundamente subjetiva, metafísica, constituye, además, un homenaje a un poeta que valoró mucho: R.M. Rilke ("síntesis entre poesía moderna y reconquista del saber metafísico"):
                        (...)
                                   Parece que estoy solo,
                        diríase que soy una isla, un sordomudo, un estéril.
                        Parece que estoy solo, viudo de amor, errante,
                        pero llevo de la mano a un niño misterioso,
                        que a veces crece de repente, y es un soldado aherrojado,
                        o es un hombre mayor meditabundo, un huésped del reino de los lúcidos
                        y se encoge luego, se recoge hasta devolverse a la niñez,
                        con sus ojos denominables arcanos, con su látigo inútil, con su estupor,
                        y este niño retráctil me acompaña, y se llama Rainiero en ocasiones,
                        y en otras Presente, y el Caballero Huérfano, y el Soldado
sin Dormir Posible,
 y comulga con el comunicado mundo de ultratumba,
 y conoce el lenguaje de los que abandonaron, condenados, el cuerpo,
 y pelean a alma limpia por convencer a Dios de que se ha equivocado
.
                         (...)
                         ("Silente compañero")
Baquero es un profundo asimilador del vanguardismo europeo y anglo-norteamericano, un estudioso de los más importantes hitos hispanoamericanos, deudor también de la poesía mística española y del conceptismo. Lo mallarmeano ("lo poético como acto puro") se mezcla a la vocación de colores y luces que tienen algunos de sus textos más significativos:
                         (...)
                         Abrí los ojos y me sentí cercado por un resplandor de oro:
                         algo venía precedido de músicas, de pájaros verdes, de jazmines
                         abiertos a la luna. Fue de un golpe
                         como si cien niños golpeasen sartenes con cucharitas de plata:
                         Afrodita en persona, protegida del sol con una sombrilla de hojas frescas,
                         Afrodita mulatadeojosverdes y andar de palomita buchona en los maizales,
                         Pasaba por la puerta de mi casa.
                         (...)
                         ("Variaciones antillanas sobre temas de Mallarmé" (III. "Aparición")[26]
 
Sin dudas, esa Afrodita "mulatadeojosverdes" es un símbolo cubano (antillano) que está presente también en otros poemas suyos que toman el viaje como recorrido de emancipación, búsqueda de la verdad y vuelta a una tierra joven y germinativa[27]. Aparición de esos espacios abiertos y exuberantes que recuerdan a un Saint-John Perse ("cronista de los elementos del mundo"). El viejo mundo que acude al nuevo para ser fecundado, vitalizado por una sangre mestiza. Es la vuelta también de Baquero a sus tierras americanas, como espectador y participante del acto de fecundidad: 
                         (...)
                                   El Barón lloraba silenciosamente, día tras día, en noche y alborada
                         y en su habitación entraban las exquisitas damas de Brandeburgo
                         para escucharle una y otra vez el relato de sus alucinaciones.
                                   Hablaba
                         de ríos absolutamente cristalinos, de rojas mariposas sonoras,
                         de aves que conversaban con el hombre y reían con él. Hablaba
                         de maderas perfumadas todo el tiempo, de traslúcidos peces voladores,
                                   de sirenas,
                         y describía árboles golpeantes con sus fustes en la techumbre del cielo,
                         y se le oía runrunear, transportado en su sueño al otro mundo,
                         cancioncillas que jamás resonaron en los bosques del castillo.
                                   Y cantaba:
                         Senserení, color de agua en la mano,
                         y sabor de aleluya en bandeja de plata;
                         Senserení cantando a través del verano,
                         con su pluma de oro y su pico de escarlata.
                         Tornaba a ensimismarse en su felicísima tristeza, y allí se estaba el
                                   Barón de Humperdansk,
                         pegado al ventanal de las iluminaciones, contemplando el vivir de su esposa
                         en otro lejano paraíso, rodeada
                         de adolescentes lascivos, de ídolos hieráticos, de madreperlas y palmeras.
                        (...)
                        ("Brandeburgo 1526")
Es evidente en sus textos la relación entre lo bello y lo feo[28], lo trágico y lo bucólico, la muerte y la vida, como normas esenciales de la existencia humana. Desde una infinita cordialidad penetra en los grandes asuntos de la creación, a través de los cuales se consigue avizorar algo trascendente, pero observado desde la sencillez de quien sirve, de quien da testimonio de aquello prodigioso que otros ejecutan. El tema de la servidumbre como espectadora y asistente excepcional de lo que se crea es determinante. Obra escenificada, cruzada por personajes insólitos, tramitadores de vidas, testigos o ejecutantes de una memoria calidoscópica:
                        (...)
                        I
                        Cuando Juan Sebastián comenzó a escribir la Cantata del café,
                        yo estaba allí:
                        llevaba sobre sus hombros, con la punta de los dedos,
                        el compás de la zarabanda. 
            Un poco antes,
                        cuando el
siñorino Rafael subió a pintar las cameratas vaticanas
                        alguien que era yo alcanzaba un poquito de blanco sonoro bermejo,
                        y otras gotas de azul virginal, mezclando y atenuando,
                        hasta poner entre ambos en la pared el sol otra vez,
                        como el huevo de una gallina alimentada con azul de Metilene.
            (...)
            ("Memorial de un testigo"
Baquero es un poeta que da testimonio de aquellos acontecimientos mágicos que penetran en la realidad, en su caso parece que la literatura escoge de esa realidad ciertos argumentos y fijaciones que eluden lo desagradable, la nota fúnebre o elegíaca. Este juego de espejos, esas formas sencillas de fomentar lo sensitivo frente a  los efectos humanos más estridentes y concretos, son los atajos que él utiliza para tratar el tema de la muerte:
                        (...)
                        Yo los lunes me llamaba Nicanor.
                        Vindicaba el horrible tedio de los domingos
                        Y desconcertaba por unas horas a las doncellas
                        Y los horóscopos.
                        (...)

                        Yo en otro tiempo escamoteaba la guillotina del tiempo
                        Mudando de nombre cada día para no ser localizado
                        Por la señora Aquella,
                        La que transforma todo nombre en un pretérito
                        Decorado por las lágrimas
                        (...)
                        ("Los lunes me llamaba Nicanor")
 
Otra de las constantes es el tiempo, que permite a Baquero dejar establecido el término "juego de permutas", o sea, una suerte de "imaginización" de la historia, y dentro de ella la inclusión de personajes de distintas épocas y culturas. Esta gustosa especulación del tiempo es también expresión de lo eterno, lo que se inscribe en el acto de escritura en cuanto destino. Así ocurre, como en muchos de sus textos, en: "Marcel Proust pasea en barca por la bahía de Corinto" y "Epitafio para María Kodama":
                        Me gusta que se llame
                        María Kodama
                        el invento póstumo de
                       
Jorge Luis Borges.

                       
María Kodama es
                       el nombre borgiano de la esposa
                       del Impertinente Maestro de Ceremonias
                       Kiro Kotsuké No-Suke,
                       Llamado también Ochi Kotsuké No-Suki,
                       Que era a su vez la verdadera
                       Madame Pechogris, novia
                       Favorita de mi temido amigo
                       Yuko Mishima.
                       Mishima fue, como todos saben,
                       El pseudónimo oriental de
                       Jorge Luis Borges.
                       Jorge Luis Borges,
                       el jardinero japonés que un día,
                       desesperado de soledad,
                       engendró a María Kodama.
                       ("Epitafio para María Kodama")
Aporte mayor a la poesía cubana, modo en que vulnera la realidad, en tanto se hace deudor incondicional de ella, límites que se manejan con entera libertad, adentrándose en aquellos mundos en apariencia prohibidos, cambiando a su antojo la lógica de los acontecimientos, la cronología de los hechos. De ahí que podamos ver a Gastón como una isla, Cuba dentro de un poeta, en esa práctica persistente de las palabras, que también son islas, sucesión de experiencias viviéndose. 
"Testamento del pez" es un poema que se publicó por vez primera en 1948, es un canto de amor a la ciudad de la Habana, una ciudad que se admira y  apasiona desde el mar, que acompañará al poeta durante toda su vida. Es una especie de escudo, pero también es un pacto, una invención y un tipo de amor que trasciende las fronteras físicas de un país: 
            Yo te amo, ciudad,
                        aunque sólo escucho de ti el lejano rumor,
                        aunque soy en tu olvido una isla invisible,
                        porque resuenas y tiemblas y me olvidas,
                        yo te amo, ciudad.
            (...)
            ("Testamento del pez")
 
Bibliografía:
1. Baquero, Gastón: Ensayo, Salamanca, Fundación Central Hispano, 1995.
2. --------------------: La patria sonora de los frutos, selección y prólogo de Efraín Rodríguez Santana, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2001.
3.  De la Nuez, Iván: La balsa perpetua, Barcelona, Editorial Casiopea, 1998.
4. Espinosa, Carlos, Lázaro, Felipe, Rodríguez Santana, Efraín: Entrevista a Gastón Baquero, Madrid, Editorial Betania, 1998
5. García Vega, Lorenzo; Kozer, José; Ponte, Antonio José; Ríos, Soleida; Rodríguez, Reina María: Una Cuba: cinco voces, Buenos Aires, CCEBA/Tsé-Tsé, 2005
6. González, Iván: Fascinación de la memoria, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1993.
7. Lezama Lima, José: Imagen y posibilidad, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1981.
8. -----------------------: Obras completas (ensayos/cuentos) (T.II.), México, Aguilar, 1977.
9. -----------------------: Antología de
la Poesía Cubana, La Habana, Editora del Consejo Nacional de Cultura, 1965.
10. Martí, José: Diario de campaña (de Cabo Haitiano a Dos Ríos), Biblioteca virtual de Cervantes, 1999.
11. Ponte, Antonio José: El libro perdido de los origenistas, México, Editorial Aldus, 2002.
12. Rojas, Rafael: José Martí: la invención de Cuba, Madrid, Editorial Colibrí, 2000.
13. ---------------: Tumbas sin sosiego, Barcelona, Editorial Anagrama, 2006.
14. Vitier, Cintio: Lo cubano en la poesía (edición definitiva), La Habana
, Editorial Letras Cubanas, 1998.
 
Efraín Rodríguez Santana (Palma Soriano, 1953). Poeta, novelista, crítico. Autor, entre otros de libros de poesía, de El hacha de miel (1983), Otro día va a comenzar (2000) Un país de agua (2003). Publicó en 2002, la novela La mujer sentada, premio de la crítica literaria en su país. Ha obtenido los Premios David de Poesía, Cuba, y los Premios Internacionales de Poesía Gastón Baquero y Poesía Centenario de Rafael Alberti, ambos conferidos en España. Libros suyos, artículos, ensayos y críticas han sido publicados en Europa y América del Sur.

 

[1] Lezama Lima José Imagen y posibilidad, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1981. En uno de los artículos compilados por Ciro Bianchi Ross, Lezama define aún más la proyección del grupo y la revista:
Orígenes, la revista y el estado de expresión que representa, ha sido siempre un fervor y una decisión para el trabajo intelectual, pero nunca un modo grupal de operaciones, la coincidencia de criterios que deben ser suscitantes y diversos, nunca estáticos y coincidentes en claves y signos.
 Orígenes es algo más que una generación literaria o artística, es un estado organizado frente al tiempo. Representa un minimum de criterios operantes en lo artístico y en las relaciones de la persona con su circunstancia. Será siempre, o intentará serlo en forma que por lo menos sus deseos sean a la postre sus realizaciones, un estado de concurrencia, liberado de esa dependencia cronológica que parece el marchamo de lo generacional. (pp.172-173).
[2] Zambrano, María: "La Cuba Secreta", La Habana, Orígenes, V.20, Invierno de 1948. Ensayo a propósito de la publicación de la antología de Cintio Vitier Diez poetas cubanos 1937-1947. La filósofa española pone de relieve la importancia cimera de dos poetas centrales de esta generación de generaciones: José Lezama Lima y Gastón Baquero: "Bastarían la poesía de Lezama y la de Gastón Baquero para que se probara esto: que la suntuosa riqueza de la vida, los delirios de la substancia  están primero que el vacío; que en el principio no fue la nada. Y antes que la angustia, la inocencia, cuyas palabras escritas y borradas en la arena permanecen sin letra, libres para quien sepa algo del Misterio...
[3] Lázaro, Felipe: "Conversación con Gastón Baquero", en Entrevistas a Gastón Baquero, Madrid,  Editorial Betania, 1998, p.12.
[4] Op. cit., p.14.
[5] García-Marruz, Fina: "Gastón", en La patria sonora de los frutos (antología poética de Gastón Baquero), selección y prólogo Efraín Rodríguez Santana, La Habana, Editorial Letras Cubana, 2001, p. 340.
[6] Lázaro, Felipe: Op. cit.., p.19
[7] Rodríguez Santana, Efraín: "La poesía es como un viaje", en Entrevistas a Gastón Baquero, Madrid, Editorial Betania, 1998, p.63.
[8] Rojas, Rafael: Tumbas sin sosiego, Barcelona, Editorial Anagrama, 2006. A propósito del tema dice el historiador cubano: "Hemos esbozado tres ciudades letradas, la católica, la comunista y la republicana, donde se practican diferentes políticas intelectuales a partir de distintas versiones del nacionalismo cubano". (p.126).
[9] Vitier, Cintio: "La aventura de Orígenes" en Fascinación de la memoria, selección y prólogo de Iván González, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1993.
[10] Lezama Lima, José: Obras completas (ensayos/cuentos) (T.II), "Confluencias", México, Aguilar, 1977, p. 1213.
[11] Lezama Lima, José: Antología de la Poesía Cubana (T.I), La Habana,  Editora del Consejo Nacional de Cultura, 1965, p.7.
[12] Op. cit., pp.10-15
[13] En el año 2002 los investigadores y profesores españoles Álvaro Salvador y Ángel Esteban dieron a conocer un Canto que describe la vida de los moradores de una villa asentada en Baracoa, en la región oriental cubana, titulado La Florida, compuesto por 74 octavas reales que pertenecen a un conjunto de varios miles de versos dedicados a describir el periplo americano de Fray Alonso Escobedo, franciscano andaluz. Según estos estudiosos "es bastante probable que la fecha de composición se localice entre 1598 y 1600, pues hay un lugar de la obra en el que refiere que acaba de morir Felipe II (es decir 1598)", lo que pudiera anticipar en casi una década la creación de este texto. Como se ha de suponer, la aparición de La Florida constituye un verdadero acontecimiento para la poesía cubana, puesto que nos abre a otros horizontes interpretativos desde el punto de vista de la insularidad y en cuanto a cómo nos iniciamos poéticamente, si en la épica o en la lírica, si en la trama heroica o por medio del dibujo de una naturaleza más íntima, incluso doméstica.
[14] Vitier, Cintio: Lo cubano en la poesía (edición definitiva), La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1998.
[15] Baquero, Gastón: "La poesía como reconstrucción de los dioses y el mundo", en Ensayo, Salamanca, Fundación Central Hispano, 1995.
[16] Op. cit., pp. 14-15.
[17] Ponte, Antonio José: El libro perdido de los origenistas, México, Editorial Aldus, 2002. Aquí este autor nos dice: "José Lezama Lima se dolía en unas líneas suyas de nuestro desconocimiento esencial. Desde muy temprano entre él y Vitier pensaron en dotar a la isla de una teleología propia, de fines que conjuraran pérdidas, descuidos, epidemias de desmemoria. Cintio Vitier ha cumplido este empeño y nosotros gracias a ello, somos lectores de Lo cubano en la poesía y Ese sol del mundo moral.
[18] Rojas, Rafael. Op. cit., p.51.
[19] Rojas, Rafael: José Martí: la invención de Cuba, Madrid, Editorial Colibrí, 2000.
[20] Martí, José: Diario de campaña (De Cabo Haitiano a Dos Ríos), Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 1999.
[21] De la Nuez, Iván: La balsa perpetua, Barcelona, Editorial Casiopea, 1998. Afirma el autor: "Quizás la tragedia de los balseros sea la más absoluta metáfora de Cuba y, a la vez, de las utopías y frustraciones que han mareado el Atlántico. La balsa como una isla flotante, como esa pieza perdida en el puzzle del mundo que cada cual quiere insertar a su manera y según su propio mapa. (p.17).
[22] García Vega, Lorenzo; Kozer, José; Ponte, Antonio José; Ríos, Soleida; Rodríguez, Reina María: Una Cuba: cinco voces, Buenos Aires, CCEBA/tsé-tsé, 2005
[23] De la Nuez, Iván: Op. cit., pp.28-29.
[24] Entre una lista larga de poetas cubanos muertos en el exilio contemporáneo, podemos citar a: Agustín Acosta, Eugenio Florit, Justo Rodríguez Santos, Heberto Padilla, Severo Sarduy, Reinaldo Arenas, José Mario, Amando Fernández, etc.
[25] Espinosa Domínguez, Carlos: "La poesía es magia e invención", en Entrevistas a Gastón Baquero, Madrid, Editorial Betania, 1998, p.42.
[26] Todos los fragmentos citados están tomados de: Baquero, Gastón: La patria sonora de los frutos (selección, prologo, notas, de Efraín Rodríguez Santana, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2001.
[27] Otros poemas que abordan el tema cubano: "Negros y gitanos vuelan por el cielo de Sevilla", "Epicedio para Lezama", "Joseito Juai toca su violín en el Versalles de Matanzas", Charada para Lidia Cabrera", Himno y escena del poeta en las calles de La Habana", "Desencuentro con José Kozer", etc.
[28] Baquero, Gastón: La patria sonora de los frutos. Fragmentos de una entrevista, en prólogo de Efraín Rodríguez Santana:
Tengo inclusive muchos poemas que son puramente música, música nada más, que luego resultan creativos por una razón u otra, y la gente les confiere diversas interpretaciones.
(...)
Hipólito Taine decía una frase que a mí me gusta mucho, porque es muy buena: admito que sea  bello lo feo, pero es más bello lo bello.
(...)
A través del tiempo vamos llegando a la conclusión de que hacemos mal al separar lo bello de lo feo y creer que nuestra obligación, de cultura y de vida, es perpetuar lo bello y huir de lo feo. Eso en el fondo es una frivolidad.
(...)
He sido demasiado obediente al contorno, yo he respondido demasiado a lo que me ha rodeado.
*

retornar <<<
[ ZUNÁI- 2003 - 2008 ]