¿Solo Baní es la capital arqueológica de Cuba?
Los aborígenes llamaban Baní al
cacicazgo que ocupa parte de la extensa área costera del litoral norte
de la provincia cubana de Holguín y, a pesar de ser conocida hoy por
Banes, esa región es considerada como la capital arqueológica de Cuba.
Con una superficie de 550 kilómetros
cuadrados, algo menos que la de La Habana, en su momento llegó a ser de
los lugares más habitados y de mayor influencia humana durante las
etapas de florecimiento de las comunidades aborígenes en la isla.
Así lo confirman especialistas de los
museos de la zona, según los cuales, el territorio figura entre las
áreas de mayor presencia arqueológica indígena de la nación, por
disponer de más de 100 sitios y residuarios de envergadura en las lomas
Baní y La Campana, El Chorro de Maíta, El Mango, Río Seco, Esterito y
Flores.
Las numerosas muestras pueden ser
contempladas en los dos museos más importantes sobre el tema existentes
en la Isla: el Indo cubano Baní, con amplía colección de ídolos y
cerámicas, y el de sitio Chorro de Maíta.
El Baní lo fundaron en 1965 y atesora
más de 22 mil piezas originales de gran valor, entre ellas, el ídolo de
oro macizo dedicado a una deidad; y otro de conchas, consagrado al lugar
de los muertos.
Cierta vez pregunté a una de las
historiadoras de la institución si aquella llamativa estatuilla era la
original, y me respondió con una enigmática sonrisa que la llevó,
supongo, a reservarse la verdad.
El Chorro de Maíta se encuentra a varios
kilómetros del de Baní, específicamente en la zona de Yaguajay y muy
próxima a la playa de Guardalava, de blancas arenas y dunas preciosas,
que constituye en la actualidad importantísimo polo para la floreciente
industria turística.
Nadie duda de que allí radique el mayor
cementerio aborigen conocido de la Isla. Cerca se erigió la réplica de
una aldea Taína, sobre la superficie del terreno.
De acuerdo con técnicos del centro, la
cronología del lugar supone que los auténticos vestigios van desde los
años 1080 hasta 1590; es decir, antes y después de la avasalladora
conquista española. Muchos de sus esqueletos fueron hallados durante
excavaciones, aunque otros estaban a flor de tierra y no se debió usar
ningún instrumento para su extracción.
Dos años duró aquella expedición de
búsqueda, de 1986 a 1988, la cual dirigió un entrañable amigo, el doctor
José Manuel Guarch del Monte, tan apasionado por su profesión que la
irradiaba y tal vez por eso también sus hijos la tomaron, como su
esposa.
En total extrajeron 110 restos en las
más diversas posiciones corporales, entre ellos, extendidos o con los
brazos cruzados, además del cráneo europoide de un hombre de por lo
menos 22 años de edad, posiblemente algún náufrago o fraile que convivió
en la aldea.
También aparecieron objetos de adorno
personal utilizados por los aborígenes, los cuales, en su mayoría,
presentaban deformaciones craneanas, que pudieron haber sido provocadas
de forma artificial en la niñez para tratar de achatar la frente y
lograr otro tipo de apariencia.
Evidentemente, la provincia de Holguín
posee sitios de interés y reportes de materiales arqueológicos no solo
en Banes, sino también en sus 13 restantes municipios, lo cual pone de
manifiesto su incuestionable riqueza patrimonial y la necesidad de que
los especialistas prosigan con sus proyectos y estudios.
Lino Luben Pérez
Fuente: www.ain.cu
Más informaciones sobre el tema en: http://www.ecured.cu/index.php/Museo_Indocubano_Ban%C3%AD