EXTRAÍDO DE EL NUEVO HERALD:http://www.elnuevoherald.com/2012/07/08/1245802_olga-connor-linden-lane-magazine.html#storylink=addthis
OLGA CONNOR: ‘Linden Lane Magazine’: Compendio de la Cultura Cubana
Otro artículo de autor fallecido, el poeta y periodista Gastón Baquero, se dedica al premio Cervantes que se l
Olga Connor
La revista Linden Lane del trigésimo
aniversario ya pronto será historia, pues se estará imprimiendo su
edición de verano ahora, me informa Belkis Cuza Malé, su directora.
Nos será imposible referirnos a todos los trabajos creativos de más de 170 autores –algunos ya fallecidos– y las ilustraciones de más de 70 artistas que forman parte del contenido de este número aniversario, pero es tan impresionante este compendio de las artes cubanas del exilio que exhortamos al lector a adquirirlo en Amazon o en https://www.createspace.com/3859233 (Lo puede encargar también a “Linden Lane Magazine”, c/o Belkis Cuza Malé, Parkview, 17712 NW 59 Ave # 104, Hialeah, Fl. 33015).
El primer tema es un artículo de Heberto Padilla que avala la figura de la filósofa malagueña María Zambrano –en ocasión de su muerte, el 6 de febrero de 1991–, discípula de José Ortega y Gasset, que se exilió en Cuba por un tiempo, dando conferencias auspiciadas por la Sociedad Cubana de Filosofía –a las que acudí– y que contribuyó con Orígenes la revista de José Lezama Lima. El segundo tema es el de Reinaldo Arenas sobre El caso y el ocaso Padilla, que ilustra una foto de Arenas y Padilla en Nueva York con Pedro Yanes, el gran librero y amigo de todos los del exilio que en su librería Las Américas nos encontrábamos para reenergizarnos.
Publicado en Necesidad de libertad (Kosmos-Editorial, México, 1986), el ensayo de Arenas reveló que la retractación de Padilla frente a sus torturadores, que luego él confesó fue para evitar que le cortaran las manos con las que escribía, fue una burla velada, a pesar de su increíble sufrimiento. “Entre lágrimas y golpes de pecho dijo: ‘que en las numerosas sesiones que había mantenido por espacio de más de un mes con los oficiales del Ministerio del Interior, había aprendido finalmente a admirarlos y a amarlos’ ”, contó Arenas quien fue testigo de la humillación, y sabía lo que significaban esas “sesiones”. Fue la prisión de Cuza Malé y Padilla la que nos hizo fijar de nuevo intensamente los ojos en la isla desde Filadelfia, no solamente a los cubanos, sino a todos los intelectuales extranjeros que quedaron boquiabiertos con la ordalía de estos dos valientes.
Otro artículo de autor fallecido, el poeta y periodista Gastón Baquero, se dedica al premio Cervantes que se le concedió a Dulce María Loynaz en España (publicado en El Nuevo Día, “Revista Domingo”, Puerto Rico, el 30 de mayo de 1993). En él, Baquero reclama para la poeta cubana el lugar que le correspondía internacionalmente a contrapelo de las malas lenguas en España, que decían que desconocían su nombre, a pesar de que había sido presentada antes varias veces. “En 1987 la propone de nuevo [al premio Cervantes] la Academia Cubana de la Lengua. En ese mismo año recibió el Premio Nacional de Literatura, coronándose así, en lo oficial, la reaparición pública de una poetisa que llevaba más de 25 años en ese exilio interior, el ‘inxilio’, que el régimen reserva para quienes están allí, pero no son obsecuentes”.
De este modo sigue la lista de colaboraciones, de autores tan importantes como Octavio Paz, Leví Marrero, Severo Sarduy, Eugenio Florit, Guillermo Cabrera Infante, Lydia Cabrera, y tantos otros que han formado la nómina de la literatura cubana del exilio. La recomiendo por su excelencia como una revista histórica que debe ser coleccionada por todo cubano y por todos los admiradores de las joyas de su literatura. •
Nos será imposible referirnos a todos los trabajos creativos de más de 170 autores –algunos ya fallecidos– y las ilustraciones de más de 70 artistas que forman parte del contenido de este número aniversario, pero es tan impresionante este compendio de las artes cubanas del exilio que exhortamos al lector a adquirirlo en Amazon o en https://www.createspace.com/3859233 (Lo puede encargar también a “Linden Lane Magazine”, c/o Belkis Cuza Malé, Parkview, 17712 NW 59 Ave # 104, Hialeah, Fl. 33015).
El primer tema es un artículo de Heberto Padilla que avala la figura de la filósofa malagueña María Zambrano –en ocasión de su muerte, el 6 de febrero de 1991–, discípula de José Ortega y Gasset, que se exilió en Cuba por un tiempo, dando conferencias auspiciadas por la Sociedad Cubana de Filosofía –a las que acudí– y que contribuyó con Orígenes la revista de José Lezama Lima. El segundo tema es el de Reinaldo Arenas sobre El caso y el ocaso Padilla, que ilustra una foto de Arenas y Padilla en Nueva York con Pedro Yanes, el gran librero y amigo de todos los del exilio que en su librería Las Américas nos encontrábamos para reenergizarnos.
Publicado en Necesidad de libertad (Kosmos-Editorial, México, 1986), el ensayo de Arenas reveló que la retractación de Padilla frente a sus torturadores, que luego él confesó fue para evitar que le cortaran las manos con las que escribía, fue una burla velada, a pesar de su increíble sufrimiento. “Entre lágrimas y golpes de pecho dijo: ‘que en las numerosas sesiones que había mantenido por espacio de más de un mes con los oficiales del Ministerio del Interior, había aprendido finalmente a admirarlos y a amarlos’ ”, contó Arenas quien fue testigo de la humillación, y sabía lo que significaban esas “sesiones”. Fue la prisión de Cuza Malé y Padilla la que nos hizo fijar de nuevo intensamente los ojos en la isla desde Filadelfia, no solamente a los cubanos, sino a todos los intelectuales extranjeros que quedaron boquiabiertos con la ordalía de estos dos valientes.
Otro artículo de autor fallecido, el poeta y periodista Gastón Baquero, se dedica al premio Cervantes que se le concedió a Dulce María Loynaz en España (publicado en El Nuevo Día, “Revista Domingo”, Puerto Rico, el 30 de mayo de 1993). En él, Baquero reclama para la poeta cubana el lugar que le correspondía internacionalmente a contrapelo de las malas lenguas en España, que decían que desconocían su nombre, a pesar de que había sido presentada antes varias veces. “En 1987 la propone de nuevo [al premio Cervantes] la Academia Cubana de la Lengua. En ese mismo año recibió el Premio Nacional de Literatura, coronándose así, en lo oficial, la reaparición pública de una poetisa que llevaba más de 25 años en ese exilio interior, el ‘inxilio’, que el régimen reserva para quienes están allí, pero no son obsecuentes”.
De este modo sigue la lista de colaboraciones, de autores tan importantes como Octavio Paz, Leví Marrero, Severo Sarduy, Eugenio Florit, Guillermo Cabrera Infante, Lydia Cabrera, y tantos otros que han formado la nómina de la literatura cubana del exilio. La recomiendo por su excelencia como una revista histórica que debe ser coleccionada por todo cubano y por todos los admiradores de las joyas de su literatura. •
olconnor@bellsouth.net
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